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Alejandro Loïc: “El contenido de mi muestra sería una traslación de lo que pasa en mi vida y en el mundo”

La última página de este suplemento se abre al mundo. Si la semana pasada presentábamos la muestra donostiarra del cubano Gustavo Diaz de Sosa, hoy cedemos el espacio al francés Loïc Alejandro (Avignon, 1976). Autor que cuelga sus lienzos en la donostiarra Galería Drum, situada en la calle General Echagüe, hasta el 9 de Septiembre.

No se fíen de la nomenclatura del artista. Nosotros también pensamos que Alejandro era su nombre y que la diéresis venía del otro lado de la muga. ”Soy francés (y también norteamericano, tengo la doble nacionalidad), pero mi apellido viene de un pueblo cerca de Salamanca en el que hay muchos Alejandros”.

La doble nacionalidad no es extraña en unas venas por las que corren sangre griega, francesa, americana y salmantina. Quizás por esa variedad parezca normal que, con apenas 22 años, el señor Alejandro se embarcara en una vuelta al mundo ideada aquí mismito.

La idea la tuve en Donostia, con un par de amigos. Nos propusimos patearnos el globo visitando escuelas infantiles, para más tarde enseñar a los niños de Francia algunos ejemplos de cómo puede ser una escuela primaria. La finalidad era y es la de proporcionar documentos gratuitos a profesores que necesitan material para crear una actividad pedagógica. Hicimos montajes de videos, dimos conferencias y creamos un sitio web: http://www.poigneesdemonde.org.”.

Este culo inquieto conoció nuestra capital tras una estancia de Erasmus y el destino (laboral, es ingeniero informático) parece haberle dejado un tiempo por nuestras calles y tabernas. “No se cuanto tiempo me quedaré en Donostia. No soy hombre de pasar un año aquí y un año allá. Me gusta entrar en la sociedad donde vivo, pasear por la calle, encontrarme con los amigos. De momento estoy muy a gusto”.

Tan a gusto está que su análisis sobre nuestra ciudad cultural no admite mucha réplica. “Yo le veo dos caras culturales. Una con algunas palabras claves: Teatro, kursaal, ciudad rica, grandes familias, refinada. Y otro lado agruparía términos como underground, hiphop o skate. En ésta última parte se me cae la cara de vergüenza. Aunque hay excepciones como Drum o el Guardetxe de Donostia. Y no oigo hablar de proyectos artísticos colectivos. Es difícil mover a la gente porque para hacer algo de forma colectiva hay que comprometerse. Y la gente no quiere compromiso. Aquí cada uno tira por su lado”.

Las láminas de su exposición, agrupadas bajo el factible título de “Diario gráfico” porque el autor nunca pensó en darles un nombre, son una amalgama de trazos ordenados bajo un prisma personal.

Una especie de cómic que agrupa en sus viñetas algunos de los acontecimientos más relevantes en la vida del artista. “Sólo pienso en cómo voy a traducir lo que quiero expresar o cómo voy a copiar y reestructurar la foto de ese acontecimiento que me marcó. El contenido de mi muestra, dibujos y letras sin aparente hilo conductor, sería una traslación de lo que pasa en mi vida y en el mundo”.

Sobre un papel blanco de 30 x 42 centímetros y con tinta china negra como elemento trazador (“Quizás cambie de sistema. Trabajar con tinta no me permite realizar detalles realmente finos”), las láminas que componen su exposición en Drum son barrocas por voluntad propia.” Me gustan las cosas que denotan un arduo trabajo. Las obras donde ves algo nuevo cada vez que las miras, con cosas escondidas, con diferentes niveles de lectura”.

17 son los lienzos colgados en esta muestra, “uno por cada mes comprendido entre enero del 2005 y Mayo del 2006. Hay algunos especiales. El de octubre del año pasado, por ejemplo, lo elaboré exclusivamente con texto. Y el de abril del 2005 tiene una cara inmensa del Papa Juan Pablo II. O el que dio paso a esta recopilación, el realizado para mi sobrina Lorine. En ése escondo las letras de su nombre entre la gran mezcla de elementos presentes

Los cuadros originales volverán a casa del dueño una vez acabada la muestra, a principios de septiembre. Aunque promete copias numeradas en cartón pluma para quien lo desee.

Mientras, su cabeza sigue cociendo planes. Quiere realizar un proyecto de sonido e imagen con la colaboración de algún fotógrafo y continuar alimentando y mejorando la web del proyecto educativo. “Y seguiré viajando por el mundo. Sin dejar de dibujar. Ha calado tanto que sentiría un vacío enorme si paro de hacer un lienzo al mes”.

Publicado enEntrevistas

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