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Andrew Bird, Clem Snide: Vaya pájaros

ANDREW BIRD + CLEM SNIDE
Sala Gazteszena
19 Febrero 2004

Buena entrada la recibida en la sala Gazteszena del barrio donostiarra de Egía para disfrutar de una sesión musical doble tan interesante como sorprendente. La propuesta foral Gaztemaniak! programó para los oidos más inquietos una cita con el desconocido Andrew Bird y el grupo Clem Snide. Ambos presentaron concepciones musicales frescas para el anquilosado panorama actual.

Como avanzadilla de la sesión apareció el chico solitario, Andrew Bird. Que hizo buen uso de su apellido, porque menudo pájaro el artista éste. Armado con un violín, algunas sencillas bases pregrabadas, pertrechándose en ocasiones tras una guitarra y silbando como los ángeles entre todas las escalas musicales habidas y por haber, el artista de Chicago demostró que sus cuerdas vocales son tersas y muy sentidas.

Cercano en ocasiones a los tonos popularizados por Sting, gastaba voz sensible el norteamericano cuando entonaba sus tiernas melodías, en una especie de folk de violines que sorprendió a los presentes. Con esa imagen de gran creador que navega por encima de acordes y estructuras, sus canciones se disfrutaban con frescura y sencillez. Buena muestra de ello era su puesto de venta de CDs, muy poblado al final del concierto.

Tras él llegaron los trajeados Clem Snide. Bajo sus ropajes de yuppies descastados pronto dejaron claro que en concierto iban a relajar las buenas formas presentadas en CD. Y no hablamos de la voz de Eef Barzelay, que se permitía lujos como el cantar una canción de manera sobresaliente sin acompañamiento alguno. Ni de desmontar sus pequeños éxitos y reconstruirlos en ocasiones de manera casi irreconocible.

Pequeños logros melódicos que en disco se muestran ricos en detalles y en vivo quedarían algo desnudos si no fuera por el chorro natural de la voz de su cantante. En un castellano defendible se acercaba al público, mientras dejaba el inglés para esas canciones de amor y falta de cariño que han desarrollado con acierto a lo largo de su carrera.

Era en los detalles donde se podía observar las ganas de este cuarteto de pasarlo bien y hacer disfrutar a los presentes, cargando de ironía sus elegantes composiciones. Como ejemplo inicial, los chicos se mostraron al día colando entre canciones propias unas estrofas del “Milkshake” de Kelis, el ultimo éxito erótico hip-hopero televisado hasta la extenuación en las cadenas musicales del ramo.

La fiesta continuó con otras líneas de Nelly Furtado, mientras la habituales tonadas del grupo perdían purismo campestre para ganar fuerza rockera, con el buen hacer habitual de las bandas guitarreras americanas.

Al final recuperarían las versiones de Christina Aguilera (“Beautiful”) y Velvet Underground (“I´ll be you mirror”) presentes en su última referencia discográfica, a las que hay que añadir una mordaz dedicatoria a los mandamases de su país y el nuestro con la revisita al “War Pigs” de Black Sabbath.

Publicado enCríticas de conciertos

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