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Dry The River

El cuarteto británico acerca sus nuevas canciones de folk-rock épico en un concierto al que, si espabilas, puedes ir gratis

Fueron unas de las bandas revelación del 2012. Siguiendo la brecha de popularidad abierta por Mumford & Sons, las canciones del debut de Dry The River pronto alcanzaron escenarios tan relevantes como los festivales de Glastonbury o Reading. Unas melodías que nacieron como deseo de tranquilizar las creaciones de sus integrantes, curtidos en bandas de mayor potencia sonora (punk, metal, rock progresivo) y que ya alcanzan más de tres millones de escuchas en Spotify (caso del tema “No Rest”)

La canción mencionada, una fiesta de tintes épicos y casi progresivos, puede servir de base para explicar la personalidad de aquellas primerizas composiciones. Una especie de “folkplay” (folk + Coldplay). Maneras que mezclaban instrumentos de corte tradicional con épicas cuerdas y una intensidad que rompía los medidores. “En aquellos años buscábamos que las canciones simplemente fueran creciendo hasta llegar al final, donde todo explotaba”, afirma su guitarrista Matthew Taylor.

Ahora llega “Alarms in the Heart”, “un título que habla de remordimientos y ansiedad ante hechos inesperados”. El disco se grabó en Islandia, un emplazamiento ideal para los nuevos contrastes de la formación. “Estamos empezando a tener muy en cuenta el medio ambiente, la localización del estudio de grabación. La calma de aquél país ha influido de manera muy positiva en estas composiciones. Los glaciares, las montañas, la soledad y la tranquilidad… Fue maravilloso. Como lo fue el hecho de grabar con el material de Sigur Rós”.

El nuevo CD recupera aciertos pasados y avanza en la personalización de su propio camino, jugando a mezclar partes sin mayores vergüenzas: “Med School”, por ejemplo, empieza como un tema del último Morrissey para saltar a un estilo más cercano a The National. En “Roman Candle” cuentan con la colaboración de Enma Pollock, quien da un contrapunto perfecto a la narración sentida del cantante de la banda. Aunque lo que les funciona de perlas es lo grandioso. Ahí están “Gethsemane”, “Everlasting Night” o “Rollerskate” para demostrarlo y elevar de paso los ánimos de su creciente legión de seguidores.

La cita del lunes en el Doka donostiarra viene patrocinada por Budweiser. Cervecera que, buscando que la música de sus patrocinados suba como la espuma, ofrece invitaciones gratis en su web. Aprovechad las ventajas que da la cercanía de estos espacios, que la próxima vez que lo veas puede ser rodeado de 30.000 almas festivas. “Adoramos girar por salas. Cada vez nos ocurre menos, pero nos sentimos mucho más a gusto”.

Publicado enEntrevistas

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