California dreaming

No es un fax, pero casi. La fama de la máquina de escribir no pasa por sus mejores días. Reposa en el trastero, cuando no acabó hace años en un «garbigun. Es el Walkman grande, arrinconado tras la llegada de los primeros ordenadores y el boom tecnológico que vivimos. California Typewriter, el nombre de una de las pocas tiendas que quedan en el mundo dedicadas a reparar estos aparatos mecánicos caseros, es un documental que busca retratar con melancolía y amor las ventajas y días dorados de este aparato.

Defensores tiene de todos los colores: Tom Hanks enseña su amplia colección de máquinas, mientras defiende la belleza de mandar un agradecimiento por carta tras una velada agradable o un momento memorable. Los coleccionistas, como era de esperar, muestran los aspectos más extremos del amor a estos aparatos que giran alrededor de la “qwerty”

Hay quien persigue un modelo concreto por el mundo, hay “convenciones” de fans en casas particulares, hay quien hace esculturas con sus piezas, y el film permite ver la mejora de su empresa mientras se intuye que la máquina de escribir ha sufrido un boom “trendy” en EEUU. ¡Por haber hay hasta una orquesta y un temazo tremendo de bollywood!

El aparato es un buen ejemplo para quienes odian la vida a toda velocidad que vivimos. Sam Shepard defiende su calma, y lo físico de la creatividad frente a bits guardados en discos duros. El cantante John Mayer es el más certero, promoviendo la convivencia entre redes sociales y cintas de mecanografía y exponiendo que el amor a su funcionamiento tiene un componente inventivo. En la otra parte está la tienda, peleando por sobrevivir. Una foto demasiado actual: Mientras los acaudalados glosan sus virtudes y promocionan su uso, los currelas sufren por meter dólares en casa.

Pero quedémonos con lo bello. Este “California Typewriter” emitido ayer en TCM y que se volverá a pasar el 23 de abril -Día Internacional del Libro-, es un homenaje, un recuerdo a los buenos tiempos, una defensa de los días de gloria norteamericanos en el campo de la inventiva, a lo físico frente a lo virtual y la calma frente al trasiego . ¿Dan ganas de comprarse una tras ver la peli? Sin duda. En breve les pediré la dirección postal, amigos, tras un encuentro social o una cena remarcable.