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The Limboos: calores exóticos

Intérpretes: Roi Fontoira (voz, guitarra), Sergio Alarcón (guitarra, percusión), Daniela Kennedy (batería), Santiago Sacristán (contrabajo), Dani Niño (saxo). Lugar: Sala Dabadaba (Donostia). Día: 27 de octubre. Asistencia: Lleno, unas 150 personas.

La tercera de las visitas a nuestra ciudad del grupo gallego-madrileño The Limboos colgó el cartel de “no hay billetes” en la entrada de la donostiarra Sala Dabadaba. Presentados como una banda de rhythm & blues exótico, lo suyo va más allá de cualquier agradecida etiqueta definitoria como bien se pudo observar y escuchar desde el inicio de concierto hasta su final, transcurridos los balompédicos noventa minutos.

Fue hora y media de música festiva de autor, o al menos no muy precongelada ni sintética. Siempre jaranera y contagiosa, hasta cuando tocaba levantar un poco el pie del acelerador. En estilos que fueron desde el nombrado R&B hasta el dancehall jamaicano más antiguo, la bossanova, unas gotas de gospel, algo de swing y un soul lleno de sentimiento. ¡A nada que se sepan manejar esas cartas es imposible perder!

Vale que no lleguen a la explosividad vital de King Khan y sus Shrines, pero cuando se acercaban al Elvis Presley más cimbreante, se ponían pantanosos, abrazaban lo latino o rompían su voz a lo “bluesman” enfadado (Roi Fontoria está impecable como cantante principal de estos Limboos) la cosa ganaba muchos enteros. Recordaron al gran Fats Domino, el pionero del rock&roll fallecido esta misma semana. Y homenajearon las virtudes de creadores más cercanos como Antonio Machín, de quien recuperaron el tema “El Manisero” para mayor gloria del “cabezafuego” de la formación actuante, el maraquista Sergio Alarcón.

En las primeras filas de los asistentes se notó más nervio y sabrosura, aunque la cosa no pareció llegar a mayores. Flotaba en el ambiente esa tonta sensación de que el respetable no se entregó físicamente del todo a la fiesta que nos proponía el quinteto. Será cosa de nuestra idiosincrasia adulta. Quién sabe si en un escenario de los complementarios del Jazzaldia, al calor de un mes de verano, la música de The Limboos pueda llegar al gran público y explotar de forma más popular. Mimbres, cuerdas, acordes y agitaciones no les faltan.

Publicado enCríticas de conciertos

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