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Adriana Olmedo

Noche de gala la de hoy para la pamplonica Adriana Olmedo. Su disco de debut “La Fanfar del Grito” (Labaltelkuëyo Records) se presenta ante los suyos en la Escuela Navarra de Teatro (C/ San Agustín, 5. Pamplona).

Puede parecer casual la elección del lugar. Pero esta joven de 27 años ha tocado muchos palos antes de poder editar su primera colección de canciones.

Le dio al heavy en los grupos de su tierra. En ellos curtió el chorro de voz que presenta, mientras su habitación comenzaba a ser testigo de los primeros pasitos de la Adriana cantautora. Luego le inquietó el teatro, engordando currículo a velocidades astronómicas: Estudios en la Escuela Navarra de Teatro y la Escuela de Clown de Eric de Bont en Ibiza, representaciones de Lorca o Ionesco, socia en el dúo Cataclown…Sí, también la ahora encumbrada Bebe siguió caminos similares. “Tenemos cosas en común, pero luego por dentro no creo que nos parezcamos mucho”, nos cuenta Adriana desde la lejanía.

Las artes escénicas le permitieron desarrollar la expresividad que en disco convence y en concierto seguro que contagia. Si cantando en castellano fue capaz de obtener salvas de aplausos en Francia… En el país vecino se permitió el lujo de abrir un concierto de Manu Chao ante miles de personas. También tuvo tiempo, con su guitarra española, de patearse Italia y parte de la cornisa cantábrica.

Su carrera iba viento en popa (ganó el concurso navarro Encuentros del año 2002) hasta que se topó con algunos sinsabores de la industria. Este hecho sólo retraso sus intenciones. Porque doña adrianA olmedO (como gusta de escribirlo la moza) ya andaba montándose su propio sello, Solita Intencione, para publicar sus temas cuando se topó con varios músicos que se implicaron en el proyecto.

Uno de esos artistas responde al nombre de Amparanoia. La artista de Jaén ha apoyado sin matices los pasos de esta enérgica compositora, que tan pronto le pega a la chanson francesa como al reggae, el ska, el rock, el swing, las composiciones patrias de los 70 rollo Ana Belén y Cecilia (con peor baba, eso sí) y cualquier cosa que le permita desahogar sus tempestades internas a lo largo de los temas.

Quién lo diría, cuando cantabas en aquellos grupos de punteos y guitarras de hacha…

Sí, llevo ya bastantes añitos en esto. Estuve cantando en varios grupos heavies como AdVersus, con los que ganamos el primer premio del Primer Certamen de Pop Rock de Camargo. Aunque siempre lo compaginé con la otra cara cantautora.

Vía, la acústica, que comenzó a dar sus primeros pasitos en Francia.

Es donde mejor me sentí y peor lo pasé. A la gente le encantaban mis actuaciones, a pesar de no entender mis letras. Allí fue donde empecé a confiar en la expresividad de mi voz, en mi manera de interpretar las canciones, aunque la morriña fue dura y dolorosa.

Nada mejor para curar esa melancolía que tocar con Manu Chao.

Imagínatelo, fue inolvidable. Estuve en Nimes en Agosto del 2001 y después de un concierto una persona se me acercó y entablamos una especie de “relación laboral”. Y el “primer concierto” que me consiguió fue tocar de telonera de Chao en Nimes, en el segundo show que dio en esa ciudad. Fue genial, porque asistí al primero como público, y en el segundo estaba subida en el escenario ante 10000 personas…

Poco más tarde ganas el Encuentros 2002 de Navarra.

Fue el último escalón de aquella etapa. Ese premio me demostró que iba por buen camino, que no era el sueño de una loca. Grabar un disco es la ilusión de la mayoría de los músicos. Pero no fue tan bonito. Sola, con una guitarrita, no se llega a ningún sitio. Y cuanto más conoces este mundo menos te gusta. Yo me perdí mucho y confié y desconfié después… En fin, que hasta que no llegó el ángel de la guarda no pudo ser.

¿Tienes un ángel de la guarda?

Mi ángel de la guarda está formado por varias personas que hicieron que este disco fuera posible. Una de ellas es Javier Bruna, arreglista de los temas y director de la producción musical. Gracias a él suena como suena.

Otro buen apoyo ha sido Amparanoia, que canta en uno de tus temas.

Cuando lo pienso, la verdad es que ni yo misma me lo creo que haya cantado. Contacté con ella tras el premio. Amparo que no sólo me respondió amigablemente sino que se interesó por mi música. Siempre estuvo al tanto de mis pasos, hasta la entrada en el estudio, cita a la que no quiso faltar para poner su pequeño granito de arena.

Hablemos del disco. ¿Qué es la “La fanfar del grito”?

La fanfar del grito fue una frase que se me quedó grabada por lo que significaba en mi interior: El grito soy yo, mis palabras, que son bálsamo de penas, angustias y rabias siempre gritadas. Y “la fanfar del grito” sería la música, la fanfarria que acompañara a esas palabras que nacieron solas con mi guitarra.

Hablas de penas, angustias, rabias…¿Hay que estar deprimido para componer mejor?

A mi me nace la necesidad ahí, cuando tengo el pecho lleno de gorgoritos y los tengo que sacar. Aunque con los años he ido mirando para fuera y veo que no sólo el corazón está lleno de letras. El mundo tiene muchas frases que cantar por él.

Menuda ventolera de portada….

El huracán sería la voz que sale de dentro y escapa, barriéndolo todo. Pero es bonito pensar que a las canciones no se las lleva el viento, sino que son ellas las que lo generan, ¿no?

No te podrán acusar de encasillarte musicalmente…

Al principio esa diversidad era motivo de crítica. Me decían que no podía ser tan ecléctica, que eso no vendía. Yo siento que cada canción viene con su propio vestido. Unas palabras necesitan ser dichas en un tango, otras más bailonas en un son, otras más tristes en una ranchera… ¿quién soy yo para desnudarlas y encasillarlas en lo que no son?

¿Compararte con Bebe es una herejía?

No, ¿por qué?. Aunque también es lo más fácil: Ambas somos actrices, compositoras, comenzamos a dar conciertos ante 20 personas, cantando con frescura y teniendo cosas que decir… Tenemos cosas en común, pero luego por dentro no creo que nos parezcamos mucho. Bueno, ella es más guapa y tiene la gracia del sur.

La voz es potente, recia. Y te gusta cantar durante toda la canción. ¿La música solo acompaña a la parte vocal?

Ahora poco a poco me obligo a englobarla como un todo, pero me cuesta. Porque la canción siempre era herramienta, puente y no fin. Necesitaba contar y lo hacía cantando.

¿Que vamos a poder ver en tu concierto de presentación de hoy?

Será muy especial. Va a ser el único concierto en el que pueda reunir a todos los músicos. Tendremos que seguir unos poquitos menos, más acústicamente, pero sin perder la esencia. Veremos en el concierto la alegría y la esperanza que da ver la luz después del túnel.

¿Además de Manu Chao y Amparanoia, que otras cosas te gustan?

Me gusta Extremoduro a rabiar, pero también Will Oldham y Ojos de Brujo. Vengo del heavy, adoraba a Su ta Gar y ahora flipo con System Of A Down. Mi última adquisición ha sido Ainara Legardon, bella bilbaína de gran voz que me ha ayudado mucho.

¿Cómo se puede conseguir tu disco? ¿Tiene distribución nacional?

La tendrá. Aunque iremos poquito a poco. Comenzamos por el norte, así que en breve, gentes de Euskadi, ¡¡todos a las tiendas!!

Publicado enEntrevistas

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