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Etiqueta: Tüsüri

Enablers: Post-rock hablado

Gratificante concierto doble el de esta noche en la hiperactiva sala Mogambo. Los norteamericanos Enablers, con gente post-rockera que ha tocado en los Swans, June of 44 y Tarnation, hacen parada y fonda en el garito de la calle Azkuene de Trintxerpe para presentar sus nuevas canciones.

Abriendo su concierto estarán Tusura Mishuri, las nuevas aventuras musicales de los antiguos Miztura. Los donostiarras completan su formación actual con el músico experimental oreretarra Tüsüri.

El programa de la noche se completa con otros teatros y performances, pero nosotros le pasamos el micro a los californianos para que nos cuenten, lo primero, porqué nos han tenido tanto tiempo sin nuevas referencias.

Su último disco, “End More”, ese que viene con pegatina de “letras explícitas”, data del año 2003. “Sí, tenemos novedades. El pasado lunes 3 de Abril se publicó en toda Europa nuestro nuevo CD, titulado ‘Output Negative Space’ y licenciado por Neurot Recordings. Actualmente estamos muy liados: nuestro proyecto paralelo ‘Touched By A Janitor’ pronto editará su primer trabajo y con Enablers estamos escribiendo nuevas canciones que probaremos en el concierto de Donostia, compenetrándonos cada vez más como una banda”.

Esa compenetración, que puede sonar erróneamente a grupete de amiguetes que empieza a tocar, se entiende cuando se escucha su primer trabajo, el ya mencionado “End More”. Si uno se queda en la capa superficial de los temas, verá que la banda interpreta cierta serie de estándares post-rockeros, de subidón y calma, con estructuras jazzys y una constante tensión latente.

Enablers nos explican, tal y como indica el nombre de la formación (“nosotros educamos en cierta manera a la audiencia, les guiamos, les enseñamos cómo acercarse a esta música”), que fondo y voz van unidos. Y cada vez más. “Nosotros funcionamos como una banda normal. La música y los versos no viajan por separado, como suele ocurrir por ejemplo con las obras spoken word de William S. Burroughs. Lo nuestro es indivisible”.

Mientras, Pete Simonelli escupe lagartos melódicos con su voz grave, profunda y enérgica, al estilo de Leonard Cohen o Tom Waits. ”Gracias por colocarnos al nivel de gente tan ilustre”. Bueno, os colocáis vosotros mismos con temas como la romántica “And last night?”, la nocturna “Joe”, ese pelotazo de rabia que es “Manly” y la inquietante “End Note”.

Una potencia y solemnidad vocal que, maldita sea la barrera idiomática, en ocasiones no podemos entender en su totalidad. “Para eso están las letras en los libretos de los discos, chaval. Pero también pensamos que cuando asistes a uno de nuestros conciertos no es del todo complicado entender lo que decimos. Explicamos las cosas de una manera bastante directa”.

Y si encima se encuentran más a gusto a este lado del charco, pues mejor que mejor. “La gira está yendo muy bien. Pensamos que el oído europeo es más receptivo a nuestro estilo. Esa es una de las razones por las que estamos pateando el continente ahora. Si nos obligas a elegir un sitio de la Europa de los 25, te puedo asegurar que Asquins, una pequeña villa francesa cerca de Auxerre, es uno de nuestros favoritos”.

Smith & Mighty: Clase Turista

Entre grises nubes de intermitente y potente descarga acuosa nos acercamos a la cita que la propuesta foral Gaztemaniak! nos había organizado para la noche del jueves en la sala Gazteszena, en el barrio donostiarra de Egia. Los protagonistas de la noche, Smith and Mighty, llegaban con una elegante aureola desde las islas británicas.

Su nombre ha ido creciendo desde los años 90, cuando ellos, Massive Attack, Tricky, Portishead y Roni Size revolucionaban los mundos digitales con las creatividades que la ciudad de Bristol emanaba desde sus suburbios.

En esa misma fase suburbana e iniciática se encuentra nuestro Tüsüri, telonero de los británicos en su cita donostiarra. Este mozo de apenas 16 años no tuvo problemas a la hora de utilizar su laptop ante el numeroso público que se acercó para escuchar sus creaciones.

En esa edad en la que la mayoría de nosotros nos preocupábamos de darle pataditas a un balón o empezar a naufragar en ridículas aventuras amorosas, Oier Iruretagoiena ya comienza a adentrarse en los ritmos digitales con paso firme. Aún está algo imberbe el chaval. Los estilos están sin pulir, con las influencias demasiado presentes y pocos matices de producción. Algo normal cuando estamos ante las primeras chanzas con los programas musicales informáticos.

Pero a uno le entran ínfulas de ojeador futbolista, y se aventura a opinar que en 5 años (si madura con pausa, como los buenos vinos) nuestro Oier tendrá un espacio importante en la música electrónica de nuestro país y alrededores continentales.

Lo que Smith and Mighty presentaron nos empieza a cansar un poco. No por la música que ofrecieron (más que correcta), sino por la formación elegida: Un DJ que ponía canciones y un charlatán que hablabla/rapeaba sobre ellas. Mighty girando vinilos y un tal Kezz con el micro adherido a la mano.

Los combos de Hip-Hop se basan en ese esquema, sí. Pero cuando uno tiene una banda completa con la que suele actuar (mas de un asistente acudió a Gazteszena con esa idea) y se presenta en una ciudad con dos tocadiscos, una sirena algo reiterativa y unos parlamentos sin freno que el público no puede disfrutar en toda su extensión (el ingles no es aún lengua nativa en Euskadi), solo nos viene a la mente una imagen: Tipo con grupo famoso y sin disco reciente echa mano de un colega del barrio y le pregunta “¿Qué, nos pegamos unas vacaciones por Europa en clase económica y tarifa reducida tirando del nombre de mi banda?”.

Musicalmente, el concierto fue un gozo absoluto para los amantes de las melodías negroides en su vertiente más jamaicana: mucho Dub y Reggae, estilos que se adaptan muy bien al esquema grupal presentado dado que dejan cantar encima de los numerosos espacios sin voz que las canciones contienen. Sin olvidar algo de aquella oscuridad y parsimonia que caracterizó el trip-hop.

La cosa se fue animando y cayeron algunas gotas de estilos electrónicos más briosos como el Drum&bass y el 2 Step. Smith & Mighty (o esta versión light) ofreció un recital extenso y completo que movió no pocas caderas y brazos entre el personal asistente, en un hipnótico aerobithon bailarín. Lastima que no pudieran refrescarse todo lo deseado por el tristemente habitual caos organizativo del bar de esta sala donostiarra.