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Concierto de Javi P3z

Retornaba a su ciudad Javi P3z para presentarnos “Sports”, su último disco. Un trabajo que ya estaba ensayado en público, salpicado de pequeñas boutades (Jazzaldia 2003) y presentado en formato DJ en el Bar Bukowski donostiarra. Pero para el cubo pequeño del Kursaal nuestro chico de Amara venía más entrenado, a hacer marca que dirían los atletas.

P3z se supo acompañar de una elegante sección de percusión, con Luis Camino y el pegador repleto de criterio Galder “Kuraia” Izagirre. Los bajos los marcaba el sempiterno socio Makala. Elevados y elevando los ánimos, un trío soplador que brilló en la primera parte del concierto. Teclados, guitarras y un DJ de imágenes completaban la formación titular del conjunto.

En el espacio central estaba el maestro, como en las viejas orquestas de salsa. Más entertainer que cantarín (las canciones eran instrumentales), P3z sustituyó la antigua batuta por breves disparos de sampler, mientras la guindilla interna le hacía moverse, hablar, soltar enérgicos coros o elevar las energías que su música presentaba.

Unas canciones que beben de sabores negros y latinos. Los deportes de P3z homenajean al funk y a Fela Kuti, a la música disco de los 70 y el dancehall jamaicano. Sin purismos pero con un gusto exquisito, el disco que tantas veces hemos escuchado en casa subió muchos enteros en vivo. Hasta hubo tiempo para el recuerdo de su antiguo grupo Parafunk, demostrando que cualquier tiempo pasado fue… más brioso.

No consiguió su propósito de derretir el cubo, porque aquí la gente escucha más que baila. Pero es innegable que la plata o el oro debe colgar, desde la noche de ayer, en los hombros de este (aún) inquieto creador donostiarra.

Publicado enCríticas de conciertos

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