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Mes: octubre 2015

Sidonie: viviendo en la selva pop

El disco “Sierra y Canada” confirma la eterna buena forma de esta banda catalana

El trío calavera (ahora quinteto en directo con la suma de un guitarrista y un teclista) más festivo del pop nacional retorna a esa Donostia que siempre les ha recibido con salas llenas. ‘Tenemos muchas ganas de ir. Ya hemos cogido sitio para cenar bien, importante para dar un buen concierto‘, nos cuenta el cantante Marc Ros, quien confirma que aún son unos chavales en edad de merecer – acaban de cumplir 18 años como grupo-. ‘Algunas cosas mejoran con la edad como el vino o Leonardo Di Caprio. Ahora disfrutamos mucho más de componer e interpretar música que cuando teníamos veinte años. Entonces nos movía la rabia y todo tenía que ser veloz. Ahora disfutamos de los preliminares‘.

Un amor, y sus dolores, que ha inspirado el último CD, “Sierra y Canada”, una colección de canciones con mucha carne de canción memorable. Ahí está para demostrarlo “Un día de mierda”, que une asincronías, comida quemada y frases a destiempo. O recuerdos a los eternos segundones, caso del tema dedicado a Andrew Ridgeley. ‘Yo me sentía muy identificado con Andrew «El feo de los Wham». De adolescente me sentía lleno de complejos y siempre había un George Michael cerca. Llegó un momento en que transformé mis defectos en virtudes, sólo en ese momento empecé a vivir. Ahora digo con orgullo que soy «El feo de Sidonie»‘.

Un álbum, y esto es novedad, bañado en sonidos sintéticos, una decisión voluntaria que afecta a la hora de componer. ‘Sin duda. Si viviéramos en la selva y sólo tuviéramos flautas de madera nuestras composiciones serían muy diferentes. Como era consciente de esto, guardé la guitarra y me compré un teclado antiguo. Deseaba que mi música sonara diferente y creo que en “Sierra y Canadá” hay canciones que no parecen que las haya compuesto yo’.

Al escucharlo tan sofisticado y acolchado uno se acuerda de AIR, idea que comparte el entrevistado. ‘Son un referente para nosotros más allá de su obra maestra «Moon Safari» (1998) y aunque parece que ya no sean capaces de hacer canciones tan redondas siguen teniendo un gusto exquisito en los arreglos y en la producción’.

Javi Fermín: nacido para entretener

El autor donostiarra se estrena en solitario con un disco muy variado y una teatralidad digna de un musical.

De cocción lenta, y que perdure en la memoria. Esas han sido las directrices que Javi Fermin (Donostia, 1975) ha tenido en mente a la hora de crear su primera muestra, titulada “Soy un antiguo” (GP Records, 2015). ‘Escribí más de 20 canciones’, nos cuenta el autor. ‘La preproducción nos llevó cuatro meses, la mezcla otros cinco. Era una norma escrita a fuego en mi cabeza: eliminar la prisa en cada etapa del proceso. Mimar todos los elementos para que resulte agradable volver un día y poder decir “aún me gusta este CD”’.

En el viaje ha tenido un buen patrón, Paul Hoyle. Productor norteamericano ganador de un Grammy que ha colaborado con Shakira y Julio Iglesias. “Cuando pensaba en el disco llegué a la conclusión de que si queríamos lograr algo creíble y sólido en este estilo era fundamental contar con un productor del otro lado del charco. A las canciones les ha venido muy bien su visión “americana” de la música. El disco debía sonar a soul, al swing, a club de jazz. Pero sin perder el toque pop”.

