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Mes: diciembre 2011

Soul en constante construcción

Triz3ps . La banda capitaneada por Javi Pez aportará la animosa ración negroide de su disco de debut a la fiesta de inauguración de la Casa de Cultura del donostiarra Intxaurrondo.

Se encontraron a finales de 2008, en el concierto homenaje a Poch que se montó en Donostia. Javi Pez (guitarra y voz) y Alberto Bosch (bajo) ya se conocían de la última época de Parafünk, el último grupo analógico conocido del cantante. Oriol Flores es el batería, curtido en Musikene y en la banda de Miqui Puig. Ahora se estrenan como Triz3ps y anden atentos a sus futuros proyectos jazzeros, entre los que se incluye darle swing a las canciones de Radiohead.

-Sois carne de local en constante maceración.

-Alberto: Nos hemos tomado nuestro tiempo para conocernos como músicos. Nos apetecía volver a sentir esas sensaciones creativas. Además, ya no tienes todo el tiempo del mundo para hacerlo. Solemos quedar un día a la semana. Y no hemos tenido ninguna urgencia o prisa por salir a escena.
-Pez: Hemos ido construyendo un repertorio, del cual desechamos buena parte. Ha sido un proceso tranquilo, tocando y construyendo poco a poco. Triz3ps es un músculo, un sentimiento musculoso. Hay que darle forma, machacarlo, entrenarlo.

-Buscando el punto de forma óptimo.
-Alberto: Siempre quieres que un disco tenga una dinámica adecuada, una progresión de canciones. Cuando haces pocas cosas, las quieres hacer con sentimiento, que es como mejor se hacen. La música es eso, transmitir lo que sientes.

-Javi, tras ejercer durante años de DJ y remezclador, vuelves a sentir el gusanillo analógico.
-Pez: Siempre he sido analógico. Ya había recorrido ese camino antes de lanzarme a lo digital. Por mi parte había muchas ganas de volver a tocar con banda. No una big band, sino en formato pequeño, como trío.

-Así os presentasteis ayer en el club Victoria Eugenia de la capital guipuzcoana, sin mayores aditivos.
-Pez: Somos un trío en constante construcción. Y puedes añadir miembros, pero en acústico le hemos quitando intensidad. Nos hemos dado cuenta de que nos encanta ese modelo desenchufado. Es muy atractivo. Me parece el siguiente paso de Triz3ps.

-Y para la fiesta de mañana, a banda completa.
-Pez: Sí, iremos con Paul San Martín a los teclados y Luis Camino en la percusión. Y en esta cita podremos contar con la sección de vientos en los tres temas que han tocado.

Nacho Umbert: No os creáis ni la mitad.

Tras el agradable sorpresón de su debut, Nacho Umbert repite fórmula y amigos (Refree a la producción) para este siguiente paso.

De “No os creáis ni la mitad” destacamos por su novedad unas líricas que se han vuelto más canallas. El resto, salvo las dos primeras canciones que despistan, sigue siendo delicioso y tranquilo, con un cantar bien bonito y embriagador.

Una preciosa confirmación continuista

PLV Havoc: Viviendo en la era rock

El cantautor donostiarra presenta su primer disco “Penny Lancaster”. Un decálogo guitarrero de regusto norteamericano y cantares afectados.

Como si cada canción fuera la última. Como si cada estrofa se soportara en la última exhalación. Como si cada acorde fuera el de despedida. Así vive, y canta, PLV Havoc. ‘Un amigo que escribe sobre música dijo que yo era un «emocionador». Me gusta la definición’.

Sabíamos de su expresivo modo de vida. Porque durante muchos años hemos escuchado sus demos, y visto los paseos de Pedro Luis Viñaspre (así se llama el autor) por las tabernas, garitos, bares y teatros. Esa tranquilidad compositiva, cercana al folk cuando suena con solo una guitarra, excesiva en el lirismo y de minutaje dejado.

El armazón se mantiene, y embellece, en el debut que ahora presenta: “Penny Lancaster” (Warner, 2011), las diez canciones anglófilas en dicción e inspiración que acaban de ver la luz. Melodías que se han abrigado de manera guitarrera, sin pasarse, con la ayuda de Ruben Caballero, el guitarrista de Mikel Erentxun. Y una señora banda sonando de fondo.

El primer single, llamado también ‘Penny Lancaster’, salió a la venta esta semana. En el CD completo, también a la venta ya, hay más gemas. Emocionalmente entregadas, claro.

Y todo esto en Warner. No es normal que, con la que está cayendo, uno tenga más de una novia discográfica.

Me siento muy afortunado, y no todo el mérito es mío. Tengo gente a mi lado (mi manager Iñaki Estevez e Iban Mato) que ha creído en mí desde el minuto cero. Tuve otra oferta de Subterfuge, pero al final la gente de Warner y el sello Insamuel insistieron y firmé con ellos. Creo que me muevo a golpes de corazón y en este caso fue un poco así.

Latidos que antes de ser musicales, fueron escritos

Antes de componer ya anotaba textos compulsivamente, intentando explicarme y explicar mi mundo. La música llegó después, devorando discos que arrastro como estigmas. Ahora no se vivir de otra forma que no sea escribiendo canciones.

Un hombre de mundo, viajado por buena parte de Europa…

Más bien soy bastante “hacia adentro”. De hecho, creo que he desarrollado cierto miedo a salir. Como casi siempre en mi vida, me fui por amor y volví por desamor. El mundo actualmente me resulta bastante hostil, supongo que antes era un poco inconsciente.

¿Eres hombre de oficio, o la inspiración ataca por rachas?

Una mezcla de las dos cosas. Cada vez soy más crítico con lo que escribo. Casi siempre canto y escribo en primera persona y a veces cuesta desangrarse.