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Zinelmaldia: Nómadas incombustibles

Zinelmaldia: Nómadas incombustibles

Sin turbante ni jamelgo, pero con papel y boli. Así suelen ser nuestras travesías por las noches del Zinemaldia. De fiesta en fiesta y tiro porque me toca. Claro que, en ocasiones, estos “paseos por el desierto” tienen más paradas que un Alza-Intxaurrondo-Antiguo. El miércoles pasado, sin ir más lejos, dejamos la chaqueta en 4 guardarropas.

La ronda comenzaba en el Restaurante Kaskazuri de la Parte Vieja, lugar elegido por los chicos de la película Nomadak TX para celebrar la buena acogida de su documental. Y como los autores son vascos y la obra une cine y música, el acto nos dejó un montón de eusko-negritas para nuestro texto.

Harkaitz Martinez e Igor Otxoa, los músicos de Oreka TX que protagonizan un paseo txalapartero por el mundo, se dejaban retratar junto al cartel promocional, mientras el director del film, Raúl De La Fuente, se refrescaba el gaznate.

Martxelo Otamendi hablaba con “el conquistador” Julian Iantzi. Cerca de ellos, Martxelo Rubio, Joxe Felipe Auzmendi y los actores de “Vaya Semanita” disfrutaban de la genial selección de pintxos ofertados por el local.

Fuera, tomando un respiro, nos encontramos a Anje Duhalde y Gontzal Mendibil, mientras los culturetas del Ayuntamiento de Donostia abandonaban el lugar, capitaneados por Jaione Askasibar y el boss, Ramón Etxezarreta.

La antigua directora de Emakunde, Txaro Arteaga, también se dejó ver por el Paseo Nuevo. Y la foto del día la protagonizó nuestro Mikel Laboa, departiendo con un nómada auténtico.

La segunda fiesta se oficiaba en La Kabutzia, y corría a cargo de la película “Lo que sé de Lola”. Carmen Machi, Lola Dueñas, Michaël Abiteboul y el director Javier Rebollo se juntaban para la instantánea de una celebración que Joti Díaz explica con todo lujo de detalle en su sección habitual.

Siguiendo por el parchís nocturno llegamos a la discoteca La Rotonda, donde se entregaba el premio “Los Incombustibles” al señor Tito García: Un brasileño metido en un cuerpo europeo que gestiona desde hace 21 años muchas de las fiestas que estos días se llevan a cabo en la ciudad.

El ágape gestionado por el dueño del local, Alfredo Valiente, animó la entrega (conducida por Edurne Ormazabal) de un trofeo que ya decora las estanterías de las viviendas de Diego Galán y Antonio Gasset, entre otros.

García tuvo un recuerdo para el productor recientemente desaparecido Luis Goya y para todos esos organizadores “incombustibles” (se dice el pecado pero no el pecador) que hacen que las noches del Zinemaldia no acaben muriendo.

Muchas chicas guapas poblaban la pista de baile. Pero ninguna como Jacqueline de la Vega, que estaba simplemente espectacular. No sé si su tratamiento de belleza será con leche de burra o si realiza la dieta del guisante. Pero he de decirles que los resultados son excelentes.

La cuarta y última parada noctámbula nos llevó a la discoteca Bataplán, donde Tristán Montenegro y su elegante señora felicitaban a Tito García por el galardón. El festejo del Bata estaba organizado por los chicos de “Click”, para que los actores continuaran con la eterna comedieta bufa de sus comentarios. Pero allí no vimos a David Hasselhoff, Adam Sandler o Kate Beckinsale. Contemplamos, eso sí, la sombra de Steve Buscemi, quien había abandonado el lugar segundos antes de llegar nosotros.

La fauna peninsular seguía dejando el pabellón bien alto, demostrando que en nomadismo no nos gana nadie. Por la zona vimos a Álex Brendemühl (protagonista de la película “Las horas del día”), Roger Gual (“Smoking Room”), Silvia Abascal (“La Dama Boba”) y el inquieto valenciano Antonio Llorens, que parlamentaba con el director de la Mostra de Valencia-Cinema del Mediterrani, Jorge Berlanga.

Publicado enReportajes

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