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Mes: diciembre 2015

Maravillosa sensibilidad

Interpretes: Grande Days, McEnroe. Lugar: Casa de Cultura de Intxaurrondo. Día: 12 de diciembre del 2015. Asistencia: unas 250 personas.

Qué preciosidad. Quinta visita a nuestra zona, quinta vez que nos ponen los pelos de punta. Con las mismas pintas de siempre, las de un grupo de amigos que se sube al escenario tras una cena de antiguos alumnos del colegio. Elevando a la categoría de doctorado los quehaceres “amateurs”, a los getxotarras McEnroe no les hacen falta grandes despliegues visuales para llegar, emocionar y voltear lo más palpitante de nuestra sensibilidad.

Los aciertos del último disco “Rugen las flores” centraron la primera mitad del concierto, con “Coney Island” o “La Electricidad” como momentos más vibrantes. La gente escuchaba en silencio, para sorpresa y gozo de los ejecutantes. “Todo el rato esperándolo para, cuando llegar, quedarte acojonado”, dijo el cantante Ricardo Lezón en uno de sus agradecimientos sobre ese respetuoso mutismo entre canciones. Algo similar se podría decir de sus composiciones, capitaneadas por la conmovedora y personal voz de Lezón y sus tortuosas letras (mudo nos dejó en “El alce”, el último tema de la noche). A su vera viajaba una base rítmica perfecta para la labor encomendada y otro par de guitarras eléctricas que fueron superponiendo sencillos detalles a las melodías de alegre tristeza. Quizás sea exagerado decir que vinieron a “cantar las canciones de tu vida”, como ellos mismos entonaron en “La Cara Noroeste”. Pero es innegable que ocupan un lugar importante en nuestro corazón, el que distingue a los grupos de una emoción especial.

La nueva sensación

El cuarteto madrileño llega a Donostia tras patearse medio mundo ¡sin disco largo editado!

Tienen 20 años y manejan el pasaporte como usted y yo la Mugi. Tocan en Londres cada pocos meses, a veces en garitos chulos y otras teloneando a The Strokes en Hyde Park. Acaban de llegar de una gira asiática. Bobby Gillespie (Primal Scream) y Patrick Carney (The Black Keys) les lanzan elogiosas flores, el festival South By Southwest las ha aplaudido a rabiar. Y el otrora insigne New Musical Express las ha incluido en la votación de “mejor banda novel del 2016”. Todo ello sin haber publicado aún su disco debut, “Leave me alone”, que sale dentro de un mes. ¿Qué tienen estas chicas de Hinds para que el mundo se rinda a sus pies?

En este punto debemos poner una barrera. Si usted ya gusta de escuchar los vinilos – comprados en el año de edición- con batín y zapatillas de casa, o tiene ese espíritu vital ya calmado y algo quisquilloso, puede caer en el hecho de que afinan a ratos y de que sus cantares ingleses no son de lo más destacable. Si por el contrario se siente joven y disfruta de la energía por encima de la pericia abrazará esta propuesta llena de desparpajo y frescura.

En apellidos eso se suele indicar con las etiquetas “garage pop” y “lo fi”, nombrando también a formaciones con las que pueden tener un parentesco formal o ideológico: Mac DeMarco, The Pastels. Así se ha podido ir confirmando tras la escucha de las maquetas y singles de estas madrileñas.

Pistas que no parecen acicalarse demasiado en el debut a publicar el 8 de enero si nos atenemos a adelantos como “Garden”, un maravilloso paseo por el alambre melódico tan atractivo como arriesgado. Puede que nos encontremos ante la última oportunidad de verlas en Donostia a un precio asequible y una cercanía envidiable. La decisión está en su mano: ¿Son ustedes abuelitos poperos o gentes de inquebrantable espíritu juvenil? Si se decantan por la segunda opción les recomendamos que corran a por su entrada, que la cita huele a “sold out”. La fiesta se completa, cual cabalgata indie, con los también pizpiretos Albert Cavalier y dos pinchadas gamberras a cargo de los pamplonicas Atraco Negrata y el agitador DJ Patru.

