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Etiqueta: Dean Wareham

Punk y jazz, de la mano en la playa

La tarde de ayer arrancó en la sobremesa, con el café gratuito que regalaban las chicas de Frigo. Sobre el escenario de idéntico pagador, el primero de los conciertos secretos que nuestro Jazzaldia programó en sus escenarios el sábado por la tarde. Ya saben, esos actos que los promotores anuncian justo la noche anterior haciendo buen uso de las redes sociales tipo Twitter o Facebook.

Para cuando ustedes lean estas líneas, el director del certamen y los suyos ya habrán lanzado un nuevo parte informativo, anunciando la hora y el emplazamiento de la actuación de los poperos donostiarras Thee Brandy Hips. Recomendamos encarecidamente la asistencia, para poder disfrutar de las soberbias y novísimas canciones del quinteto, aún por publicar en formato CD.

Pero el corte de cinta, del día y de la propuesta, le correspondió al también koxkero Bo, en un concierto probablemente irrepetible. No tanto por la autenticidad del evento, cuya calificación dejo en manos del resto de presentes, sino por la posibilidad de ver al cantor, barbudo lobo solitario, con una banda de acompañamiento.

Comenzaron repasando viejos éxitos del rock mundial, atacando a la Creedence Clearwater Revival y Tom Waits con gran respeto. Y la banda fue apareciendo, con un guitarra solista visualmente expresivo, para hacer una bella y distinguida versión de Violent Femmes y un ‘Fever’ de John Davenport que sirvió para soltar el nervio acumulado del cantante y mostrar su vozarrón habitual. Por cierto, si quieren sonreír un buen rato, busquen en internet la impresionante versión que la cubana La Lupe hizo de dicho tema.

Del resto de la comparecencia de los guipuzcoanos nos quedamos con el hecho de haber bordado con pasmosa facilidad – y no le vean dobles sentidos a lo que leerán a partir de ahora- el ‘After Hours’ cantado por la dama de la Velvet Underground.

Las nubes seguían bordeando los recintos, dejando bonitas postales fotográficas sin efectos acuosos de por medio. La bonanza hizo que los actos posteriores tuvieran buena respuesta asistencial, con algunos intérpretes repitiendo cita. Los abogados alemanes de la Wiesbadener Juristenband volvieron a plisar nuestras chaquetas apoyándose en sus interpretaciones de canciones eternas, sentando jurisprudencia con sus sentencias melódicas felices y sonrientes.

Dean Wareham: 20 años no son nada

1991. La URSS deja de existir oficialmente. Un vídeo amateur filma la paliza que varios policías de Los Ángeles le propinaron a Rodney King. El Parlamento de Sudáfrica suprime el apartheid. Miguel Indurain gana su primer Tour de Francia. Freddie Mercury, vocalista de Queen, muere en Londres. Primal Scream publican “Screamadelica” y Stone Roses, su venerado debut. Y, bueno, Guns and Roses sacan su doble “Use Your Illusion”.

Ese mismo año, tres jóvenes de la Universidad de Harvard – Dean Wareham, Naomi Yang y Damon Krukowski- publican en la discográfica Rough Trade (un par de años antes había salido en otra minúscula editorial) el CD “Today”. Ejecuciones imperfectas, temas lentos, voces elevadas pasadas de reverberación. Entre La Velvet Underground y los Young Marble Giants. Galaxie 500 comenzaba a hacer historia en las habitaciones de los más apasionados para, con el paso del tiempo, elevarse en las otrora importantes “college radio” norteamericanas para acabar convirtiéndose en un grupo fundamental en la discografía de cualquier acérrimo del pop etéreo y ensoñador.

Tras varios discos de estudio (recientemente reeditados) y uno en vivo, la aventura se disolvió. Dean Wareham, siempre elegante, define la situación actual de sus miembros como si de una separación se tratara. “Mantenemos el contacto vía email. Hicimos 3 discos juntos, son nuestros niños. Aunque ahora estemos divorciados, necesitamos hablar sobre ellos de vez en cuando”.

La pareja (también en la vida real) Damon & Naomi sigue editando discos y regentando una pequeña editorial. Wareham montó Luna, una banda de estructuras y sonidos más clásicos que le dio mayor popularidad. El cantante y guitarrista norteamericano retorna ahora a los escenarios, en formato trío, con las canciones de su primera formación. Temas adorables y fascinantes que, si hacemos caso a lo prometido, intentarán sonar de la manera más fiel al original.

¿Cuando y porqué decidiste recuperar estas canciones?

Todo comenzó con una propuesta del festival castellonense Tanned Tin. Recuperamos diez canciones y recuerdo que pensé que la banda había sonado realmente bien en aquella cita. Al poco tiempo, en el año 2010, Domino Records reeditó los discos originales, y ya que me había aprendido de nuevo las canciones pensé que debería tocarlas en más ocasiones.

¿Por qué sentiste que debías hacerlo ahora?

Han pasado veinte años, un número redondo, desde que los discos vieron la luz por primera vez. No sé, probablemente solo lo hubiera hecho una sola vez, para la petición original. Pero tras aquella actuación comenzaron a llamarme para que lo volviera a hacer. Gente del All Tomorrow Parties en Inglaterra, por ejemplo, y tuve otras ofertas de Japón o San Francisco.

Debes tener muchas emociones, viajes y sentimientos en estas canciones de tu juventud.

Si, al principio fue muy extraño. Sobre todo la cita en la ciudad donde Galaxie 500 grabamos nuestro disco “Copenhague”. Interpretar canciones que había escrito hace dos décadas, sobre gente de la que estaba enamorada hace veinte años. Me lleva de vuelta a ese momento de mi vida personal, y te hace pensar sobre todo aquello.

En Europa predominaba el shoegaze, el EEUU el Grunge. Y vosotros, a lo vuestro…

Bueno, a mí no me gustaban esos estilos de música. Creo que estábamos un poco fuera de nuestro tiempo. Más interesados en la música del pasado cercano.

Recuerdo leer sobre una noche loca con Arthur Lee en París, en una suerte de jam eterna y bien drogada.

Mi vida, obra y milagros están recopilados en el libro “Black Postcard”. Pero no creas que eramos habituales de los círculos de las estrellas. Bueno, recuerdo salir de cocaína con los Cocteau Twins. Y al día siguiente tenía una jam session con Sterling Morrison (Velvet Underground) para grabar algo en “Bewitched”, el segundo álbum de Luna. Pensé que me iba a morir. Pero no, aquí sigo (risas).