One Sunday Afternoon

Fuera llueve. No puede ser casualidad. Dentro también. «One Sunday Morning» acaba de cerrar «The Whole Love», el disco que verá la luz (por cauces legales) el 27 de septiembre del 2011.

Nadie pensaba en llorar en esta primera pasada al streaming. Máxime escuchando el arranque del album. Pero es imposible no hacerlo ante ese tema. Una absoluta delicia. Con esa voz que expresa más que canta, que cuenta y narra. Son como los últimos minutos de The Wire, explicando de manera tan llana y sencilla como directa toda la historia -en el caso de Wilco, el folk norteamericano de los últimos decenios, el amor, la melancolía, el sentimiento de los domingos a la mañana-. Que dure diez minutos es una ofensa al buen gusto. Debería durar 30.

Así, con el pie cambiado, intentamos recuperar los apuntes que pillamos al vuelo en el first listening. Muchos y buenos.

El dico tiene muchísima energía, no solo sonora. Destaca, sobremanera, el comienzo con los cuatro primeros temazos, una brutalidad compositiva. Y de estilo. Asier Leoz dijo una vez que Wilco son la gran banda de rock clásico del decenio. «Art of Almost», «I Might», «Sunloathe» y «Dawned on me» solo pueden ahondar en la idea.

Almost es una animalada con aires kraut a la que siempre le faltará volumen, aunque enchufes tu equipo a un reactor transoceánico. «I Might» sonaba de rechupete en las tomas en directo que pudimos cazar hace unos días, con ese estribillo arrebatador (palabras que si por mi fuera leerían una y mil veces en este post).

«Sunloathe» arranca como los Flaming Lips haciendo el Mago de Oz, despertando la vena Beatle que emerge en la segunda parte de la canción. Y «Dawned on me» me eriza los pelos desde el primer día que lo escuché. Aunque -¿no os pasa?- al arrancarme a cantarla me acuerde del «Like a Virgin» de Madonna! 😀 El estribillo, de nuevo, es de destrozar carreras musicales ajenas por la vía de la frustración compositiva. ¡Y qué coro final! Una delicia power pop angelical.

Como era de esperar, a «Black Moon» (y la campestre «Open Mind») no se le hará justicia hasta dentro de unas escuchas. Le toca el papel de bajar a la tierra tras varios minutos con la adrenalina elevadísima. Wilco tiran hacia el country, que parece arrancar puro pero que, en manos de los norteamericanos, sabe brotar con la diversidad suficiente como para atraparte sin soltarte. Los arreglos de cuerdas, preciosos, ayudan a elevar la nota inicial. Sería una gran canción  para comenzar la cara B, tras tanto hit inmediato, pero en el disco que da vueltas en el streaming se le intuye un segundo lugar en esa fachada.

«Born Alone» es el tema con el que presentarías a Wilco a tus padres. El que fuera primer single del disco es un tipo de composición que siempre hacen. Perdón, una canción que siempre hace BIEN y DE MANERA ÚNICA. La bajada es, curiosamente, el subidón. ¿Quién coño hace del puente de un tema la mejor parte de la canción? Wilco. Estos cabrones manejan los acordes/tempos/potencias como les da la santa gana. Su capacidad de sorpresa es inmensa, y emerge donde otros solo van de paso, rellenando huecos.

Exceptuando la arrebatadora (¡se me acaban los adjetivos! ¡voy a tener que empezar a repetir!) «Standing On» (vuelve el rock. Otro tema para no para de escucharlo durante horas. Muy del gusto en arreglos de I Might – y convenientemente alejado-. Con otro estribillo, mejor el primero que el segundo, de estirar el cuello y cantarlo mirando hacia arriba. El guitarrazo final pide más vueltas. Más. Más. MÁS.), The Whole Love va bajando en intensidad con suavidad, sin baches en el vuelo.

«Capitol City» se dibuja urbanita, de película muda, con mucho swing y que va electrificándose con gusto. «Rising Red Lung» sí que cierra bien la cara. Una delicia con una sonoridad embriagadora, unos arreglos perfectos, hasta en el brinco y vuelta a la paz. El «The Whole Love» que da título al album dirige su punto de mira hacia la Costa Oeste EEUU, falsetes y todo. Junto a “Open Mind” lleva un aire casi glammy que calza bien con el resto. Y esos empastes vocales preciosos… Otra genialidad.

Y luego «One Sunday Morning». Y te baila todo el análisis. Y te bañas en lágrimas. Y se acaba. TODO. El universo, el resto de discos que escucharás este año. Los conciertos que verás. TODO. Ya lo viste filtrado, a un click. Pero corres a Play.com / CDWow a comprar por anticipado y sin gastos de envío la edición especial. No hacerlo sería maltratar a una de las formaciones más arrebatadoras de nuestros años.

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