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Jason Kahn: “No se puede capturar el mismo sentimiento dos veces”

Retreta de actividades las que rodean al Festival Ertz de nuevas músicas, el evento de contenidos divergentes que cada año se programa en la cercana Bera (Navarra).

A los “workshops” o laboratorios investigadores que la propuesta Audiolab presenta en el Arteleku donostiarra a lo largo de la semana que viene se une la sexta edición de un certamen que consigue traer los próximos 10 y 11 de Junio a artistas relevantes en el panorama internacional de la música experimental y preferentemente improvisada (El ex Can Damo Suzuki, Eric La Casa y Arnold Dreiblatt, entre otros) y ceder su espacio a las propuestas locales más aperturistas (Tüsuri o el dúo formado por Xabier Iriondo y Gaizka Sarasola).

Aunque cuenten con un presupuesto apurado, gusta mucho el Festival Ertz de Bera (Navarra) de invitar a artistas foráneos que tengan incomparables puntos de vista creativos en estos mundos de las músicas diferentes.

Porque estos autores no ofertan melodías al uso, dejándose influir por sonidos de la naturaleza tratados digitalmente. El proceso de creación y el concepto es más importantes que en las manufacturas musicales habituales.” En varios de mis discos no hay edición o post-producción. Tan sólo equilibré un poco la ecualización y ajusté los niveles”.

Quien así habla es Jason Khan (Los Angeles, 1965), uno de los artistas invitados Al Festival Ertz. No hay más que fijarse en los créditos de su cuarto disco “Miramar”, donde se puede encontrar entre la lista de elementos empleados un explícito “room”. El feedback, la reverb y la estudiada colocación de los micrófonos en la sala de grabación también importan.

No son canciones normales, como bien suponen, pero Kahn ofrece todos los vértices de su conocimiento en estas poco conocidas materias en su visita a nuestras tierras. El 7 de Junio realizará un taller en Arteleku en el que el autor norteamericano va a enseñarnos a “primar la escucha, la audición” (si desean apuntarse pasen por www.arteleku.net, es gratis). En el Festival Ertz tendrá ración doble de presencia: A su actuación en solitario en la que se presentará “con una percusión mínima y un sintetizador analógico” hay que añadir su aparición como integrante de Astra, proyecto que comparte con el artista extremo Ilios.

Jason Kahn no siempre ha sido conocido por ser un percusionista electroacústico que se faja en el terreno de la improvisación y los tonalidades cíclicas. Antes de llegar a estos mundos Kahn se desfogó de joven a la batería de bandas punk-rock de su ciudad, para más tarde adentrarse en el mundo de jazz. Con una formación free-jazz recaló en Europa en una gira en 1990…y hasta hoy. Europa se adaptaba mejor a sus necesidades creativas.

Estos estilos en principio divergentes pero que comparten muchos puntos en común. “Ambos estilos siguen teniendo influencia en mis creaciones, aunque de manera muy subliminal. Para mí, el mejor jazz es el que anda por los límites del desastre, donde los músicos dirigen sus melodías hasta regiones desconocidas para ellos, tomando riesgos. El punk también toma riesgos en lo referente a las actuaciones, siempre buscando los bordes. Hombre, hay diferencia a nivel técnico entre los ejecutantes de ambos estilos, pero el espíritu y la expresión musical no son tan opuestos”.

Admite perfeccionado sus artes con algún que otro curso de formación, pero defiende que la enseñanza musical no es una etapa obligada en la vida formativa de un artista. “Para crear no es obligatorio tener una formación académica. Tan sólo hay que guiarse por las inquietudes que tenga uno, y buscar enseñanzas que a uno le interesen. En mi caso, he perfeccionado con estudios algunos conocimientos referidos a la forma de tocar la batería, y me he adentrado en la percusión del Medio Oriente”.

Actualmente Jason Kahn reside en Zurich, donde gestiona su propio sello Cut (www.cut.fm). Discográfica que desde su fundación en 1996 ha publicado la mayoría de sus trabajos, habiendo espacio para músicos afines como Norbert Möslang, Toshimaru Nakamura o Jason Lescalleet. ¿Qué los nombres te suenan a saltadores de ski? Pásate por la sección de descargas gratuitas de la web del sello, donde se pueden obtener muestras de los temas de estos libertinos creadores.

El último de los trabajos de Kahn se llama ”Timelines” (Cut, 2005) y es el quinto de su carrera en solitario. A este quinteto de publicaciones hay que añadir innumerables colaboraciones con artistas de medio mundo (Günter Müller, Dieb13, Erik M, Voice Crack, John Hudak, Kim Cascone, Brandon Labelle), participaciones en discos colectivos, colaboraciones en proyectos comunes y la realización de otras actividades complementarias: Instalaciones sonoras, composiciones para representaciones teatrales experimentales y obras de baile…

No esperen que Kahn presente en directo su último disco en la cita navarra. Su actuación de Bera se basará en los mundos de la improvisación (“En mis conciertos no hay partitura ni mapas de viaje melódicos. Sé cómo voy a empezar, y poco más”), los mismos baremos inventivos que guiaron al artista para la elaboración de este curioso disco: reunir a seis creadores y buscar la transformación de un mundo de imágenes, una especie de banda sonora gráfica, en música con la utilización de ordenadores, aparatos electrónicos y fuentes de sonido analógicas y digitales.

En palabras del autor, “la improvisación es muy importante para mí, sobre todo cuando me subo a un escenario a actuar. Cuando estoy componiendo en el estudio– trabajando con el ordenador, mezclando sonidos, creando una nueva pieza musical – la espontaneidad no pierde relevancia. Me gusta trabajar sobre los impulsos creativos, y capturar esa inspiración en tonos organizados. El resultado es una de mis canciones”.

Este mismo concepto se aplica cuando el creador se pone a los mandos de la mesa de mezclas a la hora de reunir los sonidos en el estudio. “El proceso de mezcla, cuando solapas las diferentes muestras, también es improvisación para mí. Yo, por ejemplo, no puedo mezclar una composición durante mucho tiempo. El proceso pierde espontaneidad. Y eso también ocurre con la melodías improvisada, que existen en el momento. No se puede capturar el mismo sentimiento dos veces”.

Publicado enEntrevistas

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