La Casa Azul en concierto

Lo admito. Me dio susto. Entrar en el garito bilbaíno y ver que los plasmas que tanto lucían en El Sol madrileño y del que tan bien hablaron algunos sabios se quedaba en casi nada ante la inmensidad de la perfecta sala Santana de Bilbao. Parecían mesas de terraza del Eroski dadas la vuelta. Pero lo que dio la vuelta de verdad fue nuestra opinión.

Porque Guille «Azul» es el Ibón Errazkin del nuevo siglo. Conciso, tragón de mil influencias (buenas), directo como sólo el trabajador de sintonías televisivas lo puede ser, popero pero no insulso, compositor tan clásico como japonés a la hora de construir alegres melodías. El arranque de la velada no puede calificarse mas que de alucinante, demostrando que las pantallas se pueden emplear para algo realmente creativo y no cortapegar imágenes demasiado aleatorias.

En concierto me pareció más Berlanga (o Fangoria con elegancia) que en disco, y me chocó que la gente no cayera en la cuenta de los samples. Vale que el soul nos pille algo lejos, pero el “rock and roll radio”…. Cosas de la generación televisiva, esa que gritaba “gominolas” en un momento de la noche sin que eso suene deshonroso.

Aunque algo alevoso si que tienen los conciertos en solitario de La Casa Azul. Estaría bien que superara, tanto en grabado como en ejecutado, el horror vacui vocal que le ha llevado de no querer dar entrevistas a no callar ni entre temas. Nos alegramos sobremanera que haya ganado confianza, pero en ocasiones las cosa es pelín mortero.

Y un consejo para futuros programadores/contratistas de la velada azul: Díganle que no entra el piano en el escenario. Si no desean que el set incluya varios momentos “Cómplices”, claro está. Dos-tres temas al piano, bien, le dan un poco de aire al set pegador. Siete es demasiado, y le cuesta una estrellita en nuestro nuevo sistema de valoración.

Para mi retina cerebral quedan, eso sí, los gritos de «ritmooooo ritmo de la nocheeeee» al comienzo de las 15 veces que en el coche de vuelta escuchamos el tema «La Revolución sexual«.