La mezcla de estilos está muy bien balanceada, con un enfoque global que resalta sobre el resto: Esta colección de tonadas podría ser la B.S.O. de un musical de la Gran Vía madrileña. “¡Ojalá! No sabes cuánto me gustaría hacer “Soy un Antiguo: El Musical” . Me encanta el género”. Un concepto que ya viajaba en la mente del autor. Una de las formaciones previstas, precisamente la que actuará el jueves que viene en la presentación del disco, agrupa a 12 músicos y artistas sobre el escenario. No es el único formato pensado para las actuaciones. Otra maneja el formato cuarteto. Y la hay más pequeña aún, con dos coristas y un piano. “La intención es crear una pieza global con la música del álbum como hilo narrativo. Tengo muy claro que la misión de todo esto es entretener. Ofrecer algo diferente al espectador. Es hora de cambiar algunas cosas para volver a enamorar al publico y suscitar su interés. Al fin y a cabo, esto es creatividad a servicio del entretenimiento”.

La diversidad del debut ahonda en la idea. Con mezclas curiosas, como ese “James Bond meets Manuel Alejandro” del tema “El caso de la esposa infiel”. ‘Es rara la canción de la serie 007 que no me guste y también me emociona mucha de la música de autor latina. En realidad, cuando la compuse, esta canción era un bolero. Pero ahora la melodía va desarrollándose como si fuera una novela musicada‘. En la lista también destaca “Volví a nacer”, con una misteriosa mención a una fecha concreta. ‘Pasé por una experiencia “de salud” que me ayudó a comprender muchas cosas que ningún médico acertaba a explicar. Y ese momento cambió mi vida’.

La defensa de estas composiciones “clásicas” ahonda en la idea de que somos unos antiguos a ojos de las nuevas generaciones. ‘Recuerdo a los padres de mis amigos hablando de Radio Luxemburgo, emisora que emitía desde un barco. De niño encontré en un armario de mis padres un disco de esos célebres Beatles: “Love Songs”. Lo puse y sonó “Michelle”. Aquello me volvió adicto a esa sonoridad. «Soy un antiguo” es una declaración de intenciones que tiene que ver con mi bagaje. Estoy muy lejos de todo lo que marca la tendencia de “lo moderno”. O, mejor dicho, transito por una vía distinta‘. Un raíl que encantará a quienes disfruten de las opciones más entretenedoras del Jazzaldia y gocen con las obras de Broadway o Piccadilly. Pasen a fin de mes por su servicio de streaming favorito y podrán escucharlo en su totalidad.

Donostikluba: Un cumpleaños redondo, de diez

El certamen donostiarra ofreció un sinfín de actividades culturales en su décimo aniversario

Parece que fue ayer, demonios. Y ya han pasado diez años. Donostikluba, el festival que busca acercar a nuestra capital lo más interesante de la música “indie” , cumplía dos lustros de vida en la sala Gaszteszena del barrio donostiarra de Egia. Un certamen -afortunadamente- no muy normal. Los organizadores afirman que este evento “nació reivindicando en todas las ruedas de prensa que jamás haría ningún balance basado en los números y las asistencias sino valorando el lado artístico” . Y todo eso juntando electrónica y grupos analógicos, música ejecutada y pinchada, nombres con cierta estrella y supernovas que están naciendo.

Como sucedió el pasado jueves, cuando Rafael Berrio y Eraul compartieron cartel. El donostiarra Berrio llegaba con toda su troupe rockera (Joseba B. Lenoir, Rafa Rueda, Fernando Neira, Felix Buff) para desquitarse de la exclusividad de su anterior fecha, la realizada en el pequeño teatro del Kutxa Kultur Festibala, ofreciendo un concierto pleno de energía y elegancia vocalista. Juntos atacaron los bríos de guitarras de su último disco y adaptaron a los nuevos tiempos las elegancias de temas pretéritos (primorosa la revisita al tema “No pienso bajar más al centro”), dejando buen minutaje para que la voz principal se expresara como más le conocemos, con la sola compañía de su guitarra eléctrica. La noche había arrancado con Eraul, formación local encabezada por Asier Beramendi. Una gozada que hizo morir de envidia a más de un músico presente. Porque además de hacerlo mejor que bien son insultantemente jóvenes. Puñeteras nuevas generaciones creativas….

Una chavaleria que ha empezado a cambiar el folk, el pop y el rock por otros sonidos más urbanos. La demostración se pudo disfrutar el viernes en Gasteszena, con el hip hop como bandera. Quizás a los lectores más tradicionales les sorprenda, pero los conciertos de este estilo calan como un chaparrón entre la juventud. Y este, capitaneado por Nach y Gallinero All Stars, no fue una excepción.

Exposición de fotos

El sábado fue el día fuerte del certamen. La Casa de Cultura de Egia abrió sus salas y pasillos para que la cultura se colará en ellos. En las paredes del segundo piso pudimos disfrutar de la maravillosa exposición fotográfica de Juan G. Andrés. Un repaso por los diez años del certamen, una guía fantástica de retratos musicales en el que no pudimos destacar solo una foto. Todas eran fantásticas. Algunas muy emotivas (Pedro San Martín), otras muy potentes (Kokoshca). Y había casos, como el de Josh Rouse, que contaban con una versión en movimiento. En una de las aulas del lugar se emitían conciertos del Donostikluba grabados. Nosotros vimos y disfrutamos un rato del de este norteamericano afincado en Valencia.

Pero la actualidad obligaba, y subimos a la terraza para rocanrolear un buen rato. Primero con los descarados Sexy Zebras, músicos descamisados que supieron superar el apagón sufrido. “Es un bolo clandestino fantástico”, dijo uno de sus integrantes. Y cierto era. Fue una gozada más tarde secundada por los Layabouts (el grupo del hijo de Imanol Arias), quienes tocaron de inicio a fin el clásico de los Ramones “It´s alive”. Lo mejor en estos casos es dejarse llevar y pegar unos brincos, sin detenerse mucho en el concepto. Y así lo hicimos.

Exito de Delorean

La noche estaba preparada para el triunfo de Delorean, el grupo que cerraba el cartel. Y la gente respondió en masa a la llamada, llenando la sala de conciertos y gozando de las fantásticas creaciones de este grupo vasco afincado en Barcelona. Asistentes que no hicieron mucho caso a conciertos tan maravillosos como el de los ingleses Delorentos, una de las sorpresas del festival. Como destacables fueron también las dulzuras tecnopoperas de Dual Split. Una pena que problemas en el equipaje (una maleta muy necesaria no llegó a Donostia) obligaran a suspender la actuación del británico Ghost Culture.

Finalizada la celebración, Donostikluba ahora se integrará en la ciudad programando conciertos durante el resto del año. Con visitas ilustres como la de Steve Wynn (Le Bukowki, 16 octubre), Alela Diane, Black Yaya o Will Johnson.

Delorean: regresando al futuro

Los guipuzcoanos son el gran broche final del Donostiluba 2015 / Su pop electrónico es el gran broche final del Donostiluba 2015.

Si las paredes de Gazteszena tuvieran memoria y voz nos contarían felices las veces que Delorean han pasado por la sala (2008 y 2009). “Personalmente, guardo un especial recuerdo de la primera de esas apariciones”, nos cuenta el guitarrista Guillermo Astrain. “Aquella fue mi primera actuación en Donostia como miembro del grupo. Tocar en tu ciudad, ante tantos amigos y familiares, siempre es algo especial”. Tampoco olvidan su participación en el homenaje a Mikel Laboa realizado en nuestra capital, cita en la que ofrecieron una reinvención personal de los tonos del genial creador. “Reinterpretar algunas de sus canciones ante familiares y gente tan cercana al artista era algo que nos imponía un gran respeto. Que su mujer y sus hijos felicitasen las piezas más experimentales de nuestra actuación fue el “visto bueno” que necesitábamos para pensar en la posibilidad de realizar otros pases en el futuro. Por eso nos animamos a realizar un nuevo pase ampliado el próximo 10 de febrero en el Teatro Arriaga de Bilbao”.

No es una banda que se frene ante los riesgos del cambio. Acaban de presentar “Crystral”, un nuevo single, que busca redefinir la marca Delorean. “Hace tiempo que sentimos que el ciclo de “Apar”, nuestro último CD, había llegado a su fin. Con esta nueva canción queríamos marcar un punto de inflexión que nos permitiera liberarnos de cualquier planteamiento continuista. Las constantes musicales de la banda siempre van a estar ahí, pero para nosotros siempre ha sido fundamental enfrentarnos a nuestros propios complejos y carencias para evolucionar”.

Un progreso que también afecta a la manera de publicar este nuevo tono. Saldrá editado en Phlex, el sello que ellos mismos gestionan. “Es una herramienta que hemos creado para poder editar ese tipo de cosas. Un grupo como el nuestro, con capacidad para grabar y producir su propio material y remezclar el ajeno, a menudo tiene ideas que compartir con una celeridad distinta a la de los LPs”.

El trabajo largo se espera para comienzos del año que viene. ”Para preparar el álbum era necesario bajar el ritmo”. No olviden que estos vascos afincados en Barcelona giran, como diría Jose Luis Moreno, con gran éxito más allá de nuestras fronteras. “La última gira estadounidense, para nuestra sorpresa, fue la que mejor funcionó de todas las que hemos realizado, con llenos en salas de aforos importantes”.

Ahora, antes del siguiente viaje, toca trabajar como hormiguitas en el local. “Componer un nuevo disco de Delorean es un proceso de aprendizaje: nuevas técnicas de producción, nuevas estructuras y sonidos. Es un proceso largo en el que la paciencia es fundamental. Estamos trabajando en una producción puramente electrónica, con canciones basadas en pocos elementos, ignorado la faceta más “rock” de la banda y poniendo el foco en lo digital”.

Joe Satriani: festín guitarrero

Intérpretes: Joe Satriani (guitarra), Marco Minnemann (batería), Bryan Beller (bajo), Mike Keneally (teclado, guitarra). Lugar: Auditorio Kursaal (Donostia). Día: 30 de septiembre de 2015. Asistencia: Unos 1500 asistentes.

Arranque “heavy”, nunca mejor dicho, el de la programación del Kursaal de esta temporada. El guitarrista Joe Satriani desplegó todo su poderío guitarrero anoche en Donostia. Acompañado por tres músicos que le construían el fondo contundente para su imparable paseo por los trastes, el autor hizo las delicias de un auditorio casi lleno que le aplaudió sus constantes momentos solistas – no hubo pasaje sin punteo-, los duelos de guitarras, el solo de batería y toda habilidad sonora que se puso por el camino. Los neófitos pudieron acordarse de su otorrino (¡vaya volumen!) mientras se perdían entre un virtuosismo inapreciable para su gozo

Donostikluba 2015: cumpleaños total

El donostiarra barrio de Egia será, una vez más, el “place to be” este fin de semana. La zona vuelve a acoger una edición del Festival Donostikluba muy especial: La décima en su andadura. La sala Gastezsena y el edificio que la alberga, La Casa de Cultura situada en la calle Baztán, volverán a ser el centro de las actividades.

Lejos queda aquel arranque con el que quisieron romper la sequía de eventos “indies” con las actuaciones de Ainara Legardon, Virus, 12Twelve, Gecko Turner, Andy Smith o Floro. “En 2005 nuestra capital era un desierto en invierno”, nos cuenta Sergio Cruzado, programador musical de esta propuesta. “El verano contaba con grandes momentos como el Jazzaldia, pero llegaba el frío y San Sebastián se quedaba con una escueta agenda de música independiente hecha a partir de esporádicos intentos públicos y privados”.

