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Etiqueta: Joseba Tapia

Joseba Tapia: Lasarte Sound Machine

Intérpretes: Joseba Tapia (Trikitixa, acordeón, voz) y una banda de 12 integrantes entre los que hubo músicos, cantantes e invitados. Lugar: Teatro Victoria Eugenia (Donostia). Día: 21/06/2022. Asistencia: unas 450 personas.

El músico Joseba Tapia (Lasarte-Oria, 1964) recibió ayer en el Teatro Victoria Eugenia el Adarra Saria que el Ayuntamiento de Donostia otorga a los artistas de la música vasca. Un galardón que ya luce orgulloso en las casas de autores y autoras como Anari, Ruper Ordorika, Amaia Zubiria o Berri Txarrak.

La cita comenzó con la entrega de la distinción por parte del alcalde de Donostia, Eneko Goia, quien remarcó la renovación que el también cantante ha traído a la música tradicional. Tapia quiso extender el premio de forma divertida: “Me han influido trikitilaris enormes y mis canciones tienen letras de grandes autores. Pero el premio me lo dan a mí”. El público le dio su particular gratificación con dos minutos de aplausos. Y una gozadera que no paró durante todo el concierto posterior.

Lo tiene bien montado Tapia. No olvida, ni quiere, los fandangos tradicionales y las festivas romerías. Siguen siendo el armazón. Lo demostró en la maravillosa ‘Maitatzen zaitudalako’ cantada por los pasillos o en las alegrías que ofertó anoche junto a su antiguo socio de correrías, Xabier Leturia. Pero ahora el guipuzcoano viaja en compartimentos más grandes. Con su “Lasarte Sound Machine” mezcla y agita la base con salsa, reggae, swing, jazz y tangos. Destacando el trabajo de la sección de viento y unas voces femeninas que tan pronto te llevan al jazz vocal como a los “grupos de chicas” de los años 60. Fue una mezcla fabulosa y suculenta.

Durangoko Azoka: nostalgia, presente y futuro de la música en euskera

Contra viento, marea y las pandemias que obligan a reorganizar los grandes eventos llega a nuestro calendario la 56 edición de la Durangoko Azoka. Un espacio físico de 220 expositores que acerca a los presentes los productos culturales que el euskera ha dado cada año. Una muestra que, al menos en lo sonoro, ofrece una experiencia total en los más de setenta stands y ciento cuarenta novedades.

El abanico de sonidos abarca desde la combatividad festiva de Bomberenea Ekintzak hasta los últimos lanzamientos de los franciscanos de Arantzazu. Entre unos y otros se colocarán las grandes empresas de la industria, los colectivos, los estamentos oficiales, las asociaciones especializadas y hasta grupos relevantes con mesa propia en Landako Gunea, lugar en el que se celebra la feria.

A nivel de ventas habrá una reunión de grandes nombres y exitosos discos. Liher o Kalakan & Euskadiko Orkestra llevan semanas en la lista de los más vendidos. Índice en el que pronto entrarán las últimas novedades de Joseba Tapia, Ruper Ordorika o Mikel Urdangarin. El primero presenta un ‘Egoz Ez Egon’ repleto de sonidos cromáticos. El autor de Oñati estrena ‘Amor eta Tojours’, su paseo por la Cuba sonora. El tercero de esta enumeración publica ‘Haitzetan. 1997-2022’ (Zart), una reedición de su primer álbum a la que ha añadido una pieza nueva denominada ‘Su ñimiño bat’. Jon Maia será uno de los más demandados gracias a ‘Kantu bat gara’ (Elkar), un libro-disco en el que recopila buena parte de las letras elaboradas para otros autores y se lanza a interpretar algunas de ellas en formato banda.

