Kutxa Kultur Festibala: Nada estandar

Que el concierto sorprendente sea de esos de aquí o de aquellos otros de aquí también. Que un banco se casque un fiestorro de este tipo (que lo pague, vamos). Que sea el final de un circuito que ha apoyado, y muy bien, a los artistas locales, ya sean músicos, foteros y tejedores. Que lo monte en un Velódromo, ideal para estos usos y en desuso últimamente. No puedo verle peros a lo que Kutxa ha hecho en este 2011. Y se lo dice una persona que ha quitado su tarjeta de ese banco por los gastos.

De Wilco ya se habló mucho y bien y mal ya. Y es, a juego con el día, agua pasada. A Plv Havoc y la Rosenvinge no pudimos verles, porque algún día había que descansar. Y lo de Primal fue el copón.

Entiendo, eso sí, a quienes digan que parte del concierto era demasiado parado. Pero es que eso es el «Screamadelica». Bueno, eso, y mucho más.

Para mí Screamadelica es primero de carrera. Todo el año. Leioa, la ciudad del decorado de las películas de catástrofes nucleares. La ventana de la terraza. Fumando. Evadiéndome completamente con «Higher Than The Sun». Es Dani. Y más gente, claro.  Es el artículo del DVorame (Diciembre 91) en el que se recogían 3 de mis discos preferidos, publicados a finales de 1991: Loveless, Bandwagonesque, Screamadelica. Todos en Creation Records. Es una anécdota sobre ver a Gillespie en el metro de Londres. Es ir a Bloody Mary a por el Dixie-Narco E.P. También fue, mucho antes, Velocity Girl y Gentle Tuesday.

Y a pesar de todo eso, disfruté como un niño pequeño en su concierto. Con las maracas que Ane se había comprado en un chino y robé largo rato. Como un niño. Como lo que fui.

De recuerdo me llevo una foto muy divertida – que no hace justicia a mi devoción por los Primal) y un poster firmado por todos ellos. Al muro de casa que vas, guapo.

Antes, y siguiendo con los aplausos, los donostiarras Brandy Hips demostraron que no hay escenario grande, y ofrecieron un señor concierto fuera de todo chovinismo. Las canciones nuevas son grandes como soles, y los cambios que les hicieron a algunas como la última solo añadieron más valor a lo que ya lo tenía. No sé si las guitarras se escuchaban como se debían escuchar, pero todo se escuchaba bien.

y los de We Are Standard….FIUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU
vaya grupazo señora. Qué nivel. Los temas nuevos tiran para el Manchester más contagioso. No pienso perderme ninguna de sus futuras (y cercanas) citas. Con un juego de luces muy juguetón, estos te levantan una crisis griega con dos melodías.