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Mes: enero 2006

Mal de Ojo: Coraje rumbero

Comienza a patear carretera el nuevo disco de Mal de Ojo, banda guipuzcoana que venera las bosanovas, los boleros y las alegrías rumberas desde un enfoque festivo y de canallita noctámbulo (“nos identificamos con la nocturnidad y el catecismo del bar”). Su séptimo trabajo se llama “Topa Kalabera” y mañana por la noche estarán presentándolo en el pequeño pero coqueto escenario de taberna Jalgi de Lasarte.

Hablamos con Adrián Perez, alma mater de la formación y creador desfogado sobre los escenarios desde los años 80 del siglo pasado, cuando formaba parte de Mogollón. De aquellos años guarda buenas amistades con otros elementos que nunca bajan la guardia, como Rafa Berrio y el dueto Sanchis y Jocano. ”Alguien que ha estado en la escena local durante tantos años sabe de las dificultades que puede tener el hecho de hacer música a nivel amateur, profesional o semiprofesional. Por esta razón, además de los pechos de los que has citado, creo que hay bastantes más en los que se deban colgar medallas”.

Ahora el tema de los conciertos pinta un poco más chungo.” Actualmente es bastante más difícil hacer música. No sé si ahora seremos más o menos burgueses, pero veo a muchos creadores de Euskal Herria como auténticos “padres coraje de la música””.

El paso de los años no ha domado el carácter parrandero del cantante de Mal de Ojo. Porque el señor Perez, donostiarra que canta y sazona su guitarra con aires de alegre tablao, sigue con ganas de jota. “El título del nuevo disco es una celebración. Celebramos que seguimos siendo unos “kalaberas” y que llevamos en ello más de doce años”.

También pueden estar alegres por la velocidad a la que grabaron su “Topa Kalabera”. En una semanita ya estaba el tema ventilado. “Cierto es, pero antes de entrar en Garate, el estudio de Kaki Arkarazo, hubo un trabajo previo importante. Buscábamos afinar al máximo los doce temas que componen este disco”.

Unas canciones que en esta ocasión vuelcan su componente idiomática a favor del euskera en una proporción de dos a uno: 4 temas en castellano y el doble en el idioma que legisla Euskaltzaindia. “No queremos hacer ni hacemos dogmatismo con este tema. En este momento el idioma principal de comunicación del grupo es el euskera. Y hacemos canciones en castellano sin mayores complejos. Tratamos de ser bilingües a pesar de las dificultades que encierra este hecho”.

La gente que lo tiene más difícil que nosotros en el tema idiomático no parece que se eche atrás.” En Cádiz, por ejemplo, al principio nos miraban atónitos viéndonos cantar en euskara. Pero para la tercera canción ya no les importaba tanto el idioma. El año pasado estuvimos tocando en la plaza del Rey de Barcelona y realmente tuvimos una acogida muy buena por parte del público”.

A partir de ahora, lo veremos a menudo sobre los tablados de bares y plazas. Y no se extrañen si aparecen en la tele del salón.” Tras la grabación del disco hemos hecho un videoclip con los alumnos de la Escuela de Vídeo de Andoain. Quisiera agradecerles desde aquí su buen hacer. Ahora llega el momento de empezar a hacer estiramientos, correr la banda y salir al campo a presentar el disco por aquí y por allá”. Ay amigo, si otros profesionales del fin de semana tuvieran el mismo ímpetu que tú…



Nacho Vegas: Bendito diablo

La primera vez que uno escucha las canciones de Nacho Vegas con sus Esferas Invisibles (nombre de la banda musical que acompaña a este gijonés de treinta y dos años) uno intuye un poeta maldito, un genial músico y un atormentado creador, muy en la onda que Leonard Cohen, Charles Bukowski, Nick Drake y Townes Van Zandt dejaron para la posteridad. “Los que mencionas son algunos de los maestros, a los que siempre vuelves porque apreciarlos en profundidad exige al menos una vida. Pero no tengo especial interés en encasillarme en la categoría de maldito. Mi objetivo es ser un bendito”.