El responsable detalla el enfoque de esta cita que nació puntual el primer fin de semana de octubre para acabar extendiéndose por las agendas del resto del año bajo la etiqueta de “circuito”: “Quisimos ofrecer un espacio a esas bandas estatales independientes que no pisaban Donostia, posibilitar el acceso de los grupos locales a las casas de cultura, traer bandas internacionales de calidad y nombres históricos. Crear un club de música independiente que acabó ampliándose en el calendario. Yo creo que este certamen ha generado un público que se ha normalizado como consumidor habitual. Ahora hay programaciones increíbles todos los fines de semana. Se han diluido los conciertos del circuito comercial en favor de este tipo de música, lo cual habla de un potente cambio en los gustos de esta ciudad”.

El paseo mental de Cruzado por Donostikluba está repleto de anécdotas. ‘No olvido a Lechowski cantando en la puerta, Nada Surf haciendo un acústico en la calle, Bassmatti y Señor Chinarro haciendo versiones de los Smiths casi en la carretera después de que cerraran la sala, Sidonie organizando taxis con sus fans para seguir la fiesta. Recuerdo mandar a Andy Rourke (Smiths) al Eiger porque quería escuchar buena música, a Peter Hook (New Order) salir con su caja de galletas por la puerta de atrás mientras todo el mundo estaba en éxtasis cantando “Love will tear us apart again”, buscar a Evan Dando en Egia porque nadie le encontraba y llegaba la hora de subirse al escenario, al malogrado Pedro San Martin (La Buena Vida) haciendo de embajador…‘.

Ellos, La Buena Vida, son uno de los mayores logros que ha tenido Donostikluba. ‘Fue un sueño conseguir que tocarán en un formato de club en su ciudad cuando se habían pateado todas las grandes citas del estado‘. Otros de los grandes iconos del evento son Delorean, quienes repiten presencia este año de celebraciones. ‘Son mi debilidad, un grupo creativo contemporáneo con muchísima personalidad que ha hecho escuela con su sonido y apostado por buscar mercados fuera‘.

Mas la música debe mirar al futuro, y por eso el hip hop sigue teniendo una presencia relevante en la programación. Esta noche Nach y los potentes Gallinero All Stars defenderán en Gazteszena las llamaradas habladas sobre bases electrónicas. ‘Este estilo musical ha conseguido ser el himno de una generación. Despistando a la nuestra, que no lo entiende. Consigue bajar la media de edad de los espectadores. Engancha con los jóvenes, que es algo que el rock no logra en igual medida‘.

El sábado es el día potente del festival. Desde primera hora de la tarde se podrá disfrutar del mercadillo situado en la Casa de Cultura de Egia. Unas mesas que ofertarán las producciones locales de discos, diseños gráficos, ropa, repostería y fotografía. También habrá estampas, quietas y en movimiento, en las muestras retrospectivas preparadas para la ocasión. De los retratos se encarga un clásico de las primeras filas de los conciertos, ”El Humilde Fotero del Pánico” (Juan G. Andrés). Y de las imágenes en movimiento corren a cargo de otro eterno inquieto, Jabi “Jaspi”, en compañía de Jose María Lasa. ‘Juan y Jabi son como el backline de certamen. Siempre están ahí. Su trabajo va a ser genial para tener una perspectiva del ciclo’.

También habrá música ejecutada en la kulturetxe, claro. Por sus pasillos y azoteas sonarán la impactante oscuridad pop de los canarios Pumuky o los Layabouts ejecutando entero el “It´s Alive” de los Ramones. Sexy Zebras demostrarán que lo suyo es potente y rockero, mientras Cuello buscarán confirmar todas las buenas palabras que están logrando en el underground. Los locales Ventura ofrecerán su primer actuación juntos y los vasco-norteamericanos Dual-Split volverán a acercar su evocador tecno pop con voz femenina al frente. Hasta aquí todo es gratis, como pasear por La Concha.

Para el turno de noche guarden 15 euros para la entrada. La velada arranca con Ghost Culture, un británico de electrónica carbonera admirador de los tonos de los New Order y remezclador de renombre (ha currado para Daft Punk, Tame Impala o MGMT). Si se fían de la revista Pitchfork deben saber que esta publicación le otorgó un notable a su disco de debut.

