Cry Baby

El rock siempre ha sido chulear. O no ha sido rock.

Se puede chulear de muchas formas. Con cardados. O con guitarras que suenan muy agudas. Con pantalones de cuero. O flecos colgando del micro. Pero siempre mirando al público con orgullo, elegancia y empaque. Y sinverguencería. Si a todo eso le añades grandes canciones, caso de The Cry, lo tuyo solo es cuestión de tiempo.

Porque gustan a rockeros aguerridos basados en los años gloriosos, y gente joven que cae rendida ante sus melodías de chicle. Su “Dangerous Game” es diverso en un estilo que suele ser pétreo, pegadizo donde otros solo buscan pegada. Festivo y agitado(r). Irrepetible aún cuando se base en caminos trillados. Inacabable, porque siempre vuelves al PLAY tras el stop final.

Una poquita de glam, otra poquita de power pop, otra pizca de andar como el Eneko que cantaba en NCC. Al fin llega a la ciudad la versión live del disco que más escuché en 2014. Y me muero de ganas de asistir, aunque sea domingo.