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Mes: agosto 2003

Halo: Brillo ganador

Entre “recs” y “pauses” de la grabadora, Daniel Fernandez vive la música. Antes, durante y después de nuestra entrevista, disfruta y hace disfrutar con la conversación, la cual gira alrededor de esos complicados mundos creativo-empresariales que lleva tanto tiempo conociendo como fan y músico de diversas formaciones.

Pero no nos juntamos con él por su simpatía (podríamos haberlo hecho), sino porque su grupo Halo acaba de editar el premio que le corresponde como ganador del Concurso Pop-Rock Ciudad de San Sebastián del pasado 2002. Cuatro canciones prensadas en quinientas copias que sirven como presentación discográfica en busca de empresas mayores.

Aspiraciones para las que nació el primer premio del concurso donostiarra. ”Te permite grabar en un estudio profesional, con técnicos cualificados. La grabación de este disco te viene bien si eres un grupo no muy boyante económicamente. Y nos hemos quedado bastante contentos con el resultado final”.

Al registro digital hay que añadir el renombre que este quinteto donostiarra ve aún presente en el certamen guipuzcoano. “Más que le premio en sí, nos atrae la carta de presentación que lleva consigo. Eres el ganador de este concurso pop rock, el mismo que ganó La Oreja de Van Gogh. Yo creo que con esa etiqueta es más sencillo que te hagan caso”.

Pues no diremos que tienen un aire a La Oreja, pero no me negará el entrevistado que U2 ha sonado y mucho en los reproductores de su casa. “ Que digan que el grupo suena a U2 me llena de orgullo. Ellos hacen un tipo de canción que me encanta, con un bajo muy pesado y girando todo alrededor de la base rítmica. Eso si es una característica nuestra, la densidad que se consigue con esos elementos”.

Hasta donde nosotros vimos si se puede tomar esa densidad como elemento característico de Halo, sobre todo en concierto. Pero en este disco que presentáis….todo suena muy brillante y algo sintético. “Quizás han sido las mezclas, o que nos fijamos en la ejecución más que en el sonido a la hora de grabarlo. Eso posiblemente haya ablandado el sonido del grupo en este disco

Nadie mejor que el señor Fernandez para pegarle un repaso a las cuatro canciones de este CD que se puede adquirir en la web del grupo (www.halo05.tk, donde os podéis descargar gratis un tema extra) o en los bares más activos de la capital guipuzcoana. “Yo cuando escucho el disco me quedo con “Sin recuerdos”, sin duda la que mejor ha quedado. Es una muestra perfecta de lo que puede ser el grupo. A “Cabo Cruz” y “El placer y el dolor” les falta algo de mala leche. “Adiós” es un tema con claro toque comercial. Yo la imaginé para que llamara la atención ante una compañía de discos, para que al escucharla la vieran como single puro por su estilo sencillo y directo”.

Vale, aceptamos comercialidad como elemento compositivo. Pero todo ese mundo de sonidos agradables de esta creación se nos cae al suelo cuando nos fijamos en la letra. Si Daniel afirmaba que a la grabación le faltaba algo de mala saña, no se puede decir lo mismo de los textos de este debut. “Sí, son temas muy melódicos y no te acabas de fijar en la letra, pero hay mucha rabia contenida. Están escritas en ese momento en el que tu has dejado de estar enamorado de alguien que ha estado jodiendote la vida durante mucho tiempo. Es el placer que se siente cuando te ves libre de ese infierno que has estado viviendo”. Y mientras preparan en el local de ensayo la media docena de conciertos de presentación que se han buscado para otoño, avisan que las músicas se harán más enérgicas en el futuro. Allí estaremos para verlo.

Martiko eta Garate: Una víspera diferente

Martiko eta Garate y DJ Amsia fueron las poco pobladas formaciones que se subieron al escenario del Paseo Nuevo la noche de la víspera de la Virgen. Ellos han sido, junto con otros grupos de variado pelaje estilístico, los encargados de mostrarnos durante esta Semana Grande los sonidos menos populares de nuestra ciudad (y alrededores).