Cuando uno lee entrevistas de Vegas duda si el personaje se ha comido a la persona o no. Rock De Lux, la revista nacional más importante en esto de las músicas independientes, lo ha colocado este mes en su portada con el subtítulo “¿Persona o personaje?”.

El autor despacha la pregunta con un requiebro, algo habitual en sus contestaciones: ”Persona y personaje tienen la misma raíz etimológica. No conozco nadie que no sea además un personaje”. Le preguntamos sobre ese triple CD con tarot propio que va a editar este 2006. “No, eso no le he dicho yo. Probablemente me confundas con algún otro cantautor extremadamente sensible”.

Quién sabe cuánto de verdad y cuánto de sorna defensiva hay en esas expresiones periodísticas de este chico tímido al que empezamos a ver sobre un escenario en el desaparecido Zulo de Lasarte, con la banda Eliminator Jr o los posteriores Manta Ray.

La carrera en solitario de Nacho Vegas empezó titubeante, pero con el paso de los discos y los conciertos se ha asentado como una sólida apuesta nacional, muy próxima traspasar los umbrales del underground.

Vegas era un rara avis cuyo estilo ecléctico y atormentado a la par que romántico no ha parado de ofrecer aciertos creativos. Abriendo la puerta del rock emotivo y el pop más elaborado habitual de sus composiciones y dejando pasar elementos blues y folk cuando la canción los necesita.

Vegas cuenta con una voz sentida y afligida, como si mientras soltara sus largas narraciones estuviera a punto de perder el flotador en mitad del océano. Siempre buscando la luz más allá de las nubes. “No creo que mis canciones se construyan sobre una idea de tormento o algo así. Reconozco cierto pesimismo sereno en mis canciones“.

Vegas sigue con sus regates en los títulos de sus discos: “Actos inexplicables”, “Cajas de música difíciles de parar” (su mejor disco para iniciarse en la religión de este asturiano) o los últimos “Desaparezca aquí” y “Esto no es una salida”: ”Son referencias o guiños a algunos de mis autores favoritos. De repente me encuentro con una frase en un libro que ilustra muy bien lo que estoy haciendo, y me apropio de ella”. Por cierto, el último está sacado de una obra de Bred Easton Ellis.

Mientras el año en ciernes se presenta pleno de actividades (“sacaré un disco en colaboración con otros músicos amigos, otro de canciones tradicionales asturianas, y protagonizaré un cortometraje en cine”), Nacho Vegas promete dejar satisfechos a sus seguidores en ésta su primera visita a Donostia capital. “Será un concierto largo, con canciones de todos los discos, hasta de los que no se han publicado aún”. Algo me dice que no debo fiarme del todo de esta respuesta.

Sidonie: Trío calavera

Más de tres centenares de personas se acercaron a la sala Zibbibo donostiarra (no sólo de Rock Star vive Illunbe) a ver y disfrutar con el concierto de los catalanes Sidonie.

Nacidos como trío y plantados como quinteto, con la suma de dos estajanovistas en forma de percusionista y teclista, los chicos venían a presentar Fascinado, su cuarta publicación musical y la primera de sus aventuras en castellano.

Poco les importaba a los fans de la vieja escuela allí presentes, esos que reventaban el Bukowski donostiarra cuando estos chicos eran unos completos desconocidos, que ahora les haya dado por emplear el idioma de Cervantes para cantar sus temas.

Unas canciones ‘hispanas’ que, quien sabe si por conocer la calaña de los presentes o porque realmente la gira se ha montado así, iban goteando su aparición en la lista de temas. Y si algo nos quedó claro es que el tracklist estaba montado de manera mucho más inteligente y efectiva que en anteriores visitas.

Ahora se disfruta, y mucho, de su puesta en escena, y no como antes, que aquello parecía el Club de la Comedia con música de fondo. El bajista no ha perdido ni un ápice de chispa (ni de laca en el pelo), y cuando se suelta con la voz no desmerece en absoluto. Quién pudiera tocar el sitar como él.