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Bukowski CD Volumen 1

Nueva York y Barcelona, ciudades siempre exportadoras, tienen sus locales emblema, esos que aparecen el películas de culto y anuncios de multinacionales con el mismo rubor. Nuestra costera capital, pequeña y snob ella, navega como siempre entre tantas aguas que no acaba por bañarse en ninguna. Salvo honrosas excepciones, claro. Esas que cimentan la ciudades que quieren avanzar y que florecerán, a ojos del gran público, cuando ya sean historia. Dentro de 5, 10 o 40 años…

Quizás el Bukowski sea una de ellas. Acaso lo pensaba el escritor, que vivió también a medio camino entre el reniego colectivo y el salvajismo personal. Lugar de encuentro de inquietudes culturales, el local hostelero situado en la subida al barrio de Egía se fue convirtiendo, sin ruido, con sólo abrir sus puertas, en sala de proyección. Bajo su techo era usual ver a gentes que dirigían películas mudas, cantaban en inglés, hablaban en euskera o escribían sus pequeños textos periodísticos en castellano.

En el “Bukos” también recalaban las bandas noveles, por allá pasaba la ciudad más activa e impulsiva. Reuniéndose en su “sala de estar”, sobre y frente al escenario, se podía observar un barrio y una ciudad en constante regeneración.

Y por allí desfilaron todos y cada uno de los grupos que suenan en este CD. Una muestra plural y abierta, siempre con tendencia a subir el potenciómetro del Marshall, sin olvidar la provocación que los ímpetus juveniles conllevan.

Todos ellos colaboraron en crear magia donde otros únicamente ven paredes rojas. Cuantas noches que nacieron para coger una película en el videoclub de la calle Ametzagaña y acabaron en sábanas ajenas gracias a la magia del Bukowski, el Bukos y su fun-fun…

Sería hortera acabar con un “larga vida al Bukowski”, porque sabemos que ésta pende de un hilo. Además, uno de sus principales valores fue el de vivir en el anonimato y la sencillez, lejos de los carteles a color y fiestas promocionales, llegando a metas altas con actividades humildes y necesarias. Porque la inquietud, amigos, no se puede comprar.

Publicado enCríticas de discosOpinión

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