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Mes: abril 2007

Mariza: Exquisita expresividad

Interpretes: Mariza (voz), Joao Pedro Ruela (percusiones), Antonio Neto (Guitarra clásica), Luis Guerreiro (guitarra portuguesa), Vasco Souza (bajo), Antonio Barbosa (violín), Paulo Moreira (chelo), Ricardo Mateus (viola). Lugar: Teatro Leidor (Tolosa). Día: 26 abril 2007. Asistencia: unas 800 personas

Justo un día después de conmemorarse el aniversario de la famosa “Revolución de los claveles” portuguesa aterrizaba en la antigua capital guipuzcoana la artista Mariza, la primera de las dos citas que el ciclo “Tolosa Munduan” ha dedicado a artistas del país que siluetea la nariz peninsular.

Y revolucionaria, dulcemente rebelde, podemos definir a la espigada y bella cantante del barrio lisboeta de Mouraria. Porque conoce la ley del fado que dice que sobre el escenario no hay que moverse. Algo imposible de cumplir en el caso que hoy nos ocupa.

La cantante del pelo blanco es una de las artistas más expresivas que jamás hemos visto en una actuación. Como esas solistas líricas del sur, pero mucho menos violenta y grandilocuente que ellas. Que aprendan esas actrices que se meten a cantoras lo que es comerse un escenario con la presencia.

Acompañada de 7 músicos de riguroso negro, como mandan los cánones fadistas, la parlanchina Mariza dejo boquiabiertos a quienes no conocían la impresionante energía que guarda en sus cuerdas vocales.

Lejos de la dulzura de otras artistas ya paseadas por nuestros escenarios (caso de Teresa Salgueiro, de Madredeus), la lisboeta aplica las directrices originarias del canto tradicional portugués (tristeza supina, sutil alegría) a una voz potente que todo lo llena, como quedó demostrado en esa canción interpretada sin amplificación.

Ello le permite destacar cuando se aleja el micro (Primavera) y cuando susurra (Cavaleiro), cuando las melodías se dibujan moderadamente alegres (Maria Lisboa, Recusa) y los lloros inundan el parqué (Duas Lágrimas). Reivindicando su personal camino por los términos del renovante tradicionalismo (Meu fado meu) e invitando a Juan Mari Beltrán y Ander Barrenetxea para que sazonen con sonidos de txalaparta el sugerente tema Barco negro.

Con su extrema simpatía de buena comunicadora, y aprovechando las bondades de lo coqueto del lugar, Mariza se metió al público en el bolsillo. Una asistencia que no dudó en corear y levantarse a aplaudir cuantas veces hizo falta. Tan a gusto estaba la cantante que alargó el concierto hasta las dos horas, interpretando temas folkloricos de su tierra (Feira de Castro, Sr Vinho) y homenajeando a Amália Rodrigues con la interpretación de los temas Medo y Uma casa portuguesa.

Jarabe de Palo: Todo me parece bonito

Intérpretes: Pau Donés (guitarra, voz), Jordi Mena (guitarra), Carmen Niño (bajo), Quino Béjar (percusión), Jorge Rebenaque (teclados), Álex Cenas (batería).
Día: 21 Abril 2007
Lugar: Sala Rock Star (Donostia)
Asistencia: unas 300 personas

Entre las toneladas de letras de amor y desamor que Pau Dones, líder del grupo Jarabe de Palo, presenta en sus CDs siempre hay un hueco para los juegos de palabras y giros elaborados sobre el contraste de términos. Será que, como afirma en una de sus tonadas más conocidas, “Todo depende. De según cómo se mire todo depende”. Esa referencia a la eterna historia de la botella medio llena/medio vacía nos sirve para analizar el concierto de Jarabe de Palo el pasado sábado en Donostia.

Los que ven el mundo por su vertiente más brillante disfrutaron mucho de una cita que, aunque llegó a las dos horas de duración, no se hizo nada pesada. Será por la numerosa banda que acompaña a Pau: Al trío habitual de batería-bajo-guitarra solista cuyo héroe es Santana y que hace punteos hasta para saludar le acompañan un teclista y un músico de percusión que remarcan aún más si cabe el lado latino de sus músicas.

Unos sonidos que, asentados sobre las torres del pop y los sones que van desde México hasta Brasíl haciendo parada larga en Cuba, siempre encuentran hueco para refrescarse con detalles de otras etiquetas como el blues, el flamenco, el jazz y el rock.

Con un look a medio camino entre un veterano de Vietman y una estrella de Hollywood de paseito dominguero a por el pan, Donés se muestra extremadamente comunicativo por el micrófono. Hasta cuando un pequeño error nos indica que varias de las historias son fruto de un estudiado guión.

Los seguidores acérrimos de la botella medio vacía (siempre que no se hayan bebido el contenido que falta, claro está, que eso añade una visión momentáneamente más optimista) ven en esa particular voz, en la forma de entonar, el mayor lastre de una banda cuyas únicas fisuras musicales se encuentran en la incomprensible extensión de temas como Bonito y La flaca.

El catalán vocaliza siempre de manera muy similar, con frases cortas que tienen pinta de sentencias. Salvo en un par de honrosas y rockeras excepciones (Duerme conmigo, Un día cualquiera), las canciones de Donés se convierten en un plato de comida rápida, donde el ketchup cantarín se impone sobre el sabor de todos los alimentos sonoros.

