Llevando a la práctica los valores defendidos.

Vaya desde aquí mi apoyo y aplauso a la candidatura donostiarra a la Capitalidad Europea del 2016. Por ahora, es mejor tenerlo que no conseguirlo. O como dirían en sus presentaciones a lo Gloria Fuertes,  «abogar por la esperanza de un territorio aglutinador de ilusiones y valores«.

Luego ya comentaremos lo que haya que comentar, pero… ¿Qué hubiera sucedido si hubieran llevado a la práctica algunas de las cosas que vende, no ya la candidatura, sino la ciudad?

  • Los representantes deberían dormir en casa de un amigo o en un hotel la víspera del viaje. Su localidad guipuzcoana (o barrio periférico) no tiene conexión con la capital más allá de las 10 de la noche, y el desplazamiento a Madrid se realiza a primera hora de la mañana.
  • Si fueran capitalinos, hubieran tenido que ir a una tienda a por un carrito para su bicicleta. No es factible llevar la maleta de dosieres en la mano mientras se pedalea (no del verbo “cocktail gratis”, sino del bicicletero) por los bidegorris urbanitas.
  • Y llorarían no solo en la presentación ante el Jurado Internacional, sino a la hora de despedirse de sus dos queridas ruedas. Sin apenas parkings en la zona, deberían candarla a un arbol o farola, con el consiguiente «corte inaugural de cadena» por parte de la GM. O su expolio por piezas a cargo de los cacos.
  • Nada de aviones ni coches privados. Habría que bajar al Reina Sofía en tren o autobús desde Guipúzcoa – rollete sostenible. Modelo “con pinzas”, para más detalle-  con lo que, uniendo clima y la espera a cielo abierto, hubiera dado como resultado todas las maletas mojadas. La defensa de la candidatura con sonido de olas hubiera ido acompañada de un vestuario más que adecuado.
  • Y con tiempo, que hay huelga general y los servicios son, más que mínimos, aleatorios. La vuelta, en idéntico medio y formato.
  • Otra opción, más eurociudadana, es ir de trekking a la Castellana, ocupándose muy mucho de no cruzarse en el viaje con los mineros leoneses desplazados a idéntico lugar.
  • Nada de caros caterings. Es época de recortes. Las celebraciones del brindis se realizarían con leche de máquina pasteurizada e instalada en la calle.
  • Dado que el euskera es un instrumento básico, un elemento tractor y un segalari de opciones contrarias, la mitad de la presentación se realizaría en dicho idioma.
  • Dado que la base se sustenta en una Ola de Energía Ciudadana, los habituales convites a cargo de la promotora para cubrir in situ la velada – periodistas, cocineros, publicistas, patronos- se cambiarían por la elección aleatoria de ciudadanos donostiarras.
  • El grupo elegido para viajar a Madrid, en un alarde de estadística, estaría compuesto por una sudamericana, una señora mayor para la que no trabaja, un jubilado con la petición expresa de sus amigos para que revise las obras de Gallardón y entregue informes a posteriori, un cursillista de Donostia Kultura – modelo “Yogacramé”, fusión de dos de los cursos más solicitados- y un miembro de cada asociación sin ánimo de lucro que ha apoyado la candidatura.

¿Me dejo algo?

6 comentarios en «Llevando a la práctica los valores defendidos.»

    • La de Lasarte, de la marca o caserio Mahala, es absolutamente deliciosa. Vamos, que es leche de verdad.

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