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The Mistery Lights: hay una luz

Intérpretes: The Mistery Lights. Lugar: Kutxa Kultur Kluba (Donostia). Día: 9 de febrero. Asistencia: unas 200 personas.

Primera colaboración entre la imprescindible sala donostiarra Dabadaba (¡qué suerte tenemos en la capital, pardiez!) y el área musical de Kutxa (Kultur) con la actuación de los norteamericanos The Mistery Lights. Cuatro mocosos que si fueran de nuestra Donostia no pararían de tocarse en pelo dibujando olas en su flequillo, aterrizados en la capital para ofrecer las versión más actual del rock (garaje) de la mano del imponente sello discográfico Daptone Records. Casa de artistas como Charles Bradley o Sharon Jones. ¿Les suena, seguidores del Jazzaldia? Claro que sí. Viendo la media de edad asistente, lejos del acné y cerca de pensar en los planes de pensiones, la gente se acercó al tirón de la marca soul.

Se encontraron con algo más acelerado, más imberbe, más enérgico. The Mistery Lights se apoyan en esa vía de expresión del cabreo juvenil – vaya frase de antigualla me ha quedado-, flipan con los punteos sucios y usan el onomatopéyico “twang” de las guitarras de los 50. Una formación “tan buena como parece” (palabras de la otrora revista de referencia británica New Musical Express). Sin salir de la isla, a veces parecieron una versión actual de The Animals. O unos The Last Shadow Puppets sin la egolatría subida.

Mistery Lights tienen un disco en la calle, publicado el pasado verano. Y presentaron canciones del segundo aún inédito. Por cierto, bastante mejores estas últimas. Porque su marca es pegarle rápido a los acordes, como se hace en la música garajera y bluesera. Pero si el fondo templa su nervio uno disfruta de la fantástica voz del cantante, un hijo putativo de Van Morrison en su época más contestataria.

El concierto fue de menos a más (un clásico a la hora de hacer la lista de temas. ¿O es que acaso ustedes empiezan las comidas por el postre?) y acabó contentando al respetable con el esperado estirón – que sólo tienen un disco, repito- tirando de versiones de clásicos como MC5 y Dead Moon.

Publicado enCríticas de conciertos

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