Saltar al contenido

Etiqueta: El Columpio Asesino

El Columpio Asesino: un tórrido final

La gira de despedida del grupo navarro llegaba a su querida Donostia (recuerden su “Ballenas muertas en San Sebastián”) con todo el papel vendido y mucha energía en un caldeado ambiente que gozó con el despliegue de personalidad y potencia.

La banda, bien completada con Iñigo Cabezafuego al bajo y Jaime Nieto al teclado, defendió el pop de guitarras, la fiereza del punk domesticado, la oscuridad más enfadada y la energía del rock de los años 90 en una lista llena de momentos álgidos. Desde las cimas de la popularidad (‘Toro’, ‘Ye Ye Yee’) hasta los valles más azuzados, los pamplonicas desplegaron una fuerza inconmensurable.

Con momentos pétreos a los que tanto les deben los posteriores León Benavente (‘Babel’, ‘Susúrrame’), pasajes casi nuevaoleros (‘La lombriz en tu cuello’), caídas secas (‘Escalofrío’), finales preciosos (‘A la espalda del mar’), modernetes aires disco (‘Huir’), minutos policíacos (‘El Evangelista’), toques pop (‘Perlas’) y golpes germánicos (‘Edad legal’). Una noche que nos regaló el ‘Vamos’ de sus adorados Pixies y en la que sudamos hasta sentados. Solo falto el ‘Pobre de mí’ en una sala que disfrutó del último baile de una banda que lo deja sin fisuras.

Kutxa Kultur: El parque independiente

Los Planetas, Wombats y El Columpio Asesino son algunas de las atracciones musicales del festival repleto de sonidos indies que se celebra este fin de semana en el parque de Igeldo.

Atacamos a Sergio Cruzado, el principal promotor de este festival musical donostiarra, con la pregunta más importante de todas: ¿Va a hacer buen tiempo? “Las previsiones así lo indican”. El clima es lo único que puede hacer variar el disfrute de los asistentes al Kutxa Kultur, porque el resto de la fórmula sigue siendo acertada. Un emplazamiento único con la ciudad a tus pies mientras la música independiente de calidad contrastada suena en los distintos escenarios situados entre las atracciones del parque. Ferias que, no lo olviden, siguen abiertas mientras los grupos actúan.

A veces el mejor cambio es no hacer ningún cambio. “Lo peor sería que el festival perdiera su identidad por tirar hacia otro lado. Es verdad que el planteamiento ha funcionado desde el principio y que dadas sus características te permite pocas alternativas para la ubicación de los escenarios. Pero todavía se puede sorprender o mejorar”.

En el tema de mejoras los organizadores han reforzado la frecuencia de los autobuses-lanzadera (recordad que no se puede subir al Monte Igeldo en transporte privado) y quien quiera airearse al finalizar los conciertos también podrá bajar andando a la ciudad porque este año se ha habilitado un paseo por el Camino del Faro hasta Ondarreta. Se mantienen propuestas tan atractivas como la de subir gratis en funicular o contar con una guardería para que los cuarentones que ahora pisan más escuelas infantiles que salas de conciertos puedan disfrutar de las distintas actuaciones musicales dejando a sus niños a buen recaudo.

El Kutxa Kultur también ha preparado potentes fiestas post-festival en las salas Doka y Gasteszena -con bus gratuito a Egia desde el centro de la ciudad-. Sin olvidar que en esta edición habrá dos escenarios nuevos: El patrocinado por la bebida Red Bull y uno a cargo de la publicación local Arteuparte.

Porque la música sigue siendo el motor del evento. Con nombres potentes, formaciones que empiezan, futuras promesas y agradecidas sorpresas de última hora como la inclusión de la banda Los Planetas. “Son el grupo más influyente de la música independiente estatal en los últimos veinte años. Tienen una conexión muy clara con esta ciudad, y me consta que han rechazado muchísimas ofertas de otras ciudades. Verles en el Parque de Atracciones de Igeldo tocando «Qué puedo hacer» tiene que ser flipante”.

