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Ateneo Kabigorri: Ciclo Luis Buñuel

La asociación irundarra organiza un plural ciclo sobre Luis Buñuel

La activa asociación irundarra Kabigorri Bidasoaldeko Ateneoa presenta el ciclo 104 años con Buñuel en diferentes espacios culturales de la ciudad fronteriza a lo largo de los próximos días.

Películas del desaparecido autor de Calanda, charlas alrededor de su genio y figura, una exposición gráfica de la mano de Iván Zulueta, un concierto de Ángel Petisme alrededor de la figura del realizador aragonés. Un diversificado acercamiento al autor del que las gentes de Kabigorri celebran ahora su 104 aniversario.

Idea novedosa la de celebrar, con cierto toque divertido, los cien y pico años del famoso cineasta. Si el redondo aniversario del centenario fue secundado por las más grandes instituciones, fundaciones, museos, cajas de ahorro y emporios económicos, llega ahora el turno a la humilde pero sentida aportación de esta asociación, siempre abierta a miembros inquietos.

Hablamos con Luisma Moreno (miembro de la comisión de actividades de Kabigorri Ateneoa) para que nos cuente más detalles sobre este ciclo cinematográfico y las particularidades de esta asociación sin ánimo de lucro, que exprime sus 250 metros de sede social para montar ciclos como este, preparar cursos de cocina, montar cenas conmemorativas del día de la República o presentar obras de teatro alternativo.

Suena precisamente surrealista celebrar el 104 aniversario de un creador. ¿Siguiendo quizás sus planteamientos, huyendo de los números redondos?

Sí, Luis Buñuel siguió dos líneas estéticas: el surrealismo y el realismo. Las jornadas 104 años con Buñuel son eso. Su cumpleaños y un número un poco absurdo para denominar un ciclo.

¿Cómo nació la idea de montarle este homenaje al cineasta aragonés?

Pensamos que podría estar bien proyectar películas que son difíciles de ver en un cine cualquiera. Así surgió la idea, que fue tomando forma hasta el ciclo que hemos terminado programando ahora: películas en 16 y 35 mm., un documental, charlas, una mesa redonda donde se analizarán claves secretas y algunos proyectos inacabados. Y tenemos hasta un concierto de Ángel Petisme dedicado a la obra buñueliana. Algo modesto, pero más que digno para una asociación como esta.

¿Quizás la sociedad merece mirarse ahora bajo el punto de vista de Buñuel?

Es una forma de reivindicar la plena vigencia de su obra en el nuevo siglo XXI. Luis Buñuel es exceso, fiesta, lujuria, sexo, deseo, ueño. Pero también es renuncia a todo ello, como ese sacerdote subido en lo alto de una columna durante años, desde donde observa el desierto del pensamiento único, de la represión, de la religión. Buñuel fue un provocador incombustible que sólo consiguió ganar dinero con sus películas cuando ya contaba con más de sesenta años. Un artista que extraía diamantes de la basura.

¿Qué puertas tocasteis para haceros con esas copias?

Las hemos traído todas de Madrid, incluso las francesas (Un perro andaluz y Las Hurdes, tierra sin pan), a través de la Filmoteca y alguna distribuidora. Pero no ha sido fácil. De una filmografía de unas 30 películas no encuentras copias más que de unas 5 cintas. El resto está en las filmotecas mejicana o francesa.

¿Cuáles han sido los aspectos de su obra que habéis querido mostrar?

Intentamos tocar su primera etapa de vanguardia, la surrealista con Un perro andaluz, considerada aún hoy una de las más difíciles complejas en la historia del cine. La realista con Las Hurdes, tierra sin pan. La mexicana, a través de Los olvidados, la segunda etapa francesa con la extraña La Vía Láctea y la española con la laureada Viridiana. Un buen viaje, sin duda.

Parece un autor de contradicciones en una sociedad tan contradictoria como la actual.

El decía, hablando sobre Los olvidados, que una película siempre debe defender y comunicar indirectamente la idea de que vivimos en un mundo brutal, hipócrita e injusto. Debe producir tal impresión en el espectador que éste, al salir del cine, debe opinar que no vivimos en el mejor de los mundos. Y apasiona ver cómo los sueños y la fantasía le hacen sentirse a uno más vivo que lo que entiende por una realidad turbada y podrida. Contradicciones típicas del genio aragonés.

Hay que suponer que el cine será una de las actividades con mayor convocatoria en Kabigorri Ateneoa.

Estamos contentos. Hay actividades que se van consolidando (como los debates, el café teatro, los cortos de cine, las exposiciones…) para las que ya somos un referente en la comarca. Y sí, creemos que el cine puede ser un buen elemento en ese sentido, y también es una actividad habitualmente sencilla de gestionar. No hay que olvidar que todo esto se hace en horas libres y por gente no profesional de la programación cultural.

Para ser no profesionales habéis conseguido un buen elenco de invitados importantes en la materia: Javier Rioyo, Antón Castro…

Rioyo trabaja en el programa de Iñaki Gabilondo, donde es responsable de la sección de cultura y libros. Productor y director, ha ganado tres premios Ondas, uno por televisión y dos por radio. Antón Castro es periodista de El Heraldo de Aragón y escritor. Conferenciante incansable, ha dirigido programas sobre Buñuel en latelevisión aragonesa. Nos presentará anécdotas, detalles curiosos y hablará en profundidad sobre la vida del sordo de Calanda. A última hora se ha apuntado también José Antonio Aguilar, director del Festival de Cine Fuentes de Ebro. Son un auténtico lujo de invitados.

Ángel Petisme llena el capítulo musical. El realizó en el 2000 el disco-libro ‘Buñuel del desierto’, cuya gira posterior pretendía seguir los pasos de Buñuel en sus diferentes exilios.

Hay que decir que la aportación de Petisme ha sido fundamental. Realizará un concierto acústico, probablemente con apoyo visual en forma de cortes de películas, presentando las canciones con anécdotas de esas películas. Nos ha ayudado un montón. Tenemos muchas ganas de agradecérselo personalmente.

¿Qué tipo de película haría Buñuel si viviera en nuestra sociedad?

No se si a un tipo tan independiente en su trabajo como él le dejarían hacer cine hoy en día. Mira sin ir más lejos lo que ha pasado con Julio Medem y su documental… En cualquier caso, Buñuel continuaría en el siglo XXI abordando temas escabrosos e «incorrectos», eso seguro. Desde el cine o desde otras propuestas artísticas.

Publicado enReportajes

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