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Donostikluba: Zumos modernos

Intérpretes: Bobby Bare Jr, Hidrogenesse, Extraperlo y DJ´s. Lugar: Sala Gazteszena (Donostia). Día:9 octubre 2009. Asistencia: unas 200 personas

Pertrechado con una sola guitarra acústica y un vozarrón con el que sería capaz de comunicarse entre montes, el norteamericano Bobby Bare hijo arrancó el Donostikluba del pasado viernes con una estampa curiosa: Había más fotógrafos que asistentes de pago en la sala.

Bare se unió a nuestra lista de grandes autores USA que han pasado por la capital, en un horario madrugador que no le hizo justicia. Parece que en aquel país la gente nace con dones especiales, en una suerte de “toque carioca”. Ya saben, así como a un brasileño le das un balón y te deja boquiabierto, a los compatriotas de Obama les das seis cuerdas y te sacan el cromosoma Bob Dylan que tienen dentro.

Tras el comienzo sencillo el ambiente se electrificó y diversificó sonoramente. Hubo guiños heavys, versiones del grupo América, canciones robadas a los Barenaked Ladies, trompetas sexys, rock enérgico, arpegios arábigos y muchas composiciones atractivas.

Hidrogenesse llenó la pista de aires petardos. Uno no sabe donde empieza la broma y donde acaba la creatividad en este dueto electrónico, los McNamara&Almodóvar de 2009. Recuerdan mucho a la banda Astrud (comparten un integrante), pero su oferta es más chistosa. Tanto que hubo gente que salió encantada de una velada que tuvo minifaldas, tacones y chaquetas de plumas de águila. Super moderno todo, de tomar el té levantando el meñique.

El cuarteto Extraperlo nos hizo sentirnos viejos y jóvenes a la vez. Yogurines porque su mezcla ochentena es vitalista y bien empastada. Abueletes porque empezamos a verle las hebras al jersey. Y si la voz era muy Golpes Bajos, la música iba de los primeros Orange Juice a Aztec Camera pasando por Talking Heads. Para unos fue una fusilada flagrante, para otros un ejemplo de cómo adaptar influencias elegantes. Poco importa el análisis. Su oferta fue engullida con alborozo por los presentes, que al final es lo que importa.

Los DJ´s que cerraban la noche combatieron con canciones enormes una sala idem, casi vacía de bailarines. Una pena, porque el donostiarra Kigo, El Chavo y DJ2D2 (así se llamaban los mezcladores) tienen una maleta llena de gemas bailongas. Casi todas negras y modernas, hip hoperas y con los golpes sincopados.

Publicado enCríticas de conciertos

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