La gente recordará el lunes que viene las actuaciones de otros granadinos como Lori Meyers (“el año pasado tocaron en todas las capitales del Estado. Solo faltaba esta. Tienen al público y el viento a favor, y una legión de fans”), los bien paseados The Pains Of Being Pure At Heart, la parranda festiva de The Wombats o la oscura efectividad de El Columpio Asesino, banda que actuará en la ciudad que da nombre a su último disco, “Ballenas Muertas en San Sebastián”.

Y con esos grandes nombres, muchas posibles sorpresas. Algunas formaciones cuyo crecimiento es innegable (Correos, Gose, Grises) y otras exquisiteces más enérgicas (Kokoscha, Perro, Cabezafuego, Natural Child). Muchos se sorprenderán con la calidad del marciano Sean Nicholas Savage o el más clásico Jacco Gardner. O se tirarán de los pelos por no haber escuchado antes la potencia ruidista y shoegaze de Toy o la electrónica sinuosa de Reptile Youth. Porque ese es uno de los enfoques del certamen. Acercarse a picotear, pasear, potear los distintos sabores musicales. Algo, por otra parte, muy donostiarra

Sergio pone el foco en los pintxos sonoros locales, porque ningún otro festival les dedica tanta atención. “Esto quiere ser un festival de Donostia, no un circo o espectáculo ambulante que llegue a la ciudad. Si queremos crear público potencial para estas músicas y fortalecer la escena estos grupos deben tener un peso importante en el cartel”. Le pedimos algunas pistas. “Bide Ertzean es una de las mejores bandas de pop de los últimos años. Bassmatti & Vidaur han recogido el testigo del pop artesanal y dibujado a mano de esta ciudad. Chase The Mayhem, The Animal Within y Hyedra están construyendo una escena muy potente. El rock instrumental de Ladrones De Guitarras le va como un guante al parque. Frank, Luke Amstrong o Mery May son la vertiente folk-rock de nuestros grupos musicales…”. Imposible detallarlos todos. Pasen por la web del evento www.igeldofestibala.com para conocer más detalles de los combos actuantes. Y no despisten las redes sociales si se quieren enterar los últimos cambios en el programa o las novedades de última hora.

El Columpio Asesino: «Nos sentimos a gusto combinando electrónica y guitarras!

 Tolosa estrena mañana las nuevas canciones de esta potente banda navarra, ahora más oscura y digital 

 
¿Cómo sobrevivir a un éxito como “Toro”, canción que les abrió la puerta grande de relevantes festivales y giras por el extranjero tras muchos años de crecimiento imparable? Para responder a esta pregunta los chicos (y chica) de la banda pamplonesa El Columpio Asesino tomaron el camino montañero, decidiendo enclaustrarse en Bigüezal, un pequeño pueblo de la montaña prepirenaica.

Nuestro entrevistado, Albaro Arizaleta -batería y cantante de la formación- amplía los detalles del retiro creativo. “Alquilamos una pequeña casa, sin cobertura ni internet, donde convivimos durante tres meses. Queríamos enfrentarnos al reto del quinto lanzamiento en un espacio de concentración y trabajo. Por eso nos aislamos en un lugar tranquilo con un nuevo productor, Daniel Ulezia. En medio de aquel entorno tan bello y ermitaño dimos forma a nuestro disco más radical«.

Llevan razón. “Ballenas muertas en San Sebastián” (Mushroom Pillow, 2014), a publicarse el 28 de abril, es su trabajo más extremista. Un salto hacia el interior. Huyendo de cualquier efectismo al que podrían haberse subido sin mayores reproches entregan un CD muy electrónico, de mensaje más oscuro y completo. Líricas que discurren entre la rabia, la desesperanza, la crisis o el abatimiento. Podrían tomarse como el reverso de la fiesta que hasta ahora proclamaban. Pero es mucho más que eso. Porque “Ballenas…” es un pelotazo. Aunque ahora la banda utilice otros hilos para enganchar al oyente.

¿De dónde viene ese giro actual?
 
Nunca nos hemos considerado una banda de guitarras, siempre hemos hecho uso de la electrónica. Pero es cierto que hemos evolucionado hacia lugares más hipnóticos y oscuros.

