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Mes: julio 2007

Gotan Project: «El Tango es movimiento»

La banda europeo-argentina y su exitosa fusión de tango y suaves digitalismos es una de las actuaciones más interesantes del Jazzaldia.

Los seguidores de las fórmulas más abiertas y experimentales del jazz tienen hoy una cita ineludible con la banda Gotan Project. Un trío formado en 1999 por el guitarrista argentino Eduardo Makaroff, el músico suizo Christoph H. Müller y el DJ francés Philippe Cohen Solal. Éste último también participó ayer, en su versión pinchadiscos, en la fiesta celebrada en el Peine del Viento.

Nosotros, por cuestiones idiomáticas, hablamos con el primero de los nombrados. Y son precisamente las cosas del lenguaje la que nos hacen extrañarnos de que un músico hispanoparlante decidiera viajar a París y no a otras ciudades europeas en las que se habla su mismo idioma. “Para los músicos de tango el destino francés es recurrente e histórico. El tango nació en Buenos Aires en el siglo XIX. Para el XX ya estaba en París. Fue una música que impresionó y se puso de moda en Francia. Eso hizo que la historia del tango fuera de ida y vuelta. A París fue Carlos Gardel y allí desarrolló su trabajo Astor Piazzolla. Por eso no acabé en España, donde tengo tantos amigos” y familia. Su hermano, el compositor Sergio Makaroff, llegó a la península tras la generación Tequila-Rodríguez.

El viaje a la capital del país vecino también sirvió para mezclar la música tradicional argentina con las versión más jazz-house de los ritmos modernos. “Fue un encuentro entre dos estéticas muy alejadas de sí en realidad. El tango es una música con mucha historia, uno de los grandes estilos del siglo pasado. Piensa que cuando aparecieron las cajas de ritmos tenías como ritmos el vals, bossanova, jazz y tango. La rama electrónica es más joven, pero también universal y sin fronteras”.

La mezcla, tersa y embriagadora, se hace acompañar en ocasiones por mensajes de gentes como Evita Perón o el subcomandante Marcos. “Nosotros no tenemos voluntad de lanzar mensajes “lúcidos” para la gente. Pero con la lucidez que nos queda pensamos que cualquier cosa es política. Lo que hicimos con Gotan Project no surgió tanto de mí como de los otros dos integrantes. Nuestra intención era la de no dejar de lado lo que fue la realidad argentina ni la realidad que vivimos.”

El debut “La revolución del Tango”, se editó en plena crisis de esa “realidad argentina”, en el año 2001. Fue un CD que sorprendió a los seguidores de ambas corrientes, defendiendo que el lado clásico de los grandes estilos está para jugar y experimentar con ellos.

Los discos posteriores, con entradas de estilos como el rap y el jazz más puro, tan sólo han confirmado el espíritu renovador de Gotan Project. “Es verdad que lo que hemos hecho, no se si bueno o malo, es original. Pienso que el tango es seguir en movimiento, seguir creando. Hoy sería raro un grupo británico o español que no componga sus propias canciones. En cambio, los raros en el mundo del tango son precisamente los que inventan. Lo importante es que se siga desarrollando la composición, que siga siendo una música viva”.

En ese afán de experimentación se integraría el nombre de la banda. La denominación tiene su origen en un juego de palabras muy común en el español rioplatense llamado “vesre”, que consiste en invertir el orden de las sílabas en una palabra. Así, la palabra «tango» se convierte en «gotan».

Los sonidos de esta banda afincada en París han sonado en importantes películas y series. Su dulce caminar sonoro ha casado como un guante en filmes como “¿Bailamos?”, “Ocean 12” y “El Caso Bourne” y ha acompañado momentos importantes de teleseries como “Sexo en Nueva York” y “Nick/Tup” (aquí conocida como “A golpe de Bisturí” y su aparición tuvo lugar, casualidades de la vida, en el capítulo emitido el pasado domingo en ETB). “Nosotros nos encontramos gracias a que éramos y somos productores de música de corte audiovisual. Por eso no es extraño que en nuestra música haya un componente sensible a la cinematografía”.

Una sonoridades que, en directo, potencian el lado humano. Se equivocan si piensan que van a ver a 3 señores jugando con sus maquinitas. “Nuestras actuaciones se pueden definir como una mezcla de un concierto de música y un espectáculo de arte moderno, una conversación entre la electrónica y los instrumentos acústicos. Además del bandoneón y el violín viajamos con un cuarteto de cuerda, un piano, un cantante y una guitarra que toco yo. Luego Philippe y Christoph manejan la parte DJ y los efectos”.

Les tanteamos sobre el programa del Jazzaldia. “Se que está Wayne Shorter”. Le refrescamos la memoria con algunos de los nombres más relevantes. “La verdad es que me gustaría ver todo lo que nombras. Aunque estaremos en la ciudad menos tiempo del deseado. La gira de 100 conciertos, que ya ha pasado por Estados Unidos, Australia y Japón, no para. Aunque tiene que hacerlo. Agosto y Septiembre serán meses de descanso. Llevamos más de un año de un sitio para otro. Y hay que echar el freno”.

Travolta: Susurros pop

Intérpretes: Kul, Travolta. Lugar: Casa de Cultura Lugaritz (Donostia). Día: 30 junio 2007. Asistencia: unas 60 personas.

Apretados sobre el escenario de la casa de cultura, flanqueados por amplificadores y teclados, el quinteto Travolta acercó a la capital donostiarra las suaves melodías de su debut de nombre cariñoso “El Efecto Amor”.

Joaquín Pascual, el que fuera líder de la banda Mercromina y ahora al frente de este proyecto, ha decidido relajar su acompañamiento sonoro.

Donde antes había maremotos de guitarras ahora hay detalles mínimos, teclados con mucha presencia y batería tocadas con mucho mimo. Y sobre todas las cosas, una voz grave que se escucha como una confidencia. Curiosamente, el bajo apenas se pasea por el escenario, lo que hace que el conjunto suene mucho más dulce.

Con un comienzo relajado, su concierto fue ganando furia, desatando poco a poco los botones de los pedales de efectos, cambiado teclas por cuerdas, ejecutando las estrofas cada vez con más ímpetu para acabar con una explosión (controlada) de energía pop.

Recuperando algún éxito de sus anteriores formaciones, Pascual sigue refrescando su talento compositivo con bonitas composiciones, mucho más gozosas cuando se escuchan en la cercanía que dan los ambientes recogidos como el del pasado sábado.

RBD: Super guays

Intérpretes: Diego, RBD. Lugar: Velódromo de Anoeta (Donostia). Día: 29 Junio 2007. Asistencia: unas 7000 personas

La televisión, ese electrodoméstico que tantas horas tiene amaestrados a nuestros niños, es una máquina de crear celebridades. Y si a los mayores son los tomateros y resto de colegas rosas los que proponen y disponen en aquello del famoseo, en la sección infantil los tiros van por otro lado.

Bellos, preciosos. Ellas ligeras de ropas. Todos sonrientes. Así se muestra RBD, formación mexicana que apoyándose en la fama de una teleserie consiguió meter a unas cuantas miles de niñas (y algún que otro sufrido padre) en nuestro óvalo ciclista. Seguidoras muy jóvenes que no dudan en pintarse la cara con las iniciales de la banda, que chillan y cantan todos los temas mirando a sus ídolos con cara de enamoramiento primerizo. Disfrutando de lo que probablemente sea su primer concierto masivo. Cuerpitos que en ocasiones no están preparados para tantas emociones, como recoge el parte médico de lipotimias y leves ataques de nervios acontecidos el pasado viernes.

Si usted que lee estas líneas tiene menos de trece años, está enganchada al programa de marras, piensa que la rebeldía sigue mostrándose acicalada en las portadas de las carpetas, aún no ha superado su lado “Peter Pan” u opina que un concierto se sostiene tan sólo con seis jóvenes guapísimos y “super guays”, quizás debiera dejar de leer el artículo. Es probable que no le guste lo que va a ojear a partir de este punto.

Porque el show de RBD no se puede analizar con los parámetros habituales de una actuación musical. Si así lo hiciéramos, no habría por donde coger este espectáculo.

Vocalmente los personajes de esta “boy-girls-band”, mezcla y herencia de Take That, Spice Girls y derivados, andan más que justitos. A diferencia de las bandas nombradas, RBD son actores que ahora interpretan su papel sobre un fondo musical. Una música homogénea basada en el pop y con espacio para todos y cada uno de los estilos que su mente pueda imaginar.

Ellas lo hacen un poquito mejor (que se les entiende algo de lo que cantan, vamos), y eso vuelca ligeramente el show hacia el lado actuante femenino. Pero bastante hacen unos y otras con, más o menos, vocear lo que les toca en las dos horas de concierto. Y decimos lo de “más o menos” porque sigue resultando extraño que entre tanta coreografía de fiesta de fin de curso las voces de los componentes suenen tan perfectas en los estribillos, sin un jadeo que corte la melodía.

Por la temática de las canciones tampoco es fácil que se ganen el aprobado entre los adultos. Bisoños y eternos llamamientos al amor (junto con “San Sebastián”, las palabras que más se repitieron la noche del viernes) y a lo especialísimo y super maravilloso que es estar en Donostia. Desde una perspectiva que muestra lo que realmente son: una serie infantil. Lo dicho, un concierto fenomenal de la muerte, osea, alucinas tía que pasada.