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Experience, Inoren Ero Ni: Rabia rock

Llegan a Donostia los hijos más peleones de la escena rock independiente francesa actual. Experience desplegarán el próximo jueves 21 sobre el escenario de Gasteszena esa huida hacia delante que supone “Hémisphère Gauche”, su segundo trabajo.

Abriendo fuego, unos acertados compañeros de viaje, los insignes Inoren Ero Ni. De las cenizas de aquellos BAP surge un fuego avivado con la adhesión de Borja (Hotel) y muchas ganas de seguir diciendo cosas novedosas.

Tampoco pararon quietas mucho tiempo las cenizas de Diabologum, aquel grupo noise rock francés de la pasada década que se acercó a nuestras tierras en colaboraciones con Manta Ray, por ejemplo.

Tras un par de discos y aquel soberbio canto de cisne denominado “#3”, de su disolución surgieron los sorprendentes Programme (recién finiquitados), mientras el otro esqueje brotó en torno a este experimentado nombre. Desde la separación de Spacemen 3 en Spiritualized y Spectrum, pocos divorcios habían sido tan gozosos en el panorama musical europeo.

Parece que la desaparición de su sello, Lithium, ha cargado de rabia las canciones a Michel Cloup, Widy Marché, Francisco Esteves y Patrice Cartier. Ya no queda espacio para respirar en el hemisferio izquierdo al que hace referencia el título de su nuevo trabajo.

Desde dicha zona cerebral, destinada al razonamiento, Experience vuelve a despachar saña sonora y política. Lo que antes eran nubarrones ahora es una tormenta sonora de magnas proporciones, opresiva e intensa. Lo que en su primer trabajo pecaba de cierta indefinición, ahora arrecia cargado de neutrones melódicos.

La expresividad florece en forma de aullidos en “Traquer La Fievre Massacrer L`ennui” y acompañada de melodías de corte industrial en temas como “Drivin´”. Parece llegar el relajo cuando suena “Bienvenue”, con ese cantar llevadero, pero no es más que un espejismo con la llegada del agrio estribillo cargado de fiereza. “Le diable sur la porte” asimila esa importante corriente francesa de Hip Hop recitado con cadencia melódica, suavidad en el tono y aspereza en las letras.

En el lado del “debe” de la cuenta de estos muchachos de Toulouse colocaremos “somebody else but me”, un pequeño patinazo deudor de su querencia por el grunge. Menos mal que las ganas de probar cosas nuevas, el mayor acierto de este segundo peldaño discográfico, regresa con la siguiente ración hipnótica denominada “Pauvres Petits Occidentaux”.

Y andaremos con pies de plomo a la hora de afirmar que Inoren Ero Ni es la evolución de aquellos históricos BAP. Repiten la columna vertebral de aquella formación, con tres de los integrantes originales. Pero olvídense del Hardcore apabullante de aquella banda andoaindarra.

Ahora las composiciones flotan en ambientes de mayor emoción (¿emocore? Post-Bap, y punto). Poniendo el ojo en terrenos interesantes para sus oidos, empapándose sin temores de estilos como el punk y el hip hop en pro de un mensaje nuevo.

Publicado enReportajes

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