La tercera vía.

La presencia de Banksy en Donostia va llegando, afortunadamente, a su fin, con las últimas noticias sobre el borrado de su supuesta obra de Urgull. Empezaré analizando las sensaciones que ese texto me ha generado, para seguir con las de la carta de Santi Eraso en DV sobre el tema

Leyendo el artículo de El País, me queda la extraña sensación de que la culpa del borrado ha sido nuestra, de todos. Que el Ayuntamiento intentó preservarla – por cierto, que las «pistas» de Banksy sobre la autoria giputxi ya estaban en su web cuando apareció la pintada – y que nuestro pasotismo ha traído consigo la degeneración  artística de la obra (curiosa idea para hablar de un grafitti), por lo que el responsable de Belle Epoque del Ayto ha sido obligado a eliminarlo.

La idea tiene mil esquinas. La mostrada, y 300 más. Por apuntar algunas:

  • Los grafiteros locales han aprovechado el foco mediático para publicitar este tipo de arte, denunciando o tensando el partidismo legal mostrado hasta la fecha.
  • La gente ha pintado para descojonarse de la supuesta obra de arte.

Lo más doloroso: A idéntico acto, distinta acción. A Banksy se le respeta, al resto no. Aplicarle baremos artísticos objetivos a una pintada tiene sus riesgos, salvo que seas el comisario de una exposición. Y no creo que sea el caso, que intuyo que el responsable de elevantar o tumbar el pulgar tendrá labores más elevadas que esas.

¿A mí qué me parece? Que de puta madre que lo borren. La ley dice que hay que hacer eso. Y todos debemos cumplir la ley.

Vayamos a la carta de Eraso. Una persona que siempre ha mostrado gran inquietud por los movimientos sociales paralelos. Me gusta que haya aprovechado el hueco que suele tener en el Diario Vasco para hablar del tema. Pero hay varias partes demasiado contemporaneas que me impiden apoyar con aplausos su texto.

«Desde mi punto de vista, la cuestión no está en decidir si las pintadas son arte o delito, y en función de esa valoración subjetiva responder de una u otra manera, sino en posibilitar su existencia como forma de expresión urbana -no necesariamente adscrita al valor artístico- en el marco de un acuerdo entre las partes implicadas

Santi Eraso es, desde hace muchos meses ya, el director cultural de la candidatura a capitalidad 2016 de Donostia. Desde su posición ha buscado traer a primer plano – Avalón mediante- el tema del grafitti. Y la que describe es la solución que dio en el pasado Festival de Cine de Donostia: la colocación de unos paneles temporales para que los autores locales se expresaran. Buscando armonizar legalidad y defensa, promoción (¿del arte? ¿de la película? ¿de una gracias a la otra?) y normativa legal.

Por eso choca que, en las líneas siguientes, defienda la idea de rebeldía, clandestinidad, resistencia, «que cada cultura prolifera sobre los márgenes». Apoyo sin cortapisas su opinión sobre los signos permitidos  en la sociedad, pero no veo del todo razonable que defina el grafitti como algo ilegítimo y luego abogue por la tercera vía- ¿la del AVE?-, que es la que siguió la sociedad occidental con Banksy. Asimilar para revender digerido, como decía El Topo. O igual esa nueva travesía es como lo del Abordaje Pirata de la  Semana Grande donostiarra. O como los Gaztetxes y los nuevos Gaztelekus. No sé…

Igual es que es toda defensa que puede hacer desde su actual trabajo en 2016, que no es poca, y a veces toca hilvanar demasiado fino y hacer piruetas sobre el alambre.

20 comentarios en «La tercera vía.»

  1. que me expliquen qué hay que hacer para que te dejen la pared así de limpia, que en el barrio tenemos invasión de estúpidos que sólo saben poner su nombre en las paredes… (si por lo menos hicieran un grafitti, pero no les llega)

    • Jorge,

      Qué poco tiempo has necesitado para faltar al respeto insultando a la primera de turno!

      Eso demuestra tu verdadera personalidad intransigente y ególatra.

      La experiencia me dice que para pintar en «tu barrio» – céntrico, burgués y elitista donde los haya- hay que actuar rápidamente… lo cual no da lugar a esas «grandes obras maestras» coloridas que tanto te parecen gustar.

      A no ser que al ayuntamiento se le vaya la olla y decida por un casual hacer un espectacular evento lúdico-festivo como la patética Urban Sessions que vimos el pasado festival de cine.

      Mucho ruido, muchas fiestillas y pocas nueces…

      • Insultar insultar, lo que se dice insultar lo hace quien llena bancos, papeleras, frontones, fuentes, y demás superficies con un garabato patético. Como «mi» barrio no es el Centro, ahí siguen todas las firmas, que son como la meadita del perro, para marcar territorio. Ya nos gustaría tener algo un poquito más currado, tampoco pido un Banksy.
        Supongo que cuando vea a un grupete de chavalitos intentando destrozar un parque infantil en «mi» barrio tampoco les podré decir nada, no? Eso supongo que será otro tipo de expresión artística que los intransigentes y egolatras (en mis ratos libres soy racista también) odiamos a muerte.
        PD: no has entendido nada de nada de mi mensaje, pero reconozco que la culpa es mía, no me he expresado con claridad.

  2. ¿Qué ocurriría si la pared estuviera en Bilbao? La verdad que ayer pude leer el artículo de ElPaís y me parecía vergonzoso que se dijera que es un error eliminar dicha obra puesto que traería turismo.

    Creo que Donosti no necesita de las obras de Banksy para atraer turismo.

    ¿Ocurrirá algo la noche de los Zombies vivientes en la Ciudad de la Concha?

  3. Manuel Delgado ha escrito mucho sobre el tema de la perdida (o robo de los dirigentes y gentes de ¨bien¨) de la calle por parte ciudadano.
    La posición de Eraso.. pues un poco la de nadar y guardar la ropa…
    Lo bueno de la pintada de Banksy es que ha puesto este debate en primera página de un periódico tan conservador como el DV… y por otra parte ha demostrado que los huevos que no ha tenido el ayuntamiento para cumplir la ley lo ha tenido algun malasombra con su spray.

    El arte urbano es efimero y tiene fecha de caducidad. No se entiende de otra manera ( Banksy dixit)

    • No trataré el conservadurismo del DV, pero sí indicar que la noticia le generará un buen número de visitas y comentarios, cosa ideal para luego vender publicidad y aumentar el número total de visitantes.

  4. Siempre te arrepientes más de lo que no haces que de lo que haces, en este caso, de no haber borrado personalmente el grafiti, sobre todo, si finalmente era de Banksy.

  5. Discutir si es arte o no porque esté en una pared o no se haya pedido permiso… me parece un debate un poco anticuado y reaccionario.

    Si se trata de una manifestación contestataria, crítica con el poder, irónica, sarcástica, no tiene sentido pedir un permiso, o rellenar un formulario, no todo debe estar delimitado por la normativa municipal.

    La ley es la ley pero también existen mecanismos para combatirla y existe también la desobediencia civil, que no quiere decir que no se acepten las reglas del juego.

    Por ejemplo, en algunas ciudades prohiben ir en bici por las aceras. Puede parecer lógico, pero si no hay una alternativa segura (bidegorri) la «ley» te obliga a ir por la carretera donde la bicicleta no goza de ningún respeto y literalmente te juegas la vida. En este caso, yo incumplo la ley. No sé si es un buen ejemplo…

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