Hoy he visto el futuro de la televisión, y su nombre es internet. Ni TDT, ni privadas, ni públicas, ni cables, ni gaitas. Internet.
La televisión del futuro cercano la descargaremos de la red, creando nuestras propias programaciones, prescindiendo de todos aquellos mendrugos que están convirtiendo este medio de comunicación en un estercolero.
Tengo que dar las gracias por este momento de iluminación a una TVE que, no contenta con ocultar de manera burda (conexiones con Bilbao y Barcelona) la pitada al himno nacional durante la final de la Copa del Rey, emitió el partido en su canal internacional… ¡en diferido!: dos horas después de que se celebrara el encuentro en Valencia.
¿Se puede ser más torpe? Sí. Emitiendo el famoso himno en el descanso, grabado y convenientemente censurado, que es exactamente lo que hicieron.
Mucha torpeza sí
cuando además, uno ya sabía que juntando a unos vascos y unos catalanes esto podría pasar.
Solo con bajar un poquito el sonido ambiente se hubiera solucionado el problema.