¿Intxaurrondo o Gazteszena?

Vaya por delante que mis estudios de ingeniería sonora se limitan a poner la alarma del móvil cada mañana. Pero somos gentes paseadas y, en ocasiones, atentas a los conciertos. Y eso nos permite ver pros y contras (objetivos, o casi) de estas dos salas de conciertos gestionadas por el Ayuntamiento

La de Intxaurrondo es tan nueva en el tiempo que aún no hubo tiempo de ponerle un nombre oficioso. Tiene un formato horizontal, quedando el escenario en mitad de dicha línea. Y una asistencia preta de unas 500 personas. El escenario está realmente bajo, lo cual es ideal para los conciertos acústicos. La sonoridad de la sala acompaña. Josh Rouse, por ejemplo, fue delicioso también por la sala en la que se ofreció. Cojea un poco en los conciertos más potentes o rockeros. Creo que la forma y la disposición de los altavoces, a los que parece faltarles metros de fondo, suelen frenar ligeramente la perfecta audición de este tipo de actos.

Gazteszena sería justo lo contrario. Lo cabreado suena de maravilla, por altura del escernario y localización de los parlantes. Y por el carácter más rectangular del lugar, quedando lo más suave más perdido entre las cuatro paredes. Tiene otra ventaja, sobre todo entre semana: encontrarse más cerca de la extensa zona plana de la ciudad. E´sta tiene pinta de sala de conciertos, por distribución y ambiente. La otra es un multiusos que acepatrá de buena gana ballets y acústicos.