Todas estas bandas con (aún) poco tirón de público se encuadran dentro de la propuesta “(H)Asteko Hotsak. Muestra de músicas urbanas”, que este año desarrolla su segunda edición en esa rotonda que uno se encuentra cuando entra al Paseo por la Sociedad Fotográfica y va en busca de peluches y autos de choque.

Muchos de estos buscadores de fortuna y diversión pasaron por las cercanías del escenario que ocupaban Martiko eta Garate (en la vida diaria responden por Xabier Erkizia y Tzesne). Pocos de ellos hicieron parada frente al concierto. Para disfrutar de las experimentaciones de este dúo vasco-navarro había que ir predispuesto, tener la mente abierta para probar sonidos alejados de convencionalismos.

Mientras a lo lejos Kepa Junkera ofertaba sus populares melodías, el folk sufría una especie de exorcismo de la mano de estos Starsky y Hutch de la música experimental, que para la ocasión contaron con la colaboración del indefinible Alex Mendizábal.

La pareja se afanaba por lanzar desde sus ordenadores y máquinas pequeños fragmentos de sonidos arraigados y tradicionalistas. Todo bien regado de delays, reverberaciones y suciedades, construyendo de manera fresca e instantánea somieres de melodías que sufrían en sus carnes continuas alteraciones creativas. Mendizábal no se quedaba a la zaga. Tan pronto se le veía pegándole duro a los metales como soplando un cuerno o cantándole a un micro depositado en una bolsa con un largo tubo de plástico de por medio.

Amsia, el segundo ejecutante de la noche, intentó desde el primer momento quitarse el término DJ de encima. Acostumbrados como estamos a que ése nombre implique sesiones de música de baile más o menos dura, más o menos impersonal, con un tipo poniendo y quitando discos sin parar, este azkoitiarra cargó de personalidad su actuación empleando únicamente sonidos creados por él.

Asistimos a una tacada musical preferentemente ambient, con el artista sazonándolo todo de pequeños crujidos voluntarios, moviéndose nervioso entre los distintos aparatos. Tampoco mostraba temores a la hora de grabar con su micrófono músicas naturales y emplearlas en la suma final de elementos, aplicándoles efectos con soltura e inventiva.

Los innovadores tratamientos de sonido se perdían en la lejanía del océano, arrastrados por el viento reinante. Quién sabe, quizás el mundo marino posea una visión de la vida más abierta que la nuestra, y diferentes especies se acercasen hasta la costa a disfrutar de las ondulantes tonalidades de estas dos bandas. Los humanos, viendo la asistencia del jueves noche a este show, nos seguimos sintiendo algo remolones aún a dejarnos abrazar por propuestas diferentes.

Paseo por el backstage del FIB:“¿Dije ya que hacía calor?”

“Hola, somos AMA. Gracias por venir a vernos”. Con esta simple frase (con los nervios, no se ni si la dijimos) arrancaba el pasado domingo 10 de Agosto, a eso de las 6 de la tarde, nuestra actuación en el Festival Internacional de Benicassim, el mayor evento de música pop de nuestro país. Sobre la calidad de nuestro concierto, por motivos obvios, no puedo daros cuenta en valores objetivos.

Era el final de un largo día. De un enorme e intenso fin de semana. He conocido de todas las maneras posibles el Festival de Benicassim. Como asistente sufridor del camping inhumano que proporciona la organización, como visitante con hotel de persiana y aire acondicionado, como reportero de prensa y como artista. Huelga decir que la última de las opciones es la mejor.

Porque la organización hace todo lo posible para que los músicos se sientan cómodos. Prepara un área tranquila en la zona trasera de los escenarios, el denominado “backstage”. Aunque bien podría denominarse “backUniverse”, porque aquello no se llenaba ni en horas punta.

En esa pequeña lego-ciudad de plástico anexa al espacio festivalero (mayormente poblada por artistas patrios e invitados, amantes todos de la gratuidad de los elementos bebibles que ofertaba el recinto) podías tumbarte en el prado verde, utilizar impolutos baños sin colas, cenar en una zona tranquila mientras veías los conciertos por la tele o emplear las duchas para intentar convertirte en un ser anfibio en aquellos mundos abrasadores. Los hermanos Morán, dueños del cotarro, han pavimentado toda la zona interna y comprado más terreno, para que todos estemos más cómodos y espaciados. Las mejoras son constantes en todo el territorio festivalero.

También se podía el artista pegar un baño en una piscina en esa zona. Para ello había que olvidar cualquier atisbo de amor propio por tu piel. Con el paso de los días el agua pilló un color bastante extraño e insalubre, cosa que no impedía a los artistas guiris menores hacer el guiri.

Curiosa esa apreciación. Artistas menores. Ama éramos artistas menores. Los guiris-cangrejo que buscaban mutaciones futuras en el agua de estanque artificial eran artistas menores. Beck, Suede o Badly Drawn Boy eran artistas mayores. A ninguno de ellos se le vio por esa zona de artistas más tiempo del preciso.

Nosotros cazamos a Badly Drawn Boy y Damon Albarn (Blur) en animada conversación, y sacamos una foto al primero de ellos más tarde, cuando el ex de Justine Frischmann ya había volado. Chocante este preciosista compositor británico. En Benicassim, el reino donde el Señor olvidó crear las nubes, Damon “Drawn boy” Gough no se separó de su gorro de lana y abrigo largo en ningún momento. Quien pensara que esas pintas eran solo para quedar guapete en el escenario (que ya tiene valor), decirle que allí, en la zona trasera del escenario, sudaba y sudaba el autor de uno de los conciertos más personales de todo el FIB. De los famosos locales, J de Los Planetas se llevó la palma de oro. Sigue siendo un aguilucho nocturno muy educado y divertido.

Los 30.000 asistentes repartían sus cuerpos por poblaciones cercanas a la hora de dormir. Benicassim, ya de por si destino turístico mayoritario, no dispone de los establecimientos hoteleros necesarios para satisfacer las necesidades de ese fin de semana. Ama tenía su sede central en Oropesa, a escasos 10 kilometros de Benicassim, en un hotel cuya recepcionista conseguía vivir con la sicodelia en perfecta armonía. Adoradora en secreto de los dogmas de Syd Barrett, todos y cada uno de los encontronazos verbales que tuvimos con ella se saldaban con caras de asombro por nuestra parte, y la búsqueda continua de la cámara oculta. Aquello debía ser una especie de broma…

Nuestra habitación (además de una Biblia escrita en todos los idiomas menos en castellano, regalo de Gerencia) tenía un aire acondicionado bloqueado voluntariamente a 12 grados. Salir de allí era como ir a por comida en una ventisca del Polo Norte. En ella descansamos los excesos nocturnos que las facilidades de nuestra acreditación ofertaba.

Tuvimos mucha suerte con el horario de las pruebas de sonido. La maquinaria del FIB no para. Sobre las 8 de la mañana se cierran todas las carpas. Y una hora más tarde ya empiezan a probar los primeros grupos. Nosotros, al estrenar escenario, éramos los últimos en pasar por ese trance.

Debíamos subir a eso de la una del mediodía, pero gracias a los chicos de MUM empezamos una hora más tarde. En un contrato donde se especifican todas las obligaciones y limitaciones que deben aceptar los grupos, estos islandeses (como muchos foráneos “estrellitas”) se pasaron por el fiordo los 30 minutos de prueba asignados, montando una preciosa y extrañísima batería propia (cosa que no se puede), lo cual retraso a todos los que íbamos detrás de ellos.

Tras comer, ducharnos constantemente y descansar placidamente en la hierba, dejamos que las 6 de la tarde se acercaran a las manecillas de nuestro reloj, afinamos los instrumentos y nos dispusimos a tocar. Sonará hortera porque la frase lo es, pero el sólo hecho de ver a un espectador tarareando una canción nuestra hacía evaporar toda resaca, todo cansancio y toda desgana fruto del mal vivir (por dios, si parezco el cantante de Mana…).

Semana Grande 2003 : Al rico son latino.

El grupo musical cubano Mecánica Habanera inauguró la noche del lunes el escenario situado en la zona de Reyes Católicos con sus sonidos cubanos y modernos. El tablado montado entre el edificio de Correos y el Koldo Mitxelena recibe el explícito apelativo de “Noche Latina”, y los próximos días hará honor a su nombre con una serie de eventos musico-festivos que mostrarán diferentes aspectos de ese estilo rítmico que nos vino del Sur de América y lleva unos años siendo el boom en los mundos radiofónicos, discográficos y populares.

