Siempre da un poco más de tembleque en las canillas el estrenarse con una nueva formación. Máxime cuando sus integrantes viven a varios años luz, que es la distancia entre Madrid y Donostia por la puta Nacional 1 en obras constantes o perennes.
Pero, como me dijo @diariopop al día siguiente en el conciertazo de Garbanzo y Anntona, «no hay como poner una mujer como copiloto para que todo vaya sobre railes, organizado, recto». Un detalle: El de FeCoNi fue mi primer concierto de pie, sin sentarme en el taburete. Y aunque ella no lo diga, seguro que en el siguiente intentará que ya no haya un atril entre mi jeto y el de la gente.
La invitación fue cursada por el Madrid Popfest, para los que solo tenemos parabienes (y parafarmacias, que sus fiestas suelen traer consigo una simpática resaca). Llegamos al Fotomatón, donde me apetecía mucho tocar. Un sitio al que le tengo mucho cariño. «Como Vivir en el Campo» probaron sonido antes, que tocaban los segundos, y no tenía mala pinta. Sensación que luego confirmarían en el concierto.
Saludamos a los amigos que han venido a vernos. Algunos al concierto, otros antes porque luego no pueden quedarse. Pedro Havoc, Javi LBV, Ainhoa, Gorka Joven Brian, Los Casino -casi- al completo, gentes que se reunen alrededor de un pavo un día al año… Prueba de sonido correcta y sencilla. Dos micros y una guitarra no es cirugía cuántica.
Vinos previos, Tomás Gil mediante, en el pollo situado frente al local. Más saludos (Ornamento y Delito) y abrazos, especiales para Ignacio Cerillas Garibaldi. Persona que, sin haber escuchado nada, ya quería grabar la actuación por pistas para ver la posibilidad de editarla en el futuro 😉 Confirmamos que no se hizo. Ya si eso lo iremos viendo sin prisas.
Porque salimos supercontentos de la actuación. Yo apenas me equivoqué tocando ni cantando. Solo enfocando la situación en momentos puntuales. Y la voz de ella todo lo arropa, dando esplendor hasta a la lectura de los números de un bingo o las presentaciones de los grupos de un festival de música indiOH WAIT.
Tocamos versiones ajenas. Todas en inglés, claro. Y canciones propias o muy propias. Todas en castellano, claro. Y lo dicho, brindis para acabar, una celebración digna y un poco más, y bastantes buenas palabras de los asistentes. Lástima que no haya podido encontrar textos en blogs o FBs o Twitter que puedan rebatirme 🙂