Si el anterior trabajo era la fiesta, ¿este es el bajón posterior?
 
En nuestro anterior álbum se daban las dos caras de la moneda. En “Ballenas” nos hemos centrado más en una de de ellas. Teníamos ganas de transmitir de otra manera. Hemos intentado contagiar obsesión y ansiedad a través de las repeticiones de las frases sobre ritmos repetitivos, primitivos, enfermizos y violentos por momentos.

El Columpio Asesino: Juegos nada infantiles

El día en el que se celebraba – o sufría, según gustos y pelajes- la efeméride de la canción más famosa de Celtas Cortos, el dichoso “20 de abril”, asistimos a uno de los primeros llenazos hasta la bandera del aún reluciente escenario de la Casa de Cultura de Intxaurrondo. La banda navarra El Columpio Asesino fue la culpable del éxito nocturno.

Abrieron puertas los locales Rulot, que en apenas media hora ventilaron su rock a lo Nueva Vulcano ante un público que quería otro tipo de bailes, los ingeniados por la formación capitaneada por los hermanos Arizaleta. La hora larga de la actuación “asesina” fue de menos a más, con una lista de temas que eclosionó en la sección final. Las canciones iniciales se sucedían una tras otra sin mayores diferencias, centrando su fuerza en el impacto más que en la diversidad sonora. Con un maquinista, el cantante y batería Álvaro Arizaleta, que realiza su difícil labor sin complicarse la vida. Tampoco ayudó la disposición de la sala, que ha alcanzado mejores valoraciones en lo referente al sonido en otras actuaciones más relajadas.

Afortunadamente, esta primera etapa centrada en las rabietas punk de sus primeros álbumes (tanto por estar presente en ellos como por basarse en esa marcada herencia de los Pixies) quedó atrás y empezamos a disfrutar de los muchos aciertos de los de Iruña. Entre la alegría ejecutante, el atractivo de unas tonadas alejadas de lo habitual, y que a la gente le gustan más los “subidones” de discoteca que a un tonto un lápiz, el quinteto abandonó la estancia entre vítores bien merecidos.

Donostikluba 2008: Músicas enérgicas

Interpretes: El Columpio Asesino, 16th Solid Spread, We Are Standard, Andy Rourke. Lugar: Sala Gazteszena (Donostia). Día: 4 Octubre 2008. Asistencia: Lleno, unas 600 personas.

El rock parece haberle ganado la partida a la música pinchada. La presencia de los músicos y la ejecución de las canciones supera la presencia de los grandes nombres tras los tocadiscos.

Se vio el viernes en Donostikluba, cuando los creadores locales ocuparon la última franja horaria y la gente, en pequeño goteo, iba abandonando el lugar.

Y la fórmula se confirmó el sábado con Andy Rourke, el que fuera bajista de los Smiths. Los cientos de personas que habían asistido a los conciertos previos se quedaron en unas cuantas decenas en la franja final de la noche, cuando las melodías venían guardadas en un ordenador.

Claro que había sido una noche con un gasto importante de energía desde la apertura de puertas. El Columpio Asesino se olvidó de los pasajes reflexivos y vaporosos de su último disco “La Gallina” y despachó un concierto repleto de potencia y ardor.

Los navarros recuperaron esa fuerza que se basaba en Los Pixies. Con una formación más que numerosa sobre el escenario, consiguieron electrizar el vello de los asistentes a base de guitarrazos, voces elevadas y mucha fuerza percutiva. Su actuación se cerró con una personalísima mirada al “All Tomorrow Parties” de la Velvet Underground.

El vigor disminuyó ligeramente con la actuación de los catalanes 16th Solid Spread, quienes ofrecieron un concierto correcto, digno de un programa televisivo de la MTV. Si tamaña pulcritud es buena o mala lo dejaremos al gusto del lector. Su repeinado rock sonó impoluto, con grandes influencias de bandas como Smashing Pumpkins o Foo Fighters y movimientos actuales como el post-punk. Claro que si comparas lo escuchado con los zarauztarras Delorean la propuesta se diluye como un tenista norteamericano sobre la tierra batida.

