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The Long Winters: Pop abierto

Agradecido y en ocasiones sincero hasta la médula, John Roderick no oculta sus armas melódicas. Le gusta la música de todo tipo. Y punto. Por esos sus The Long Winters se acercan a nuestra provincia para presentarnos la fina línea que en los Estados Unidos separan el pop y rock de guitarras.

Su segundo trabajo “ When I pretend to fall” cuenta con la sabia producción del Posies Ken Stringfellow y una lista de invitados que para sí los quisiéramos en nuestra boda. Para hablar de música con ellos, por supuesto.

Para el primero de sus CDs, aquel emotivo y popero “The Worst You Can Do is Harm”, Roderick consiguió convencer a miembros de Postal Service, The Walkabouts, Sunny Day Real Estate, Fountains of Wayne y los geniales Built To Spill.

“Tampoco es para tanto”, nos cuenta el cantante de The Long Winters.”Somos colegas y hemos coincidido en diferentes bandas a lo largo de los años. Es sólo cuestión de suerte que Seattle, la ciudad en la que nací, haya producido tantas bandas famosas en los últimos años”.

La lista de las colaboraciones del segundo trabajo incluye a gente de REM, Death Cab for Cutie y The Posies (Además del productor, Jon Auer también se dejo caer por la sala de grabaciones. Roderick cuenta en su web www.longwinters.com que “es muy fácil ver a los Posies sobre el escenario y terriblemente raro verles juntos fuera de él”).

Este “When I pretend to fall” arranca con maneras estándar. “Blue diamonds” es el single. Y el video de este tema se incluye en el CD original (eso que solías comprar antes de tener módem). Enseña las pistas más cristalinas del disco, pero solo por los coros y su aire a Matthew Sweet merece la pena volverla a poner otra vez.

Tras el clarificador single empieza lo bueno con el tema “Scared Straight”. Briosos vientos cercanos al soul para una canción cercana a las virguerías que Josh Rouse se monta con 3 acordes. “Bueno, me encanta la Motown. En el fondo me gustan casi todos los tipos de música, así que de vez en cuando se cuela en mis composiciones algún detalle involuntario”.

La canción descrita también nos sirve para extraer otra señal sobre los gustos del principal compositor de esta banda norteamericana: REM. Además de las colaboración de Peter Buck (y el escondido Scott McCaughney) en este segundo CD, la voz de nuestro entrevistado tira a veces por entonaciones ya empleadas por Michael Stipe.

John detalla que “REM es una de mis bandas favoritas, pero mi forma de cantar se debe más a limitaciones personales que a seguir los pasos de otro cantante. Además, las letras de Michael Stipe son difíciles de entender, y yo siempre intento que lo que canto llegue de manera concisa a los oidos que me escuchan”.

De ahí al final, una progresión de aciertos, con el rock cada vez más presente. La exquisita ambigüedad de “Blanket Hog”, con esa marejadilla inicial y el posterior tsunami. “It´ll be a breeze” suena a campo y al “Cast a shadow” de Beat Happening. Mención especial merece “Stupid”, o cómo unir en un mismo bote sin empalagar a Built To Spill, Beulah y los Barenaked Ladies y sus estribillos adherentes.

Y la cosa sigue mejorando cuanto más te acercas al final. Parece que has querido montar el disco al revés, John. “Sí, me gustan los álbumes que puedes escuchar del tirón, sin ir perdiendo la atención, por lo que decidimos poner las canciones más resplandecientes al comienzo. Así, entras fácil, y cuanto más escuches las últimas composiciones, más te irán gustando”. Pues sí, la teoría funciona en tu caso.

Publicado enEntrevistas

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