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Mes: septiembre 2002

Lavadora: Música de película

Llega nuestro Festi de cine a su recta final este fin de semana, y entre el listado de actividades nos encontramos con la actuación esta noche, en el Bataplán de la capital guipuzcoana, del grupo Lavadora. Ellos han firmado la Banda Sonora Original de la película “El traje”, la nueva obra de Alberto Rodríguez que se presenta hoy en la sección Zabaltegi.

Quizás les suene más si les digo que fue Alberto uno de los 2 realizadores que tuvo aquel refrescante relato titulado “El factor pilgrim”. La otra mitad de aquel dueto es Santiago Amodeo, presente en este nuevo film como coguionista y portavoz de la formación de centrifugador nombre que esta noche se presentará sobre el escenario de la playera sala donostiarra. Desde la lejanía física sevillana, Santiago se sienta delante de su teclado para enviarnos las respuestas por vía electrónica.

La breve sinopsis de “El traje” nos habla del modo de buscarse la vida de un inmigrante y un pícaro andaluz en la jungla sevillana, como ejemplo de una sociedad en la que las apariencias siguen teniendo mucho peso en nuestra forma de ver las cosas.

Sí, “El traje” tiene algo de cine social y algo de cuento urbano. Pero por encima de todo creo que Alberto (Rodríguez) ha conseguido huir del tópico del inmigrante desgraciado. Al personaje le pasan cosas, pero él no decae, es como el Cándido de Voltaire. Además me gusta mucho la idea: un hombre y su traje- no cabe otra metáfora mejor hoy día-. Como ves no te cuento mucho, pero a mí no me gusta que me cuenten las películas.

En esta ocasión te quedas fuera de la realización, aunque firmes la mitad del guión. Supongo que por voluntad propia…

Ya habíamos decidido separarnos antes de que “El factor pilgrim” saliera- dirigir es cosa de uno, creemos-. Alberto y yo seguimos colaborando, pero a otros niveles. En cualquier caso tiene que rodar uno y después otro, porque trabajamos con el mismo grupo de gente, la misma productora, etc… En cuanto tenga algo que rodar, lo haré.

¿Y tienes algún proyecto para rodar en próximas fechas ? Dicen que andas metido en un par de proyectos, uno de ellos sobre ese underground cultural sevillano que tan bien conoces…

Me estoy volviendo terriblemente supersticioso, así que prefiero no hablar demasiado sobre el tema.

El grupo Lavadora, del que tú formas parte, tuvo un nacimiento curioso.

Enrique de Justo (miembro de Lavadora) y yo tocamos juntos desde hace tiempo en bandas como Los Relicarios, un grupo con dos discos desconocidísimos por ahí arriba y aceptablemente conocidos por aquí abajo. Teníamos una película- El factor pilgrim- y no teníamos dinero para comprar los derechos de las canciones para hacer la BSO, de modo que nos dedicamos a recopilar gente entre los músicos de Sevilla que nos gustaban y así nació Lavadora.

Hasta ahora Lavadora ha sido una especie de “Guadiana” musical, sin prodigaros mucho a la hora de actuar.

Es cierto que no nos gusta mucho tocar, pero es más un problema de las condiciones en las que te tienes que mover que una elección propia. Para tocar para un público que ni te entiende ni te quiere entender, en salas en las que te cuesta dinero tocar y en condiciones no precisamente ideales, preferimos guardar nuestras energías para otras cosas- grabar, por ejemplo-.

A veces, cuando se dan un mínimo de condiciones, tocamos en directo. San Sebastián va a ser de los pocos sitios donde vamos a hacerlo (Sevilla y Madrid son sus posibles próximas citas). Ahora además ya tenemos lo que se puede denominar una “formación estable”, aunque ha sido una selección casi natural. Los que creían que tenían algo que dar y se sentían cerca de la “Idea” se han ido quedando en el grupo.

Al ser un grupo hecho y derecho, lo que habeis compuesto para esta banda sonora supongo que serán canciones al uso, aunque luego suenen diezmadas en la película.

Eso es una cosa que nos pidió Alberto (el director) desde el principio: canciones. No hay música incidental al uso- violines y esas cosas, ya me entendéis-. Alberto nos dio una guía por la que debíamos movernos. Siempre íbamos pegados al protagonista, de modo que la música tenía que ser una buena compañía.

Pero sobre todo temíamos, realizador y músicos, caer en el folklore barato. Se puede decir que hemos hecho música que de otra forma no haríamos. Pero ha sido apasionante. Estamos muy enganchados, la verdad. Aunque imagino que trabajar con algunos directores debe ser un infierno.

¿Buscas que la música sea un complemento a lo visual, o lo visual limita de alguna manera la música que creas?

A veces la música es la sal y la pimienta y a veces es un estorbo. Por eso hay que ser muy precavido. La música es lo más instantáneo que conozco para crear emociones. Utilizada con sensatez es incomparable. Y en eso estamos. El público dirá.

¿Qué nos vamos a encontrar en la cita donostiarra de Lavadora?

Tocaremos cosas de “El traje”, algo de “El factor pilgrim” y algunos temas de un EP de Lavadora que está al caer. Musicalmente habrá sonidos Velvet Underground con voces africanas, poemas de John Cooper Clarke musicados o Miguel Rivera, cantante de Maga, atreviéndose con la canción francesa. Nos llevamos a todos nuestros efectivos, así que nada puede salir mal.

