Esta noche Guille canta para miiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Foto: David Román

Foto: David Román /DV

Vamos a peor. Sin remisión ni freno voluntario. Las resacas duran el doble, las miradas playeras se pierden con más asiduidad entre los escotes y nos encanta cambiar actividad por sillón.

En el pop la cosa sigue por los mismos derroteros. Si en la juventud éramos claros defensores del pop más dulce, ahora que ya pintamos canas (hasta en las…uñas de los pies) nos ponemos la coraza y agarrando el sable nos partimos la crisma en la defensa de los valores supremos. A saber, melodía, elegancia, diversión, indie.

Si hace unos días desayunábamos con la alineación de 4 planetas, ayer cenamos con otro hecho casi tan insólito como el planetario: La Casa Azul tocando en el escenario principal de las fiestas de San Sebastián.

No esconderé mis temores iniciales: el señor Milkyway con sus habituales pantallas podrían ser granos en el pajar ante la inmensidad de la explanada. Una adecuación técnica (subir las pantallas a unas tarimas para que ganaran altura) y un soberbio ejercicio de estilo que ni la Comaneci en Montreal despejaron fantasmas y nos entregaron al bailoteo coreado.

Aunque el setlist no haya sufrido muchos cambios respecto a su “gira de locales pequeños” :-D, nos hizo más ilusión si cabe que despachara su revolución sexual a las primeras de cambio. Un ejercicio de fuerza. O lo tomas o lo dejas. Si viniste al single, aún estas a tiempo de coger el autobús. Afortunadamente, nadie se fue del lugar tras las casi eurovisiva tonada.

Concentrando muchos aciertos en la primera parte de la actuación y con una voz pelín cascada, La Casa Azul supo intercalar los temas a piano (en conciertos previos eran 6 seguidos, ahora fueron series más cortas) para ofrecernos una hora y media gloriosa por muchas razones: Porque nos gusta el pop sincero y con referencia rumiadas a discos de nuestra vida. Porque disfrutamos con cada uno de los pasos de este “Errazkin de Madrid”. Porque ver a 500 personas pegando botes (¡en Donostia!) en un concierto gratuito nos permite mantener la esperanza de que otro mundo es posible. porque al acabar el concierto el artista se pasó más de 40 minutos sacándose fotos con sus fans y firmando discos a pie de calle. Y por muchas más cosas que la caraja me impide recordar.

Pd: ¿Sabían que en Tolosa hay un establecimiento llamado precisamente La Casa Azul?

7 comentarios en «Esta noche Guille canta para miiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii»

  1. ¿Otra vez el limoncello?

    Pasaron por Teledonosti los de Lola’s Club y se despacharon a gusto con el concurso. De hecho, me acordé de usted. Que si por qué el premio es la grabación de un Mini-CD, que si no vale para nada, que si ya vale de decir que La Oreja empezó así… Más razón que el grupo de santos. También pasó por elplató el Guille de La Casa Azul. ¡Qué ser, por dios!

  2. yo es que ya lo he dicho mil veces, pero allá va una más. ¡¡viva guille!!

    pd: al errazkin sí que no he conseguido verle aún en un escenario y esa espina no debería seguir clavada.

  3. Juke. jajajajajaja, nono, que estuvo pero que muy bien! Yo es que soy fans. Ñoño y fans. Y desde ayer más [admito que ronronee más que un gato, cubata va cubata viene y se queda]. Cada uno tiene sus debilidades, y Milkyway es una de las mias. ¿por qué dice lo de «qué ser»?Lo del Pop rock dirán porque se han comido 400 copias de su CD. Tienen razón en lo de la Oreja. Y en lo demás
    Manolo: Ahora es más sencillo, como guitarra de Single. Hasta parece que se lo pasa bien tocando y todo! 😀

  4. No, si yo decía lo de «qué ser» porque la entrevista fue fastuosa. Sería imposible reproducirla entera y capturar su espíritu, pero sí traeré aquí algunas de las mejores respuestas:
    «Sí»
    «No»
    «No sé»
    «Puede ser».

    Ahí queda eso.

  5. Al menos la Vaca Azul existe, quiero decir que The Peche Mode es una obra maestra… Qué lástima haberme perdido la única propuesta original de Sagüés

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