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Etiqueta: Rafael Berrio

Phantasma: Mucho arte y ensayo

El festival itinerante Homeless llega a un lugar de recogimiento, el Seminario donostiarra, para estrenar “Phantasma”, proyecto que une a dos de los creadores más interesantes de nuestro panorama, Rafael Berrio y Mursego, en un montaje audiovisual y de espectro experimental. Hablamos con ellos para que nos iluminen las entretelas.

¿Cómo surge la entente?

Rafael Berrio – El verano pasado asistí a un concierto de Mursego y me gustó mucho. Establecimos un ensayo a la semana sin material previo. Solo sentarse y tocar improvisando. Poco a poco fuimos creando este repertorio de 14 números.

¿Por qué el nombre de “phantasma”?

R.B- Hace alusión al desdoblamiento, a la réplica, a la existencia aparente. Es una alegoría del entramado sonoro tan característico creado por Mursego cuando maneja su máquina Loop Station.

¿Qué camino deseabais explorar con este proyecto?

R.B.- El de las artes escénicas, la performance, el arte sonoro, de la plasticidad de la palabra hablada. Algo más allá que un concierto convencional de música pop.

¿Cuál es el hilo conductor?

R.B – Son números independientes, a primera vista sin relación entre sí. Pero hay un tenue hilo que los une y que no es evidente sino que se insinúa. Es un halago a la inteligencia del “respetable”.

M.- Partimos del existencialismo y de los existencialistas. De algún sitio había que empezar.

Nacho Vegas, Rafael Berrio: Grandes historiadores

En la inédita ‘Cosas que no hay que contar’, el asturiano Nacho Vegas suelta, en una de sus retahílas de frases, la siguiente afirmación: «Hay mil maneras de contar la misma historia». Y esa idea barruntábamos mientras asistíamos a los conciertos del viernes en el Leidor tolosarra. Porque Rafael Berrio y Vegas son gentes hechas de la misma pasta

Arrancó Berrio desgranando sus batallas urbanas en compañía del baterista Iñaki de Lucas, quien le puso un lazo mínimo a la sucesión de canciones del underground donostiarra. Y eso que sus historias duelen, sufren, sangran e incomodan. Recuperando temas de Deriva, o presentando las tonadas que realizó para la exposición colectiva Lieder (‘En tu nombre’ y ‘Absolución’), su actuación nos afiló los colmillos ante ese disco nuevo que saldrá a principios de otoño.

Nacho Vegas comenzó con otra inédita, ‘La gran broma final’. Lejos de polémicas, su arte a la hora de contar vidas propias o ajenas sigue mostrándose muy atinado. Con banda completa, el chico atormentado del pop indie actual español demostró que las acciones de sus canciones se defienden en cualquier mercado bursátil. Unas creaciones terriblemente atractivas que se mantuvieron en nuestro podio tras esta nueva cita guipuzcoana.

Con el único inconveniente externo de la voz – algo crujía en el camino entre su micrófono y el altavoz externo- y unos músicos bien contenidos en sus ejecuciones, enamoró a los asistentes hasta el punto de conseguir algo pocas veces visto por nuestras tierras. Con todas las luces encendidas, y tras 10 minutos en los que no se movió ni un pandero de su asiento, Vegas y los suyos tuvieron que salir de nuevo al escenario a tocar un tema. La hora larga de Nacho Vegas se había pasado volando. La mejor señal posible para cualquier evento. Eso, y la emoción que puede llegar a transmitir.