Aunque para raquetazos, los de los vizcaínos We Are Standard. Con el motor a tope de revoluciones durante toda la velada, los getxotarras demostraron que su segundo disco confirmará las virtudes del primero. También tuvieron tiempo de homenajear a la Velvet con la versión de “Waiting For My Man”, acabando su poderosa actuación con todo El Columpio Asesino sobre el escenario, en compañía de algunos espectadores que decidieron subirse a la tarima.

El mancuniano Andy Rourke tiró lo justo de nostalgia (tan sólo sonaron 3 canciones de los Smiths) y recuperó la imagen del pinchadiscos más clásico, el que ponía un temazo después de otro. Hubo espacio para el rock de los Who, la alegría melódica de The La´s y su “There she goes” y mucha música actual, esa que se rebusca en las cubetas de vinilos o se escucha en emisoras alternativas como la XFM británica, donde el músico inglés cuenta con un programa radiofónico.

El Columpio Asesino: “El lenguaje bíblico me pone. Permite imágenes poderosas y rozar el límite de lo adecuado de una manera muy tentadora”.

Siempre es desconcertante hablar con los miembros de la banda pamplonesa El Columpio Asesino. A veces parece que vienen, otras que van, como si en Estafeta hubiera una delegación gallega y ellos fueran sus miembros más alocados.

Los mismos que hace unos meses respondían en una entrevista que “seguían trabajando en una fábrica” afirman ahora que viven de la música. Palabras que en el fondo no deben apartar la atención de la importancia que la banda ofrece a sus canciones.

Además, no sé de qué nos extrañamos. Su música ha sido siempre igual de ecléctica y libertina, dificultando sobremanera el trabajo promocional de los plumillas etiquetadores.

Los intentos de esconder su arte personal en el eclecticísmo siempre han sido respondidos por los navarros con llaneza y sinceridad: “A veces nos tratan como a un grupo de culto pero, en realidad, somos más de pueblo que las alcachofas”.

Por eso, por la falta de presiones, los hermanos Arizaleta siempre han hecho lo que les ha venido en gana. Ahora, por motivos emigrantes de algunos de los miembros de la banda, se han quedado solos para la elaboración de su último trabajo, “La Gallina”.

Un trabajo construído en casa y pulido en el donostiarra estudio De Lucas que nos ofrece a los columpios más reflexivos. Aspecto que sabemos no afectará al concierto especial que mañana ofrecerán en el Festival Donostikluba. Su energía en directo está fuera de toda relajación.

Festival Expresa

Preparen sus automóviles y telefoneen a sus amistades navarricas para que les hagan un sitio en el sofá-cama del salón. Porque Pamplona presenta (ya era hora) su Festival de Cultura Contemporánea. Se celebra desde hoy mismo hasta el próximo sábado 25 de Octubre, y recibe el nombre de Expresa. Su finalidad está clara: “satisfacer las inquietudes y necesidades culturales y artísticas que generan los más de 22.000 jóvenes que residen en Pamplona y su comarca”. Así lo afirma Tito Navarro, el principal impulsor de este certamen cuyas actividades son todas gratuitas para el espectador.

Cine, moda, danza, teatro, exposiciones y músicas de corte independiente se mostrarán por los diferentes escenarios urbanos en esta semana larga en la que Pamplona dejará fluir la modernidad entre sus calles, una tendencia adormilada entre la ciudadanía y que hasta ahora no tenía un evento de relumbrón.

Pues vayamos a detallar esas innovadoras propuestas artísticas. Desde el 17 de Octubre hasta el 25 nos podemos pasear por diferentes librerías urbanas para no quedarnos outside con la instalación artística “Solo me gusta el fútbol” de Patricia Esquivas. Una invasión de los futbolistas entre ejemplares añejos y nuevos, una mirada apasionada desde un punto de vista inesperado que viene de un éxito elegante en Portugal.