McEnroe: ”Nunca he sentido que fuéramos un grupo triste”

Los getxotarras presentan esta noche su disco más luminoso.

“¿Estáis bien? ¡Que os ha salido un álbum casi alegre!”. La pregunta, mezcla de sorpresa y cierta alarma, sale de mi boca de forma atropellada, como cuando uno responde al anuncio de un pequeño accidente. McEnroe, el grupo que mejor ha sabido vestir en castellano las tensiones emocionales en el último decenio, inicia su último trabajo “Rugen las flores” (Subterfuge, 2015) con unos tonos llenos de vitalidad cromática e ímpetu vocal.

El habitual cantar arrastrado suena más resuelto y cercano, se intuye a los The National más concretos y a la Velvet Underground más enérgica, se disfruta del calor del sonido “americana” en “Coney Island” o la ensoñadora “La electricidad”. Poco a poco, según van transcurriendo los cortes, el barco vuelve a tomar los ya conocidos y acertados derroteros: Creaciones de seis minutos a las que no le sobra ni una décima de segundo, y perlas sonoras tituladas en esta ocasión “Como las ballenas” o “El puente”. Sin olvidar el bello contrapunto de Miren Iza en “Esta misma sensación de soledad”. Puro Tindersticks. Las viejas armas, tan bien dispuestas como siempre.

Pero el susto de la felicidad ya ha entrado en nuestro cuerpo. Ricardo Lezón, cantante de la banda vizcaína, me tranquiliza: ‘Ahora te puede sonar así de optimista, pero la verdad es que estas composiciones se gestaron durante una época muy jodida y sin embargo lo que brotó fue precisamente la luz que nos quedaba. Llevábamos tres años en una especie de pausa en la que tocábamos poco y ademas nos habíamos alejado físicamente aún más. Y mira, este es nuestro CD mas luminoso. Hasta “Caballos y Palmeras” me resulta una canción llena de brillo“. Quienes vean felicidad en el barro estarán de acuerdo con la afirmación. “Estamos muy contentos con el resultado y nos encanta tocarlo en directo. Aunque también me gustaría apuntar que, por mucho que nos lo digan, nunca he sentido que McEnroe fuera un grupo triste’.

Lezón, que también ha tenido tiempo para montar el combo Viento Smith y editar su primer libro de poemas, responde desde La Casa Noroeste. Una casa rural situada en la más tranquila Castilla y León de cuya comodidad pueden dar fe algunos ilustres vascos. ‘Por aquí han pasado Luis Benito – Unodos Producciones-, Alfredo Niharra, Miren “Tulsa” y una expedición de rockeros bilbainos comandados por Javier Corral «Jerry». Juanra “Moonpalace” amenazó con visitarnos, pero por ahora nos toca esperarle. La Casa es un lugar muy tranquilo al que venir a relajarse, olvidarse de tecnologías disfrazadas de avances y disfrutar de la compañía de los demás. Desde aquí se ve todo de una manera distinta’.

Lo que no ha cambiado, y le damos las gracias por ello, es el enfoque “amateur” del grupo. Por más que el número de asistentes a sus conciertos no pare de crecer. ‘Llamarnos aficionados es una forma de decir que McEnroe es una parte brillante de nuestras vidas que nos ofrece una satisfacción brutal y nos ayuda a vivir pero sin depender de ello. Supongo que también influirá el hecho de vernos poco, ser amigos antes que compañeros de banda y no habernos puesto jamas mas meta que la de disfrutar y hacer canciones que nos emocionen. Muchas veces el poco tiempo que tenemos lo dedicamos a tocar cosas nuevas que nos van saliendo más que a ensayar los temas de los directos‘. La ventaja de esta forma de enfocar la vida musiquera es que así es más sencillo, y honrado, conmover a todos los demás.

Ricardo nos guiña desde el secano a modo de despedida. Sus palabras traen una brisa de certeza. ‘Me gusta Donostia, esta cerca pero lejos de casa, huele a mar y es preciosa. Hemos tocado allí cuatro veces y todas fueron igual de bonitas’.