Y de esa zona del mundo, de Sudamérica, eran los asistentes más bailongos al concierto del pasado lunes. A nada que empezara a sonar la percusión, ya comenzaban a ponerse cursivos, soltando las caderas y las manos sin moverse del sitio. En esto último, en no hacer ningún tipo de desplazamiento corporal efusivo, seguimos los vascos siendo auténticos especialistas. Si hubiera una olimpiada de eso, ganaríamos más medallas que los africanos en carreras de larga distancia.

El habitante local tiene en la mayoría de eventos musicales un comportamiento tipo “Concierto de fin de año en Viena”. Es aplaudidor nato, obsequiando cerradas y sinceras ovaciones al final de cada canción, desplaza ligeramente el pie en movimiento punta-tacón mientras sujeta un vaso de refrigerio. Y nunca anda muy lejos de la barra del bar o del asiento comodón de una terraza veraniega.

A veces, al donostiarra (y al visitante más asimilador de costumbres locales) le dan pequeños vahídos y se suelta a sentir la música, a dejarse contagiar por la calidez de los ritmos y mover hombro y pandero como si fuera un integrante más del sambódromo. Pudimos ver muchas de estas gimnasias mientras la gente se alejaba del lugar hacia la zona de tascas elegantes. Pero, gracias a dios, la cosa solo duraba unos segundos, volviendo a la situación inicial con rapidez. El joxemari es, sin duda alguna, quien más cuida su pelvis para cuando sea mayor, mimándola casi en exceso.

Dicho maltrato de cadera hubiera sido realmente sencillo, una salida natural a lo que emanaba de los comedidos altavoces del lugar. Porque ritmo no se les podía negar a estos cubanos de Mecánica Habanera. Un cuarteto compuesto por un bajista, un guitarrista, un percusionista y una voz elegante y parlanchina en los interludios entre canción y canción.

Desde el arranque comenzaron a mostrar vertientes modernas de los sones de aquellos mundos de Fidel, con aparatos digitales que suplían la ausencia de un baterista. Puro ritmo latino bien comandado por el efusivo cantante y un percusionista de alegría contagiosa, que tan pronto se lanzaba a tocar los cueros como se agenciaba un micro y se soltaba la melena disparando frases de temática vacilona en forma de rap.

Porque Cuba y sus jóvenes hornadas compositoras han sabido mutar sin mayores problemas hacia esos entornos hip-hoperos que popularizaron sus norteños compañeros de continente, mostrando siempre respeto por sus maestros santiagueros pero sabiéndose adaptar a los nuevos tiempos. Después vino la eterna revisita al “Guantanamera”, la entrada de una segunda voz, más invitaciones al baile desde la zona alta del tablado…hasta completar 120 minutos en los que la peatonal más católica de Donostia se quiso convertir, con todos los respetos, en el malecón habanero más verbenero.

Los próximos días el cartel de actos de este coqueto y funcional escenario latino completará de diversos sabores ese componente latino, con actuaciones de grupos como Son de la Frontera, Fuerza Latina o la charanga de los Sonoros de Changüi. Para quien quiera disfrutar con los contoneos de los demás, el Ayuntamiento, buen conocedor de las costumbres voyeuristas donostiarras, ha programado también una exhibición de bailes latinos a cargo de la Escuela de baile de Carmen Garmendia y María Govillard.

Final XXI Concurso Pop-Rock Ciudad de San Sebastián

La edición número doce del concurso Pop-Rock Ciudad de San Sebastián ya tiene el podio seleccionado. Los grupos Funny Bone, El secreto de Marta y The Cross han sido el terceto elegido para completar los primeros puestos de este concurso promovido por el Centro de Atracción y Turismo de la capital donostiarra.

Los tres grupos actuarán la noche del Domingo 10 de Agosto a las 23.30 horas en el escenario del Paseo Nuevo cercano a la Sociedad Fotográfica, para que el jurado decida el orden final y el consiguiente reparto de premios: El cajón más alto del podio conseguirá la grabación de un mini-CD y 500 copias del mismo para labores de promoción. El segundo se agencia 1500 Euros y el tercero la nada despreciable cantidad de 900 euros.

