Saltar al contenido

Josh Rouse: Por el buen camino

El dos, la cifra más odiada por los medallistas, es el número del norteamericano Josh Rouse. Y si no lo es, debe estar muy cerca de serlo. En ese guarismo acababa su mejor y más conocido disco, ‘1972’, que también es el año de su nacimiento.
Con dicho CD, homenaje a los compositores que reinaban en las ondas por aquellos tiempos y un estilo definido como MOR (iniciales de ‘Middle of the Road’, mezcla de soft rock, jazz suave, aires brasileños o ‘easy listening’ y caracterizado por la dulzura de las abundantes melodías), conquistó los reproductores musicales de un buen número de oyentes.

A dicho álbum le siguió el también notable ‘Nashville’ y algunos experimentos divertidos para el autor y algo menos para sus oyentes habituales, como los duetos con su mujer Paz Suay (madre de los dos niños que tienen en común) sobre los que no les importará a los lectores que corramos un tupido velo.

Completamente asentado ya en el valenciano barrio de Patraix, Rouse vuelve a la palestra por doble motivo, uno por cada CD editado. El lanzamiento oficial se llama ‘Josh Rouse & The Long Vacations’ (Grabaciones en el Mar, 2011).

Segunda visita

Al calor de la estética jazzera de su portada, Rouse y los suyos incluyen acústicas instrumentaciones, sonidos soleados, tonadas cálidas y atractivas composiciones. Más cerca de Paul Simon que de Serrat, el disco es y se hace breve, dejando un estupendo sabor de boca.

A este compacto hay que sumar el promocional ‘The Mediterranean Sounds of Josh Rouse’, mezcla de canciones «vacacionales» y otras dulces lindezas, regalado en diciembre del año pasado con la revista musical ‘Rock De Lux’. La suma de ambas publicaciones conforma una de las más bellas colecciones melódicas que el autor de Nebraska haya editado nunca. Muy cerca del nivel alcanzado en sus mejores momentos pretéritos. Este fin de semana presenta sus novedades en Donostia (hoy) y Bilbo (mañana).

Será su segunda visita a la capital guipuzcoana con sus (dos) socios mediterráneos de The Long Vacations: Cayo Bellveser y Xema Fuertes, parte muy activa en la composición de esta nueva colección atemporal.


El autor, en un castellano fluido, pero no como para dar conferencias, recuerda la anterior cita local: el festival Donostikluba del año 2010. «Sí, claro, lo pasamos muy bien en ese concierto. ¡Y creo que la gente también disfrutó!». Confirmamos su apreciación. Los asistentes gozaron con el enfoque ‘desenchufado’ de la velada.

Ternuras

Una propuesta que ahora cuenta con nuevos matices. «También vamos tres músicos, pero nuestro sonido ha variado. No es como el anterior concierto en San Sebastián. No es tan folk, aunque hay espacio para unas canciones puramente acústicas. Ahora sonamos mas como una banda. Xema toca la guitarra, ukelele y banjo, pero también la batería».

Felicitamos al Rouse por la nueva obra, a la altura de sus mejores registros. «Me alegro mucho que te haya gustado. ¡Yo estoy contento con el resultado!». La única pega es que, como comentábamos, se hace muy breve. «Todos mis discos tienen 9 o 10 canciones, quizás en este último son temas algo más cortos. Pero me gusta así, se oye muy fácilmente».

Toda valoración sube unas décimas cuando la portada es tan sencilla y bonita, de aires poperos y jazzeros. «Gracias, esta hecha entre mi mujer Paz y el ‘Long Vacation’ Xema Fuertes. En el disco hay jazz, como en la canción ‘Lazy days’. Y mucha música brasileña (‘Fine, fine’). Nunca me he cerrado a nada. Pienso sobre todo en hacer buenas canciones, más que en los estilos».

Escuchando ‘Diggin’ in the sand’ o ‘Oh! Look What The Sun Did!’ uno lo intuye cercano al alegre componer de Paul Simon. «La comparación es habitual. No me importa, me gustan mucho sus canciones». El disco se cuela hasta el oyente con ternura. Como si cantaran en el salón de tu mini piso.

Labor grupal

Es esa una influencia de la nueva manera de componer, más abierta y participativa. «Esa fue mi intención. Grabar algo directo, rápido. Las canciones son mías, pero la aportación de Xema y Cayo ha sido importante. Son grandes músicos y lo hemos grabado pensando las cosas entre los tres».

Y después de paseos por grandes sellos, recala en la zaragozana Grabaciones En El Mar. «Fue un contacto que me recomendó el productor Paco Loco. Y estoy muy contento con el consejo». Loco es uno de sus colaboradores en su época española. En Long Vacations ha dejado parte de su impronta de arreglista, como también lo ha hecho el elegante y últimamente omnipresente Raül Fernandez Refree.

Fernández es un habitual, por ejemplo, de los discos de Nacho Umbert. Le preguntamos a Josh Rouse por el barcelonés arrabalero, con el que podemos ver ciertos parentescos estilísticos. Nada, suposiciones nuestras.

«Apenas he podido escuchar artistas españoles en los últimos tiempos. Lo siento, pero no estoy muy al día en ese campo». Bueno, viviendo donde vive habrá tiempo para todo, dado que las giras por la zona serán más abundantes. «Viviendo en Valencia es mas fácil tocar por Europa, y puedo actuar más que antes en España. Pero es más complicado ir a EE. UU».

Publicado enEntrevistas

Sé el primero en comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *