BMX Bandits : «In Space»

Es un universo particular. Y pequeño. El “niño grande” Duglas T Stewart, ya sin la elegante compañía del autor de “Rimbaud and me”, sigue defendiendo la innegable belleza artistica del juego del cucurucho

Él es así, siempre lo fue. Un anti heroe. Defensor de la pureza y sencillez emocional, como bien demuestra en todas y cada una de sus estrofas. En todas. También en las que ahora presenta en este paseo por el espacio, que el autor presenta de la siguiente manera: “Cada canción, cada flash musical es como una pieza de un puzzle que ayuda a nuestro héroe a descubrir cómo acabó perdido y vagabundeando infinitamente por el espacio, y cual es la visión del amor que él mismo se ha formado.”

Si a eso le añadimos “El protagonista recuerda que sus amigos le reforzaban en la idea de que todo iba a salir bien pero no se siente muy seguro de ello” tenemos la peli “Serious Drugs” – documental casero y cariñoso sobre el autor y su mundo- resumido en 4 patadas y 3 sílabas.

Fue precisamente en la parte final de ese film de Jim Burns cuando descubrimos “Listen To Some Music”, una de las mejores canciones de este “In Space”. Un rayo de esperanza tras el ligeramente inferior debut para Elefant Records. Y hay más rayos, claro: “Fireworks”, por ejemplo. Y más. “And It´s You”. Y más, pero a vuestra cuenta, mascaditos. ¿Nos encanta cuanto más se acerca a su forma tradicional de componer y sonar? Puede. Coño, nunca dijimos que no fuera un tío encantador.

Pero su peterpanismo exacerbado a veces le despista. Hay otras pistas que suenan a soft 70s y a pista supletoria de crucero. Como el 1972 de Josh Rouse, pero grabado con instrumentos de andar por casa. Bueno, no deja de ser parte de su juego. Probar y sonreir de manera ingenua. Porque ahora hay espacio para el soul y funky bailable – bueno, eso- en “Beautiful Time”, “Fucked This Time” o ese “Elegant Love” que seguro chifla a Guille Milkyway. «Like The Morning Sun», por ejemplo, es , como en las películas de Woody Allen, imposible de imaginar sin la presencia principal del autor.

No merece la pena mirar atrás. Mejor fijarnos en que parte del pasado siempre ha estado y estará ahí. La buena, ilusionante, emotiva y costumbrista. La que nos gusta. Hoy y mañana. Y disfrutar de este disco, uno más en la constante búsqueda de la vida por parte de Duglas.