Todos esperaban llegar a la final. Todos los participantes, hasta los que no han alcanzado esta última ronda,, lo esperan. Y una vez dentro de esta fase, todos quieren ganar. Uno desconfía si lo dicen para quedar bien, porque el resto de premios son jugosos también. Nos fiaremos. “Por supuesto que nos gustaría ganar el concurso, decir que no seria mentirte. Lo que también nos apetece es tocar en el Paseo Nuevo al aire libre. Y que no llueva. En cuanto a lo del CD, esta bien porque nos permitirá grabar temas nuevos”. Quién así opina es Ivan Aramayo, uno de los cantantes que tiene Funny Bone. Como somos muy educados, les preguntamos por las bandas que podrían definir su música para que nuestro lector les ubique. “The Smiths, REM, The Cure, The Go-Betweens, Placebo, y podriamos seguir……”. No lo dudo, pero quédense con la banda liderada por Robert Smith como elemento más clarificador.

Este quinteto donostiarra tiene ya dos Cds autoeditados en la calle y son los más experimentados del tridente de bandas finalistas. Algunos de ellos llevan desde finales de los 80 tocando, y esa experiencia se nota a la primera escucha. “Hombre, yo creo que el hecho de llevar años tocando no creo que sea lo que determine si ese grupo va a ganar o no. Esto de un concurso de música al final es muy subjetivo, es cuestión de gustos. Lo único que la experiencia nos puede dar es que somos un grupo que suena muy compacto y conjuntado.”

Otros viven más nerviosos. Consiguen esa experiencia a marchas más forzadas, lo cual no afecta a la calidad de sus sonidos. Vean sino lo que nos cuentan los chicos de The Cross. “Ha sido todo muy rápido (estuvimos grabando el mismo día de entregar la maqueta) y se nos ocurrió cambiar el nombre del grupo ya que suena muy distinto con la voz de Eva, la cantante”.

Ellos ya se habían presentado dos veces con anterioridad a este evento, con la denominación de Friday Kick y sin la dama como solista vocal. Tras adaptar sus antiguas canciones a los nuevos registros de ella y hacer algún tema nuevo, adoptan este nuevo sobrenombre con urgencia. ”El nombre actual de THE CROSS puede que sea provisional, ya que lo pensamos deprisa y corriendo el último día“.

A la hora de nombrar influencias, los chicos son ochenteros, norteamericanos y algo clasicotes, tipo Adult Oriented Rock, mostrando sus amores por grupos como “ Mr. Big, Aerosmith, Van Halen o Tesla”. Si a ello le suman la voz de ella, que se ajusta como un guante a dichos gustos musicales, la cosa alcanza tintes de Bonnie Raitt o Alanah Miles sin mayores esfuerzos.

Los chicos de El secreto de Marta, el tercero de estos grupos finalistas, se conocen bastante bien las carreteras vascas. No, no es por tocar (no guardan una excesiva buena imagen de los pocos hosteleros programadores de conciertos), sino por lo que se tienen que mover para ensayar. Lean, lean. “La cantante Marta vive en Donosti. El resto repartimos nuestras viviendas por Rentería, Irún y Pasai Antxo. Y el local de ensayo lo tenemos en Lezo”.

Llama poderosamente la atención su nombre. Nos invita a preguntarles por ese secreto que Marta guarda tan recelosamente. “Queríamos buscar un nombre que fuera un tanto sugerente y terminamos buscando algo que incluyera las palabras “el secreto”. Y ya que la cantante se llama Marta… ¿por qué no El secreto de Marta?”.

La susodicha es una de las principales características de esta formación. Su voz, suave y profunda, potente y cercana, inunda las melodías que el numeroso grupo compone. Échenle unas gotas de Pop-rock, agiten con algo de brío, denle potencia a los altavoces y déjense llevar por estos secretistas. Su posición final la decidirá el concierto que estas tres bandas ofrecerán el domingo 10 de Agosto a partir de las 23.30 horas en el Paseo Nuevo.