Cine rojo, ¡qué nombre más bonito!

Dos viejas salas de cine porno en Barranquilla tienen más clientes que las 24 modernas de la ciudad

La clave está en sus fieles clientes. Unos cien espectadores acuden religiosamente al cine rotativo y han logrado, incluso, con los dueños, que les repitan película.

Ambas salas, que proyectan dos películas, rotativamente, entre las 11:30 de la mañana y las 7:30 de la noche, han sobrevivido a los embates de la piratería; a la moda de muchos estaderos de cambiar los videos musicales por cine rojo después de 11 de la noche y sin ningún costo; a Internet, que permite ver sin control cualquiera página pornográfica en la red; y a las críticas de puritanos que quieren verlas convertidas en escombros.

«Esos cien que no fallan, más otros cien que entran de manera esporádica nos aseguran unas 200 personas diarias y creo que por eso nos mantenemos», asegura Vega.

El grupo se ha dado el lujo, además, de concertar la repetición de películas, y lo que menos les importa son los títulos. «Ya no le paran bolas a eso (el título), solo es que muestren vainas nuevas (posiciones o aberraciones)», dice.

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3 comentarios en «Cine rojo, ¡qué nombre más bonito!»

  1. ¡Todo sea por las nuevas vainas! que dicen que vienen muy frescas este año.

    Por cierto, al que vende películas ilegales en estos cines se le llama Piratón, y al prota de una peli gay de esos cines también se le puede llamar igual. Que lio!!!

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