El Centro Cultural Navarrería recoge en el mismo abanico de fechas la expresividad de los retratos de David Muñiz y las fotos con nocturnidad y fuerza del “Paseo Nocturno” de Miguel Ciriza. O cómo cambian las ciudades cuando cae la noche. La provocación de “Dos miradas del arte” (Galería Reciclarte) y la cercanía al público que buscan los chicos de “Destino Clandestino” se exhiben bien entrada la semana.

Del campo audiovisual de este Expresa destaca en un primer vistazo la serie de costumbrismos que Mauro Entrialgo oferta en su “Trocitos de mi vida”, en el Navarrería. Sin olvidar la retrospectiva del interesante Gorka Aguado en el mismo lugar.

El Festival se acerca a los bares con Danza Rota, el dúo de danza contemporánea y teatro compuesto por la británica Emily Burns y la catalana Emma Teixidor. Ambas trabajarán su un estilo cómico, físico y expresivo en el bar Atrio entre el 22 y 24 de este mes, acercando la danza contemporánea a los pequeños espacios.

El cine que se muestra en este Expresa tampoco se guía por derroteros habituales. Un interesantísimo documental del grupo Saint Etienne sobre su amada ciudad de Londres arranca el ciclo el 18 de Octubre en el Navarrería, centro de todas las proyecciones.

Tras él llega una selección de obras de los más refrescantes festivales patrios: el Videoclub de Barcelona, Notodo Film Festival, Animadrid, nuestra Semana de Cine Fantástico y de Terror y los cortos mostrados en el Festival Internacional de Benicassim completan las proyecciones hasta el viernes 24 de Octubre.

También habrá teatro en la programación. Del 17 al 22 un Romeo y Julieta cargado de música de Tomatito y hip hop, la sorprendente comedia “Bazar” o ese “Imagina” que repasa los tumultuosos años 70 se podrán ver en el Teatro Gayarre y en la Escuela Navarra de Teatro.

La moda es, sin ninguna duda, la gran sorpresa ya que participan los mejores jóvenes diseñadores del país”, afirma Tito destacando este punto de su menú. Nombres como David Delfín, La Casita de Wendy, Amaia Arzuaga o Miriam Ocariz son solo algunos nombres relevantes del total de invitados.

Pero la reina de la propuesta navarra es la música, pero no cualquier tipo de música. “Nos hemos fijado mucho en el panorama independiente ya que entendíamos que este tipo de música apenas se programaba por Pamplona. La gente que quería ver a ese tipo de bandas se tenia que ir a buscarlas fuera”.

Deluxe, Christina Rosenvinge y Songs:Ohia son los nombres que relucen en la parte principal del cartel. ”Deluxe es un lujazo y era obligado meterlo en la programación hasta el punto de que fue el primer artista del cartel. Cristina será absolutamente exquisita y deliciosa en concierto.” Del proyecto de Jason Molina decir que se ha cascado otro disco espectacular, más rockero que los anteriores, pero sin olvidar sus raíces neo-country, esas que le han hecho uno de los más interesantes del panorama. Sin olvidar a la brasileña Ive Mendes, una de las revelaciones de la dulzura soul-pop del momento.

De los locales se cuelan en lo musical por motivos propios Souvenir, El Columpio Asesino y Horthy. También hay sitio para el pop de los donostiarras Ama y los madrileños Niza, la suavidad de Tahiti 80, la melancolía de Budapest, las melodías guitarreras de La Habitación Roja y Cooper, el proyecto del ExFlechazos Alejandro Diez que transcurre por los derroteros sesenteros habituales.

Paseándonos por el foro de la web de Expresa 2003 (www.expresapamplona.com) reparamos en una interesante sugerencia: Nada de DJ´s ni creaciones electrónicas. La respuesta oficial nos convence: “la música electrónica esta más presente durante el resto del año, por lo que nos resulta más provechoso destinar nuestro presupuesto a otras tendencias, Además, los DJs trabajan a partir de las expresiones de otros autores, así que consideramos oportuno no incluirlos en una primera edición”.

Menos mal, si no ya estábamos pidiendo días de asueto en nuestro curro para poder disfrutar de este completo festival pamplonica que abarca con criterio y acierto las más diversas y aperturistas propuestas creativas del momento.