Con Delorentos, los siguientes de la lista, la sala se lanzará al baile guitarrero más actual. Estos irlandeses son tremendamente efectivos a la hora de poner en danza al personal, como bien pudieron ver los asistentes al Kutxa Kultur del 2012. Ya que sale mencionado, le preguntamos a Sergio por la cita de Igeldo, también dirigida por él. ‘Es como la alimentación. Donostikluba es el menú del día. El que hace que Gipuzkoa tenga salud porque consume cultura regularmente. Kutxa Kultur Festibala es el atracón, el homenaje que se pega todo el mundo una vez al año’.

La fiesta en Gazteszena continuará mañana con los norteamericanos Crocodiles, quienes alargarán la sombra de los Jesus & Mary Chain con sus guitarrazos repletos de chulería “garagera” y gancho melódico manchesteriano. Y el cierre – este año no hay DJs que estiren el horario- a eso de las tres de la mañana se llevará a cabo con Delorean, en su hábitat natural: la sala de conciertos.

Esperemos que dentro de diez años tengamos tranquilidad y salud‘, nos cuenta Cruzado a modo de deseo para el futuro. ‘Fuimos de los primeros en salirnos del esquema de reunión temática para defender la actitud independiente. Ahora buscaremos fortalecerla e inventarnos planteamientos nuevos para generar nuevos públicos‘.

Agur, Zarata!

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Ha sido la última vez que he escrito a una dirección de mail, la que coordinaba mis colaboraciones con el DV, para mandar un texto. Y da pena. Claro que da pena, coño. Que han sido veinte años.

Dos decenios y algún mes más desde que envié aquella respuesta (¡por carta postal!) al anuncio de “¿quieres escribir en este suplemento?” aparecido en un pequeño lateral del Dvorame (ahora repintado como SDV y en su día «el primer suplemento juvenil de la prensa tradicional de todo el Estado»). Mandé tres críticas de discos (The Pastels, Tindersticks y otra que no recuerdo) y a los días me respondieron diciendo que las iban a publicar. ¡Pagando! ¡Cosa que ni las revistas más hipster de hoy en día hacen!

Han sido dos decenios de feliz locura que a partir de ahora contarán con otro mail como destinatario. No puedo ni contar las páginas y textos que he entregado (y que me acercan a mi sueño vital, escribir sobre pelota. Todo esto ha sido un ligero desvío). La de grupos nacionales e internacionales que he conocido gracias a las entrevistas realizadas. Lo que he aprendido teniendo que currar sobre estilos poco presentes en mi colección personal. O escribiendo en una hora crónicas que salían el día siguiente. Lo que he gozado mandando cuestionarios a mis ídolos. Y la de conciertos que he podido ver. Esto último, aunque a varios os suene a condena, ha sido una gozada SIEMPRE.

Creo que este paseo musiquero por el Dvorame/SDV/DV me ha ayudado a retrasar un poco esa pérdida de vitalidad musical, ese amor e ilusión melódica que tiende a desaparecer con el paso de los años. Ese empuje que el hoy jubilado Iñaki Zarata – y alguno más que sigue en activo- ha sabido esquivar hasta el último día con algún conjuro diabólico que muero por conocer.

Un tipo, Zarata, que hasta su último texto ha estado siempre atento a las citas pequeñas, a las cosas raras, a las propuestas interesantes que igual no son muy populares, a lo divergente y lo creativamente relevante. Muchas de las actividades que hoy están asentadas en nuestro calendario han tenido el pequeño e innegable granito de arena inicial en ese primer texto relevante coordinado por este periodista navarro (en DNI y cabeza). Una persona que siempre ha sido una red para los saltos que me he solido pegar. Jefe que también ha soltado educados raquetazos cuando el menda derrapaba un poco en las letras. Resumiendo: ha sido el mejor “Lou Grant” que he podido tener.

Por eso, y por muchas otras cosas que no caben en este texto, muchas gracias Iñaki