¿Que compañía editará esta banda sonora y vuestra referencias más cercanas? Parece que vuestros contactos con algunas grandes del ramo no son del todo satisfactorios.

Estamos en el eterno debate, cabeza de ratón o cola de león. Yo me decidiría por cabeza de ratón, pero ya se sabe. En cualquier caso, una cosa es la BSO y otra Lavadora. Posiblemente nosotros como grupo nos decantemos por algo pequeño y acogedor.

24 Hour Party People – Michael Winterbottom

Hallelujah. Al fin nuestra más querida juventud, aquella de primeros amores no compartidos, primeros descontroles con las bebidas espiritosas y abundancia de acne superficial ya tiene su correspondiente muestra fílmica.. No, Marcelino Pan y Vino no. Y tampoco nos identificamos con aquellos parlanchines de Reality Bites o cualquier deformante subproducto televisivo barbilampiño.

Hablamos de pantalones anchos y el pelo a lo casco. Hablamos de aquella ciudad industrial en claro declive que contraatacó con una manufactura propia. Hablamos de Manchester y aquello locos 90 de raves y (perdón, esto no se puede decir) E´s.

Y qué mejor ejemplo industrial que una factoría. La Factory de Tony Wilson, aquel sello en el que Joy División, New Order y los Happy Mondays, entre otros, camparon a sus anchas.

Mr Wilson es el hilo conductor de “24 Hour Party People”, una peli-documental que se ha estrenado en nuestro país en el Festival de Cine de San Sebastián. El Madchester que llegó de las islas tuvo gran parte de culpa con las inquietudes egolatra-fantásticas del nombrado periodista de tele local que, en busca de lo innovador, decide primero programar conciertos para más tarde sacar discos de sus grupos de amigos.

En la nocturna sesión dominical, mientras el lunes (azul) iba entrando en nuestros relojes, disfrutábamos con la narración de “24 Hour Party People” y sus excesos (Los Mondays en Barbados), sus puntazos (como cuando Shaun Rider conoce a Bez), sus detalles históricos y los cameos realmente destacables. Todo ello bien regado de ironía, mucha literatura y algunas caracterizaciones impresionantes (¡Shaun Ryder y Bernard Summer están clonados!).

Lástima que otros renombrados mancunianos como Stone Roses o Inspiral Carpets no tengan cabida al no haber formado parte de la escudería Factory, pero se perdona. ¡Cómo no se va a perdonar!. Nuestro pasado ya tiene 112 minutos de imágenes realmente disfrutables (si exceptuamos los títulos de crédito TalkingHeads-ianos). Porque seguimos pensando que el amor que mantenemos por aquellas épocas seguirá apartando de nuevo nuestras lágrimas (por la música actual).

Jah Wobble: “Las multinacionales roban más dinero a los artistas que los vendedores de Cds copiados”

Jah Wobble tiene prisa, pero nos atiende educado con su cerrado acento cockney londinense. Esta es la única entrevista que va a dar a un medio peninsular con motivo de su concierto mañana lunes en el Teatro Principal donostiarra. El plato fuerte de la XI edición del Festival de Nuevas Músicas esta encerrado en el estudio de grabación, prácticamente su segunda casa desde que huyera voluntariamente de los acelerados años juveniles. Aquellos tiempos en los que su cuadrilla de amigos estaba formada por miembros de los Sex Pistols.

Desde entonces solo se ha preocupado en mostrar sus amores renovadores por las músicas del mundo, parando especialmente en los sonidos de África y Asia. Y en el Dub, esa vertiente moderna del clásico reggae a la que John Wardle (nombre real de Jah Wobble) ha sabido dotar de nuevos bríos y enfoques. Pero no piensen los asistentes a su cita donostiarra que van a disfrutar de un concierto purista y tradicionalista. Para Mr Wobble, esas palabras no existen.

Crítico con el sistema de grandes empresas culturales que dominan la sociedad actual, nuestro entrevistado es un recurrido productor, remezclador (grupos como Madredeus o Primal Scream han pasado por sus manos) y, sobre todo, creador de músicas repletas de personalidad y frescura. Siempre tiene un hueco en la agenda para grabar con los antiguos miembros del grupo germano CAN o con el norteamericano Bill Laswell, su socio en mil aventuras. Ahora, sin embargo, le pillamos ocupado en cuestiones más fílmicas.

¿Que te atrapa en estos momentos en el estudio?

Estoy haciendo la Banda Sonora Original de dos películas. Una de ellas es para una compañía francesa y otra me la han pedido desde Hollywood.

Vaya, en ese campo no te teníamos muy fichado aún. ¿Que tal la experiencia?

Estoy grabando con Harry Beckett (uno de los músicos que tocará en el concierto de Donostia) y me está gustando mucho. Ya sabes, muchos arreglos de cuerda y esas cosas. Adoro todo lo que tenga que ver con la creación musical, me lo estoy pasando muy bien. Aunque algunos aspectos me sigan sorprendiendo negativamente.

¿Por qué?

Los norteamericanos que dirigen esas grandes compañías cinematográficas son unos maleducados. Te llaman, te ofrecen grandes cantidades de dinero y lo quieren todo muy rápido, como si esto fuera una producción industrial. Se creen que te pueden comprar con dinero y manejarte a su antojo.