Saltar al contenido

De Phazz: Dulce variedad

Este sábado 15 de diciembre el caleidoscopio musical del grupo De-Phazz presenta en la sala Jam bergaresa sus melodías de agradable escucha y cierta tendencia a las pistas de baile. Su primer disco para la multinacional Universal-Jazz está causando un pequeño revuelo en Europa, con especial incidencia en su Alemania natal. En dicho país la canción “Something Special”, el primer single extraido de este nuevo disco titulado “Death By Chocolate”, ha vendido más de 60.000 copias.

Los orígenes de este particular grupo hay que colocarlos en el año 1997, situando en el centro de este experimento musical al productor Pit Baumgartner, cabeza visible de este cuarteto completado por Karl Frierson, Barbara Lahr y Otto Engelhard. Fue Baumgartner quien durante los dos discos anteriores del grupo (“Detunized Gravity” y “Godsdog”) se encargó de madurar la fórmula que ahora ha estallado en este nuevo CD.

Y esa receta implica, ante todo, versatilidad. Las nuevas canciones de este grupo germano pueden incluirse bajo ese halo de cool-jazz que ha brotado al amparo y la fama de grupos como St Germain o, echando la vista algo más atrás, aquellos US3 y su popular “cantaloop”. Como en el caso del artista francés, las canciones de De Phazz saben tomar pequeños loops de viejas melodías o sonidos de inspiración jazzera y rejuvenecerlos acompañándolos de elementos electrónicos, mezclando la calidez humana y la practicidad de las máquinas. Los mayores aciertos del CD vienen en este campo, con canciones como “Maybe San Jose”, la arrebatadora “Heartfixer” o el single “Something Special”.

Otro punto característico de su collage de estilos es la generosa ración de easy listening presente en este “Death By Chocolate”. Melodías cautivadoras, elegantes y de sabor veraniego mostradas con una originalidad y diversión similar a la que suelen presentar las referencias del sello Bungalow y combos como Pink Martini. Las ilustraciones del precioso digipack o una visita por su refinada web (www.de-phazz.de) solo reafirman la idea de que Burt Bacharach o Esquivel son del agrado del grupo centroeuropeo, con ese punto de sofisticación y modernidad tan cercanos al kistch.

Pero ahí no acaba el carro de sabores dulces de este disco. La variedad exótica de referencias incluye ese toque latino tan presente en las composiciones electrónicas más desenfadas de la actualidad, soul suave (abundante en las partes más relajadas de este álbum), algún toque cabaretero y una amplia variedad vocal. Por el micro pasan una cantante de Gospel como Charity D. Sanders, el reggae de Skarramicci y la suavidad de Pat Appleton, la cual participa en la composición de varios de los temas de este disco.

Publicado enEntrevistas

Sé el primero en comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *