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Zinemaldia: Bienvenido Mr Gordon

Mientras la climatología anunciaba huracán, tormenta tropical y chaparrones de película catastrofista bajo el nombre de Gordon, el Festival Internacional de Cine de San Sebastián arrancaba sus noches ociosas el pasado jueves con la habitual fiesta de inauguración, celebrada en el Maria Cristina. Emplazamiento que repetirá como cierre de actos festivos, a finales de la semana cinéfila.

Al final el vendaval que iba a entrar por Galicia se quedo en agua de borrajas, en sirimiri que cambia el color de la camisa. Y todos y cada uno de los protagonistas de la noche pudieron entrar en el gran salón sin mayores impedimentos tras el visionado de la película en el Kursaal.

Allá estaba la elegante Silvia Marsó, sonriente ante las cámaras y cercana a quien quisiera hablarle. Se mantiene como una rosa la actriz catalana. Como los protagonistas de la película oficial de la noche, “Ghost”, quienes se acercaban a la barra de pinchos para dar buena cuenta de los aperitivos presentados.

Nos quedamos sin saber si ese apoyo acérrimo que los actores chinos procesaron en la gala inaugural a nuestra Real Sociedad fue sincero y puro o un derrape de la persona encargada de la traducción. Quedó curioso, y divertido.

La otra película oficial del jueves, “Vete de Mí”, acercaba al Hotel donostiarra al trío de protagonistas: su director Victor García León y los actores Juan Diego y Juan Diego Botto. Cerca de ellos, Isabel Coixet y Sara Driver sacudían los cimientos del cine independiente entre risas. El señor Olaciregui, el capitán del Zinemaldia, estaba tranquilo, con esa sonrisa perenne.

Y hablando de señoras o señoritas, se echó de menos a las presentadoras de la gala inaugural, la impoluta Edurne Ormazabal y Marisa Paredes. A decir verdad, la armada española que bajó por las escaleras del Cubo grande no se dejó ver en exceso.

Productores y periodistas hacían corro, saludándose como si se hubieran acabado las vacaciones y el jueves fuera el primer día de clase. Y a primera hora podemos decir que el aula estaba a tope, con un servicio exquisito de pinchos, copas, vasos, postres y continuos paseos a lo largo y ancho del hotel. Había ganas de juntarse, de brindar, de charlar sobre películas presentes y futuras.

Gonzalez Iñarritu departía con empresarios brasileños tras la charla del Kursaal, subiéndose más tarde a la barandilla de la terraza exterior, el espacio en el que los fumadores saciaban sus hábitos lejos de paredes y techos. Los políticos municipales se acercaron al evento inaugural, charlando sin mayores protagonismos.

Sin meter mucho ruido andaban Lluis Danés y Lila Pla, director y guionista de la película “LLach: La revolta Permanent”. Se les veía tranquilos y felices, guardando fuerzas para el estreno de su largometraje en nuestra ciudad. Como aún no nos hemos aprendido las caras de los protagonistas, casi se nos escapa Ignacio Benitez, el protagonista de la maradoniana ”El Camino de San Diego”.

Y flotaba en el aire esa eterna sensación de aquel hombre de gafas de pasta o esa chica de falda con vuelos tiene que ser alguien relevante, importante, en los próximos días. Las caras populares, las que la gente reconoce en cualquier poster o esquina, no abundaban por los pasillos del Maria Cristina.

Poco a poco la gente fue abandonando el lugar. Sabedores de que la semana es larga y que las fiestas serán abundantes por toda la ciudad. Asistir a las sesiones mañaneras puede ser un suplicio para quienes gusten de estirar las horas. Nosotros, que no salimos a disputar la etapa sino a dejarnos ver en todo el Tour, nos retiramos. Los más animados siguieron de juerga por las discotecas de la bahía.

Publicado enReportajes

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