Revista de playa: Integralismo

A 39 grados poca actividad cardiosaludable se pueden hacer. Nosotros optamos por la playa, por aquello del contraste con el agua helada. Volvimos a los reinos de integralismo (no se si existe la palabra, pero Astrud seguro que la usan en el futuro), y nos colocamos en la zona final. Espacio en el que no todo el mundo parecía ir a ponerse moreno y refrescarse en el Atlántico.

Los de mi pueblo grande sabrán de lo que hablo cuando les diga que el nudismo allí ejercitado es primo hermano del practicado en las rocas de Sagüés. Esquina donostiarra donde el naturismo se mezcla con otros -ismos como el “miradismo”, “ligoteismo”, el “vamos pal matorralismo” y el “aquí y ahora m-ismo”.

La zona XY de Costa Natura (ya les comente que el comienzo de dicho arenal era puramente familiar) tiene mucha pinta de albergar ese tipo de relación furtiva entre un tercio de sus integrantes: paseos cortos por la orilla, paradas sin aparente sentido, vistazos en busca de otros faros.

En los setos de las colinas cercanas –comprenderán que apagara mi vena periodística y no fuera a comprobarlo- parecían escucharse viejos éxitos de los Beach Boys (Still Crushin, para más señas), y los hombres paseaban arriba y abajo en busca de un karaoke en el que dar rienda suelta a su creatividad.

Yo, que de apolíneo tengo el tercer apellido, descansaba bastante tranquilo y ensimismado en mis calores y sus refrescos, ajeno a los tejemanejes que intuía buscaban los señores. Por cierto, el 95% de ellos, familiares o solitarios, completamente depilados. ¿Que cómo lo sé? Me lo dijo Miquis 😀

Aquí se respetan todas las religiones, siempre que comulgar sea libre. Y me hago eco de algunos pensamientos de los Irwinistas – defensores de la vida natural de todos los animales que, vaya por donde, se manifiestan en culeros. Por esa regla de tres, ¿Podremos medio matar a un toro?-. Pero me siento con total libertad para que mis prácticas tiendan a disfrutarse en la terraza de nuestra casa. O a hacer amigos entre las familias alemanas, inglesas y españolas allí presentes.

PD: Hablando de estas cosas ligeras y saludables, recomendamos el pan de molde integral de la marca Carrefour. Sabe Dios de que endemoniado conservante contendrá su miga, pero a los 5 días de abierto el paquete, conservado en condiciones dignas de un programa de Jesús Calleja, el susodicho estaba tierno, tiernísimo, tierno.