En el laberinto de la Ley Sinde.

Hace unos días el Diario Vasco se puso en contacto conmigo para hacerme una entrevista breve con motivo de la Ley Sinde. Hoy sale publicado dicho artículo, en el que me acompañan otras personas relevantes como el batería de Thee Brandy Hips, Iñigo Argomaniz y Jorge Campanillas, entre otros.

Lo que se lee como expulsado de mi boca es una buena síntesis de la idea que expuse. Pero aquí copio y pego la entrevista completa, para tomarse una foto más completa de mis ideas:

– Puntos negativos y positivos de la ley Sinde.

Entre lo positivo, respetar el derecho de los autores que pueden vivir de sus obras para que puedan seguir haciéndolo. La empresa gestora de sus derechos es un cuarto oscuro en el que muchos pagan y pocos cobran, realizándose un reparto a toda luces opaco y, muy probablemente, injusto. Cuando además no es una empresa pública. No soy un estudioso de la Consitución, pero no creo que haya muchos derechos gestionados por empresas no públicas y que no deban dar un datallado balance de cuentas a fin de año.

Y eso es lo positivo. Lo negativo, dotar al poder político, esponjita de lobbys potentes, de la capacidad de gestionar internet bajo criterios subjetivos. La Justicia, bien que mal o viceversa, ha dictado sentencia en este ámbito. Pero los resultados parecen no gustar a las grandes corporaciones. Así que nada mejor que tocar la puerta de una ministra que ha cobrado un milloncito de euros como subvención de su propia película para decirle que nos vamos a la anarquía.

En el fondo es cuestión de una modelo de negocio que ha ido muriendo poco a poco, y solo cuando la desidia ha alcanzado al balance de cuentas anuales las multinacionales se han quejado. Cuando son ellas mismas las que han ido matando su propia gallina de discos de oro.

– ¿Debe haber alguna ley que regule el sector?

Mira en Francia. La persecución de las redes P2P ha traído un incremento del tráfico del 25% en sitios de descargas como Megaupload. La respuesta es ofrecer una oferta (ojo, para quien la desee) barata, accesible y sencilla. En EEUU tienen acceso a todas las webs de descarga a las que podemos acceder nosotros, pero cuentan también con un sistema de videoclub online que te lleva la peli a casa y te la recoge al día siguiente por 4 perras. Aquí vivimos en el sofa, acomodados.

– ¿Es aceptable el concepto de todo gratis? ¿Es inevitable?

Hay opciones en la que los autores pueden ofrecer toda su obra absolutamente gratis o en algunos casos concretos, caso de las distintas opciones del Creative Commons. Propuestas que, fíjese usted, no están comtempladas en la sociedad que debe defender sus derechos. Siempre habrá un porcentaje de gente que prefiera adquirir rápidamente a disfrutar. Lo importante es que ese porcentaje vaya bajando.

– Se habla de que hay que revisar el modelo de negocio. ¿Hacia dónde cree que se debe ir?

Hacia darle valor de nuevo a la música. Ellos traerá consigo que los productos que soportan esa música aumenten su valor también. La música se ha convertido en un arte denigrado, en el que el soporte ha adquirido más importancia que el contenido. Incluso en el espejo del mundo, EEUU, importantes sellos independientes se están planteando vender camisetas 1y regalar con la compra las canciones de un grupo!. Dicen que la gente quiere poseer, fardar, mostrar sus gustos, y ese parece ser el camino empresarial. Pero..¿cómo se queda un autor cuando su obra se valora de esa manera? ¿Grabará 3 villancicos en mitad de agosto? ¿o cantará 3 recetas de cocina? Total, para lo que se le valora…

– ¿Si descargo una canción estoy robando a su autor?

Es una sintetización demasiado sencilla. Podría decir que le estas robando sobre todo a su gestor de derechos y a la empresa que lo publica. Ellos se llevan un elevado número del porcentaje de derechos de esa canción, euros que el autor no ve ni de canto.

Acerca del autor

Giorgio Bassmatti