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El Columpio Asesino: «Nos sentimos a gusto combinando electrónica y guitarras!

 Tolosa estrena mañana las nuevas canciones de esta potente banda navarra, ahora más oscura y digital 

 
¿Cómo sobrevivir a un éxito como “Toro”, canción que les abrió la puerta grande de relevantes festivales y giras por el extranjero tras muchos años de crecimiento imparable? Para responder a esta pregunta los chicos (y chica) de la banda pamplonesa El Columpio Asesino tomaron el camino montañero, decidiendo enclaustrarse en Bigüezal, un pequeño pueblo de la montaña prepirenaica.

Nuestro entrevistado, Albaro Arizaleta -batería y cantante de la formación- amplía los detalles del retiro creativo. “Alquilamos una pequeña casa, sin cobertura ni internet, donde convivimos durante tres meses. Queríamos enfrentarnos al reto del quinto lanzamiento en un espacio de concentración y trabajo. Por eso nos aislamos en un lugar tranquilo con un nuevo productor, Daniel Ulezia. En medio de aquel entorno tan bello y ermitaño dimos forma a nuestro disco más radical«.

Llevan razón. “Ballenas muertas en San Sebastián” (Mushroom Pillow, 2014), a publicarse el 28 de abril, es su trabajo más extremista. Un salto hacia el interior. Huyendo de cualquier efectismo al que podrían haberse subido sin mayores reproches entregan un CD muy electrónico, de mensaje más oscuro y completo. Líricas que discurren entre la rabia, la desesperanza, la crisis o el abatimiento. Podrían tomarse como el reverso de la fiesta que hasta ahora proclamaban. Pero es mucho más que eso. Porque “Ballenas…” es un pelotazo. Aunque ahora la banda utilice otros hilos para enganchar al oyente.

¿De dónde viene ese giro actual?
 
Nunca nos hemos considerado una banda de guitarras, siempre hemos hecho uso de la electrónica. Pero es cierto que hemos evolucionado hacia lugares más hipnóticos y oscuros.

Si el anterior trabajo era la fiesta, ¿este es el bajón posterior?
 
En nuestro anterior álbum se daban las dos caras de la moneda. En “Ballenas” nos hemos centrado más en una de de ellas. Teníamos ganas de transmitir de otra manera. Hemos intentado contagiar obsesión y ansiedad a través de las repeticiones de las frases sobre ritmos repetitivos, primitivos, enfermizos y violentos por momentos.

¿Qué queréis decir cuando habláis de “distorsión social”  o “deseo de vivir en sincronía con lo real”?
 
En este tiempo de redes sociales, nuevas tecnologías y de virtualidad estamos perdiendo el sentido de lo real. Esa triple tensión entre el “debes ser” de los medios, lo que “eres”, y lo que te dictan tus instintos genera una falta de armonía, una falta de sincronía que genera sufrimiento.

¿Cómo os ha afectado la situación actual a la hora de escribir?
 
Ha hecho que por primera vez hagamos nuestro primer disco conceptual. Todas las canciones giran en torno a la idea del fin de algo, tanto en lo social como en lo personal. Hay un paralelismo entre la decadencia exterior y la interior.
 
Nueve temas que se pasan en un vuelo.
 
Nos cuesta componer. Y como son tan intensos tampoco los puedes hacer muy largos. Mejor quedarte con un poquito de hambre que acabar harto.

Venga, yo os lanzo grupos y me dais vuestra opinión. Sigue Sigue Sputnik.

Un turmix de viejos roceros como Bo Diddley, Alan Vega y Billy Idol. Divertidos pero cansinos.

Depeche Mode.

¡Grandes! Supieron acercar los fríos timbres de kraftwerk al sonido pop consiguiendo grandes melodías atemporales.

La BSO de Drive.

Electrónica de bajos fondos. The XX serían el minimalismo, el manejo de los silencios, la melancolía y la belleza.

Suicide.

Elvis Presley en la Matraca. Tensión, obsesión, alaridos, delay. Unos Pioneros.

“Ballenas Muertas en San Sebastián”. Menudo título vacilón para los donostiarras

(Risas) Me impactó mucho ver la fotografía de una ballena varada en La Concha en la portada de un periódico vasco. Me vino a la mente la imagen del naufragio del Costa Concordia. La similitud de ambas imágenes me pareció un símbolo brutal del naufragio que estamos presenciando cada día.

¿Adaptáis las viejas creaciones al nuevo envoltorio?
 
Siempre hay sitio para la energía rabiosa. Porque en esa combinación de electrónica y guitarras es donde más a gusto nos sentimos.

 
Entrenando en Bomberenea, Tolosa

Es un buen lugar para calentar motores. El aforo es pequeño, estás rodeado de amigos. Un sitio ideal.

 

Publicado enEntrevistas

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