Antonio Orozco: Buen menú

Intérpretes: Pedro Javier Hermosilla, Antonio Orozco
Lugar: Auditorio Kursaal (Donostia)
Día:14-04-2007
Asistencia: Unas 800 personas

El bar que hay debajo de mi casa tiene una carta muy sencilla en elaboración y variedad: macarrones y ensalada, filete o pescado, flan y natillas. Y puerta, que hay gente esperando.

Otros prueban, innovan, cambian de salsas o de cocineros. La tasca de mi barrio no. La camarera lleva muchos años cantando la misma cancioncilla. Y las mesas se ocupan día sí y día también.

De la misma cocina (musical) es Antonio Orozco, que llegaba a nuestra ciudad después de ocho años sin hacerlo. Su última visita fue al extinto Bar Kandela del Antiguo donostiarra. Pero en lo creativo seguimos con lo mismo de hace un lustro en la cocina de Casa Orozco: macarrones, filete y flan.

En lo populista ocupa, y perdónenme las acérrimas seguidoras que abundaban en el Kursaal donostiarra, un pequeño huequito dentro de la gran esfera. Quién sabe si por compartir listas de éxitos, actuaciones promocionales o casas de discos, pero todos acaban teniendo cosas en común entre ellos.

Maneja el señor Orozco dejes andaluces como Ketama, pero el catalán es más rockero. Vive a pocos pasos del trenzas de Melendi, pero su chorro de voz no es vergonzoso. Como todos ellos, y otras bandas como Jarabe de Palo, emplea unos registros compositivos que para los menos habituales a sus fogones giran siempre sobre los mismos alimentos. La fórmula encandila a los fans. La poco nutrida parroquia guipuzcoana se mostró alucinada con el espectáculo.

El aflamencado barcelonés ha sabido crear un montaje de grandes escenarios que no parece comprimido en nuestro cubo playero: Un par de pantallas de fondo, siete músicos de acompañamiento, los detalles a la hora de ordenar los temas, la abundante presencia de la guitarra eléctrica, el paseo entre los asientos de la sala. Lo normal en estos grandes actos, vamos.

Cuando la música no acompañaba a sus palabras el cantante se mostró bastante majete. Se soltó a hablar en euskera y enganchó con mucha soltura con unos asistentes que la organización decidió con acierto agrupar en los asientos más cercanos al escenario. Un público que vibró con sus singles, poniéndose de pie una y otra vez mientras decenas de cámaras de fotos retrataban a su ídolo durante la velada de casi dos horas.

Al comienzo de la misma actuó Pedro Javier Hermosilla. Gastando maneras similares a la estrella principal y con versión de Crowded House incluida, su sencilla propuesta sonó bien hermosa y encantadora.

Señor Chinarro : Un nuevo mundo

Intérpretes: Sr. Chinarro, Saioa
Día: 12-04-2007
Lugar: Sala Gazteszena (Donostia)
Asistencia: Unas 400 personas

¿Cuánta gente se compró el último disco de Señor Chinarro? Ojo, no se lo tomen como un purismo, ni como una serenata de la Sociedad General De Autores. Pero es más cierto que el hambre en África que en los últimos tiempos, cada vez que vamos a un concierto teóricamente indie o minoritario, la sala está repleta para ver a músicos que hasta hace bien poco no pisaban nuestra provincia por falta de quórum. Que es lo que suele pagar las furgonetas de desplazamiento y los hostales en la Parte Vieja.

Sr. Chinarro, por ejemplo, no había actuado nunca en Euskadi. Y eso que el perro andaluz (por aquello del libertinaje literario de su cabeza visible, Antonio Luque) lleva desde el año olímpico barcelonés dando la murga para nuestro gozo y satisfacción.

Un deleite que en los últimos tiempos ha mejorado mucho. Antes era habitual que el grupo saliese a tocar sin afinar las guitarras. En una ocasión Luque se presentó en el famoso Festival de Benicassim sin banda y sin instrumentos, ante lo cual la organización tuvo que sacar fuego de donde sólo había palillos.

Según vimos el jueves pasado, se puede afirmar que “El Mundo según”, nombre del último CD de esta formación peninsular, es un globo terráqueo ejecutante mucho más agradable y llevadero.

Luque se ha convencido de que para actuar hay que fichar a buenos músicos. Mozos jóvenes y con ganas que aportan profesionalismo y seriedad escénica a la hora de presentar las canciones propias.

Su acompañamiento fue el más correcto que hemos escuchado jamás sobre las canciones chinorras. A veces arrimándose a Los Planetas más clásicos. Otras demostrando que Luque es el Jonathan Richman patrio. Siempre con letras que se dejan llevar por metáforas absurdas, dobles sentidos e imágenes costumbristas.

Pero faltaríamos a la verdad si no dijéramos que nos encantó la guipuzcoana Saioa, encargada de abrir el concierto. Con una guitarra acústica como única compañía la dama cuyo DNI la coloca en Legorreta demostró que sus genes creativos están más allá del charco.

Si cantaba en inglés la situábamos cerca de Jeff Buckley, a dos pasos de Kristin Hersch (Throwing Muses), al lado de todas las compositoras que nos los ponen como escarpias. Si lo hacía en euskera era imposible no darle el testigo de nuestra Anari. Síganle la pista si tienen oportunidad y ganas.