Entre el pop y el rock se mueven buena parte de los presentes. Del sello Bidehuts llegan Anari, Joseba Irazoki y Audience con las muescas estrenadas este año. Maite Larburu mostrará el atractivo universo que compilado en ‘Krak’ (Zart). Sin olvidar a Willis Drummond y el ‘Garai bereziendako kontzertu berezia’ grabado en vivo, la refrescante Idoia Asurmendi con ‘Ilun eta abar’, la fusión musicalmente sexy de Libe García y Jon Basaguren bajo el nombre de Pasadena (Erraia), la festividad de Huntza y ‘Ezin ezer espero’, los tremendos Ezpalak de ‘Kolpatu topatu’ y todo el pop de deseo exitoso que despacha Oso Polita, la rama disquera de la promotora Last Tour.

Hiru Truku: Tan lejos, tan cerca.

Interpretes: Ruper Ordorika (guitarra, voz), Joseba Tapia (Acordeón, voz), Bixente Martinez (mandolina, bouzouki, guitarra)
Fecha: 26 Mayo 2005. Lugar: Teatro Principal (Donostia)
Asistencia: unas 200 personas

Que el mundo cultural se está volviendo loco es algo que ya sabíamos. Nos quedamos enganchados en la tele viendo desde nuestra casa a gentes que están encerrados en otra choza. Asistimos a los estrenos de las películas ataviados con ropajes de los personajes. Hacemos colas de 36 horas o más para asistir cual sardinillas a un concierto de una banda de rock que cantan en un idioma foráneo. Pero entre tanto adelanto a saltos, siempre conviene echar la vista atrás, aunque sea unos pasitos, para comprendernos mejor.

Eso propone el trío Hiru Truku en sus discos y actuaciones. Compilar y elaborar de manera personal las viejas historias que poblaban nuestros valles y montes hace ya muchas lunas.

Llevan ya 3 discos reuniendo costumbres. El último de ellos, “Nafarroako kantu zaharrak” fue la excusa de esta visita a la capital guipuzcoana de la mano de nuestra universidad pública. Era casi su concierto de despedida (queda una fecha más, este sábado 28 en el Gazteleku de Oñati), dado que este es un proyecto que va brotando en función de las agendas e impulsos de sus integrantes. Y ahora avisan que toca pausa.

Con un montaje escénico sobrio, el trío ejecutante se muestra con el oñatiarra Ruper Ordorika en el centro, flanqueado por Joseba Tapia y Bixente Martinez. El “txantxiku” se encarga (en un perfecto euskera, claro está) de poner voz a la casi totalidad de los temas y sus correspondientes y extensas presentaciones cargadas de detalles.

Particularidades que nos hablan de los amores y temores, ironías y denuncias de los pobladores que, desde Zugarramurdi hasta el otro lado de los Pirineos pasando por los valles vizcaínos, recopilaron en esta tradición oral leyendas de su tiempo.

Historias recopiladas en un primer momento por gentes como Aita Donosti, Aita Lafitte o los Hermanos Azkue y recuperadas ahora con relecturas actuales e innovadoras. Las tonadas han sido creadas de manera libre pero buscando seguir la tradición hablada de las zonas en las que fueron creadas. No olviden que muchas de estas voces provienen de la comunicación oral y las reuniones populosas. “Los montes, lejos de dividir a la gente, la unían alrededor de sus campas”, recuerda Ruper en una de las entradas.

Estas narraciones pretéritas y elaboradas con fino humor nos hablan de la venta de una hija a los moros a cambio de oro y miel, y de cómo la familia corre a su rescate. Otras recogen el interés de un profesor en dar clases particulares a un alumno de género sin identificar en su trastero.

Las más incisivas hablan de la denuncia de un vicario hacia un conciudadano por sus acusaciones de mujeriego. Historias que no nos resultan del todo extrañas, con sus matices y desvaríos, en este año 2005. Quizás, como apunta Ordorika en la despedida, “en realidad sólo hay una canción en el mundo, y cada uno la amolda a sus amores y fobias, a los días que le ha tocado vivir”.