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24 Hour Party People – Michael Winterbottom

Hallelujah. Al fin nuestra más querida juventud, aquella de primeros amores no compartidos, primeros descontroles con las bebidas espiritosas y abundancia de acne superficial ya tiene su correspondiente muestra fílmica.. No, Marcelino Pan y Vino no. Y tampoco nos identificamos con aquellos parlanchines de Reality Bites o cualquier deformante subproducto televisivo barbilampiño.

Hablamos de pantalones anchos y el pelo a lo casco. Hablamos de aquella ciudad industrial en claro declive que contraatacó con una manufactura propia. Hablamos de Manchester y aquello locos 90 de raves y (perdón, esto no se puede decir) E´s.

Y qué mejor ejemplo industrial que una factoría. La Factory de Tony Wilson, aquel sello en el que Joy División, New Order y los Happy Mondays, entre otros, camparon a sus anchas.

Mr Wilson es el hilo conductor de “24 Hour Party People”, una peli-documental que se ha estrenado en nuestro país en el Festival de Cine de San Sebastián. El Madchester que llegó de las islas tuvo gran parte de culpa con las inquietudes egolatra-fantásticas del nombrado periodista de tele local que, en busca de lo innovador, decide primero programar conciertos para más tarde sacar discos de sus grupos de amigos.

En la nocturna sesión dominical, mientras el lunes (azul) iba entrando en nuestros relojes, disfrutábamos con la narración de “24 Hour Party People” y sus excesos (Los Mondays en Barbados), sus puntazos (como cuando Shaun Rider conoce a Bez), sus detalles históricos y los cameos realmente destacables. Todo ello bien regado de ironía, mucha literatura y algunas caracterizaciones impresionantes (¡Shaun Ryder y Bernard Summer están clonados!).

Lástima que otros renombrados mancunianos como Stone Roses o Inspiral Carpets no tengan cabida al no haber formado parte de la escudería Factory, pero se perdona. ¡Cómo no se va a perdonar!. Nuestro pasado ya tiene 112 minutos de imágenes realmente disfrutables (si exceptuamos los títulos de crédito TalkingHeads-ianos). Porque seguimos pensando que el amor que mantenemos por aquellas épocas seguirá apartando de nuevo nuestras lágrimas (por la música actual).

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