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Mes: octubre 2023

Amorante: fórmula mejorada

El músico Iban Urizar volvió a ofrecer un concierto fabuloso. Venía a presentar el reciente ‘Herri Harri Har’ y su fórmula mejorada: este hombre orquesta moderno ahora no epata por suma sino por selección. Fusionando, en ritmos y cantares, sus amores musicales.

Construyó castillos de repeticiones en apenas 3 segundos, dejándolos siempre al servicio de la obra. Rejuveneció antiguos poemas locales, entonó como si llevara el duende flamenco dentro, moduló de forma arábiga, abrazó la pasión africana, alocó todos los ritmos que pudo y se lanzó al trap – y al rap, con Odei Barroso al micro- con acierto.

Bien acompañado por los efectos visuales, Amorante usó el harmonium para la calma y la corneta para el ánimo, poniendo a la gente en danza en varias piezas y consiguiendo que los asistentes le hicieran coros a tres voces. Y todo ello en solo una hora. Ideal.

Itsasos Kantak: el mar sonoro

El Museo Marítimo Vasco del puerto donostiarra organizó ayer un coqueto festival en el que artistas locales buscaron rescatar y homenajear el cancionero marítimo de nuestra tierra. Dánae Riaño e Iker Lauroba hicieron de banda de acompañamiento mientras el director del Museo, Xabier Alberdi, se encargaba de las acertadas presentaciones al comienzo de cada pieza.

En el lado cantor indicar que Rafa Rueda llevó a su terreno el famoso “Boga Boga”, GHAU insufló vitalidad a la bossa ‘Itsasoan urak handi’, Sara Azurza eligió el pop sedoso para la obra de amor imposible ‘Marineralen zain’. Julen abrazó lo caribeño en la ‘Habanera’ de Xabier Lete.

Lide Hernando se calzó el gorro vaquero con ‘Itsasoari begira’. Las chicas de Mirua destacaron a capela en ‘Itsasoa laino dago’. Janus Lester nos dejó boquiabiertos surcando ‘Partida triste Ternuara’. La tarde se cerró con Lauroba, Azurza y Riaño interpretando el ‘Ontzi Zahar batean’ del primero en un Museo que despidió a los artistas con un agradecido aplauso.

Teenage Fanclub: fabuloso renacimiento

33 años después de su disco de debut la banda escocesa Teenage Fanclub pisaba por primera vez Donostia. Y lo hacía de una manera muy adecuada; con el público sentado. La ‘juventud’ que llevan los de Glasgow adherida en el nombre ya quedó atrás, y sus nuevas melodías se han abandonado a la belleza de forma más calmada.

Había mucho contra lo que pelear, en apariencia. El abandono de su bajista Gerard Love (sus canciones se han borrado de la lista como si fueran generales malditos de la época de Stalin) atacó una línea creativa que ha sabido sobreponerse. Y de qué manera. Las canciones del más reciente lanzamiento, ‘Nothing Last Forever’, fueron las mejores de la tarde noche de ayer.

Sus piezas más frescas piezas tienden a la sicodelia (‘Foreign Land’) y los años 60 (‘Falling Into The Sun’) de manera más presente y gozosa. Con percusiones contundentes (‘Everything is Falling Apart’), oscuras carreras (‘Endless Arcade’) y emocionantes guiños a The Beatles (‘I Left A Light On’). Algunas de ellas con hasta cuatro voces al unísono. Qué bien le ha sentado al grupo el fichaje de Euros Childs para estas labores vocales en un evento netamente guitarrero.

Hubo hits antiguos, claro. Pero toda aquella viveza y energía se acopla ahora al transitar más apacible de la banda y los asistentes. Las perennes ‘Everything Flows’ y ‘The Concept’ aguantaron muy bien el tipo, ‘I Don´t Want Control Of You’ fue una gozada y ‘Alcoholiday’ la felicidad. ‘Did I Say’ nos emocionó por ser una de nuestras favoritas y ‘About You’ subió enteros por comer de nuestros recuerdos. Fue una tarde que despedimos con una sonrisa, carialegres ante la fiesta de melodías que estos músicos escoceses nos siguen regalando.

Argiartean: un paseo por las baldosas más modernas

Algunos festivales son como los libros de “Elige tu propia aventura”. Argiartean, que estos días se celebra en el Jardín de la Memoria de Donostia, es uno de ellos. El festival de luz y sonido, una suerte de “slow fest”, te guía por un “camino de Oz” que incluye proyecciones sobre las paredes exteriores de la Iglesia Iesu.

Hubo conciertos en el jardín público. Pero uno no sabe si la música acompañaba a la proyección o viceversa. Fue fácil pasarse segundos, minutos, mirando las sorprendentes imágenes. Mientras, sobre el escenario, los ejecutantes buscaban diluirse en la luz proyectada. El músico Álvaro Turrión se alió con el artista Jaime de los Ríos para ofrecernos imágenes sísmicas, de corrientes marinas sobre un fondo sonoro que se acercaba a los claroscuros y la melancolía de Erik Satie y que más pronto que tarde saldrá en formato disco.

La banda Magia Bruta nos trajo una fantasía pop. En lo que fue el concierto más musical de todos, la sicodelia tranquila y sus amores por Beach Boys llegaron con imágenes de naturaleza filtrada y distintas formas geométricas. Y pudimos contemplar el retorno del dueto Instrümental, unión de dos grandes autores como lo son Javi Pez e Ibon Errazkin.

Silueteados bajo un telón que le tapaba, los músicos ofertaron un bello y emocionante pop acústico de aire bossa nova, puntos atonales, espíritu improvisador y detalles casi rock. La pantalla gigante recogía lo que parecieron las grabaciones de un viaje personal en el que destacaron los salpicados montajes, los paseos y los recortes fílmicos.

Pasito a pasito nos colamos en el interior de la iglesia. Las distintas instalaciones y proyecciones se magnificaron dentro de este espacio único. Unos jugaron con la luz reflectada y otras aprovecharon la altura y las esquinas del templo diseñado por Rafael Moneo para iluminar el espacio.

Hubo tiempo para dirigir nuestros pasos a las instalaciones repartidas por el parque. Neones de cocina sobre figuras humanas enfrentadas a un poema, unas futuristas farolas efímeras y el demandado juego interactivo de luces de discoteca llamaron nuestra atención. Hoy la programación continúa con fusiones atractivas (Lumi + Nagore Legarreta, Zabala, Pablo Casares) y esperados retornos (los catalanes Desilence sorprendieron en la edición del año pasado).

Pasen, prueben, renieguen o gocen. Probablemente encontraran espacio en Argiartean para todas esas sensaciones. Así que disfruten, eligiendo sus propias baldosas amarillas, de este certamen refrescante y experimental.