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Etiqueta: Fuel Fandango

Fuel Fandango: discoteca flamenca

Intérpretes: Alejandro Acosta (bajo), Cristina Manjón (voz), Goiko Martínez (batería, percusión), David Bao Molina (batería, percusión), Richie Palacín (guitarra). Lugar: Teatro Victoria Eugenia (Donostia). Día: 04/03/2022. Asistencia: unas 500 personas.

La fusión del combo Fuel Fandango llegaba a un Victoria Eugenia que vendió la mitad de sus entradas y que bailó como tres teatros completos. La banda presentó un fabuloso trabajo escénico muy acorde con su gusto por la mezcla. Un telón de fondo precioso que evocaba una pintura clásica. Un suelo lleno de claveles, micrófonos con adornos, dos baterías, ningún amplificador de guitarra a la vista y unos espejos laterales completaban el elaborado montaje visual.

Sobre las tablas los humanos del grupo ofrecieron su mezcla de flamenco – la voz de ella, con gran personalidad en concierto- y música tecno. Con esas dos etiquetas se explican todas las canciones del combo. Hubo más sabores en la ensaladilla: una versión con aire 50´s de esa hispanoamericana ‘La Llorona’ que bordaba nuestra Mursego, percusiones a lo Safri Duo (‘Iballa’), pregrabados, cajones flamencos (‘Despacio’), una breve sesión de DJ (‘Interlude’) y melodías más relajadas (‘Por la vereda’). Pero la pegada y los quejíos sobresalieron sobre el resto.

Normal que la gente acabara la segunda parte del evento de pie, saltando sobre el suelo y haciéndolo vibrar. Pocas veces hemos visto el teatro de forma tan expresiva y bailonga. Había ganas después de tantas limitaciones. Y Fuel Fandango fue la gasolina que les hizo carburar.

texto publicado en El Diario Vasco

Música bien

Y Olé! Ese podía haber sido otro buen titular. Porque el dueto -terceto en directo- Fuel Fandango llegó a Donostia, nos quitó el frío de encima y se fue entre vítores. Estirando su disco hasta llegar a los 90 minutos de concierto. Ante una sala repleta que si tuviera que ser una red social sería Facebook. Porque en la antiguotarra Doka había señores bien canosos y bailongos, gente bien, jóvenes. Embarazadas. Hablando en euskera o castellano. Móviles colgando fotos cada poco tiempo. Y gente mirándose y diciendo «me gusta».

La propuesta de estos fandangos gana energía con la inclusión de un batería. Adiós a (casi) toda entonación aflamencada que pudiera presentarles como unos Chambao con maquinitas. Aunque estas sean sus bases sonoras, bien agitado por un guitarrista resuelto y una voz muy atractiva. Como de diva negra. Que se apoya lo justo en un pie de micro plagado de flores. Capullos que recordaban a aquel disco de Depeche Mode, y que también engalanaron la testa femenina con colores rojos y amarillos.

Los sonidos son tan variados -no es una queja- que es difícil encuadrarlos en una sola etiqueta. A veces recuerdan a Neneh Cherry, en otros pasajes oyes efectos o teclados que parecen sacados de la época de Technotronic. Es como si hicieran pop con los ingredientes de los primeros soundsystem del Rap.

Cuando juegan a dos voces uno se acuerda de Massive Attack. O del R’n’B británico de los años 90. Tirando sin temor hacia la pista de baile. Por no hablar de los guitarrazos hard-rockeros que se cascan en más de una canción. La única lástima, que se apoyen tanto en el inglés para cantar en ocasiones. Porque las veces que lo hacen en el idioma de Cervantes demuestran que tienen mucho arte.

Si esta su primera visita a nuestra ciudad fue tan bien recibida, con semejante acogida y satisfacción general ante un público que aplaudió y botó muchas veces, no duden que pronto nos los volveremos a encontrar en plazas más grandes. Y esperemos que de pie, que sentado se está cómodo pero algo maniatado cuando lo que te ofrecen es tan marchoso.