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Schwarz: Sicodelia de salón

A algunos músicos hay que dejarlos tranquilos. Que toquen en el local de ensayo, que prueben nuevas ideas o se suban a un escenario. Pero nada de fusilarles a preguntas para que nos den más pistas sobre sus creaciones.

Estamos acostumbrados a que los autores nos vendan las virtudes de sus creaciones. No es este el caso de Alfonso Schwarz, guitarrista y cantante del grupo Schwarz. Cualquier intento por sacarle detalles de su tercer disco (“Cheesy”, Astro 2002) choca con cierta vaguedad por su parte.

Lejos de recrearse en las respuestas con enfoques valdanistas, Alfonso devuelve la pelota liftada y al fondo de la pista. En el fondo no le hace falta vender nada. La banda murciana habla donde debe hablar: mientras el CD gira en nuestro reproductor.

Porque este disco será, con todo merecimiento, uno de los referentes nacionales más aplaudidos este año que va tocando a su fin. Un trabajo de rock aperturista, con la mente puesta en la América más independiente y abierta a la experimentación, con mucho ruido y mucha melodía. Y el trío Schwarz lo presenta hoy en el Azkena bilbaino y mañana sábado en la Sala Zulo de Lasarte.

Me he cosido a leer que lo vuestro es sicodelia, pero yo no lo veo tan claro.¿Quizás se os pueda situar cerca de los Flaming Lips, con ese arranque de “Cheesy” ejecutado con una batería vocal?

Los Flaming Lips tampoco son una de mis bandas favoritas, pero entiendo la conexión. La sicodelia no es un estilo, sino un adjetivo, una cualidad de la música. Hay rock psicodélico, folk psicodélico… Todo depende de que exista esa voluntad de trascender la realidad. En ese sentido, «Cheesy» es un disco tan psicodélico como todos los anteriores.

Pues este CD suena más cercano a grupos como Yo La Tengo o My Bloody Valentine. Más rockero que la definición que dais de este disco como “el go-pop de Schwarz”.

Depende de lo que entiendas por música pop. Para mí My Bloody Valentine o Yo La Tengo son grupos de pop, entendido en el sentido más amplio del término.

Una de vuestras premisas para este disco fue recoger la frescura de vuestros temas.

En principio queríamos hacerlo en directo, pero nos fue técnicamente imposible. De todas formas, suena bastante inmediato, reflejando el sonido de la banda en concierto. No utilizamos procesadores de efectos para nada, ni siquiera para la voz, así que suena como si el grupo estuviera tocando en el salón de tu casa.

¿Esa inmediatez os ha sido útil a la hora de crear estos temas menos estándar, con partes más diferentes?

Bueno, hablar del contenido musical de las canciones es difícil. Son como son, y no hay una razón que las explique más allá de la necesidad. Parafraseando a Godard, diría que son una cuestión de moral. No podría imaginármelas de otro modo.

Para las actuaciones montaís un rollo muy Velvet Underground, rodeados de diapositivas y videos…

Puede que nuestro directo tenga también ese punto intermedio entre callejero y arty, pero no estoy seguro. Lo que sí te puedo decir es que en directo somos más afilados, más intensos que en disco. Un poco más punk, quizás.

¿Que nuevos experimentos estaís preparando para el futuro?

Aún no hemos tenido tiempo de probar nada porque estamos muy liados con la gira, la promo, e incluso con otros proyectos como grabar una versión de Syd Barrett para un recopilatorio de un sello independiente italiano. Hoy por hoy creo que las próximas canciones podrían tener un sonido más procesado, menos directo y más atmosférico, también más deformado, pero es sólo una idea.

Publicado enEntrevistas

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